Mirar a otras culturas siempre nos enriquece, sobre todo cuando difieren bastante de la nuestra ya que puede ofrecernos perspectivas de la vida muy diferentes. En Japón existe un concepto muy interesante que se usa en las artes, sobre todo en la literatura, pero que también se extiende a la manera de afrontar la vida: mono no aware.
¿Qué significa mono no aware?
Desde el punto de vista etimológico, el término mono no aware (物の哀れ) está compuesto por “mono”, que se refiere a las “cosas” mientras “aware” indica un “sentimiento” y la partícula “no” refleja la no posesión de ese objeto. Por tanto, un significado literal sería el “pathos de las cosas”, referido a esa esencia que radica en la naturaleza de las cosas y que hace resonancia con la nuestra.
También se podría traducir como sensibilidad, pero en realidad el concepto mono no aware va mucho más allá porque engloba esa capacidad para conmovernos ante lo efímero. Muchos lo relacionan con un estado de nostalgia o melancolía transitoria, aunque en realidad es más bien una profunda sensibilidad ante la fugacidad de la vida.
Propuesto por Motoori Norinaga, un estudioso de la literatura clásica japonesa del siglo XVIII, este sostenía que el mono no aware era mucho más que un sentimiento. También es un tipo de conocimiento muy profundo. “Es discernir el poder y la esencia, no sólo de la luna y las flores de cerezo, sino de cada cosa que existe en este mundo, y conmovernos ante cada una de ellas, para regocijarnos en las ocasiones felices… entristecernos por los sucesos tristes y amar lo que debe ser amado”, explicaba.
Los orígenes de este concepto japonés se remontan a las creencias sintoístas, aunque también tiene una profunda influencia budista. El sintoísmo promueve una mayor conciencia del profundo vínculo que existe entre la persona y su entorno, enfatizando la apertura y la sensibilidad a la energía presente. En cambio, el budismo enfatiza en la naturaleza transitoria de las cosas y todo lo que existe. La comunión de ambas filosofías dio a luz el concepto de mono no aware, que implica reconocer la fugacidad de todo lo que existe y crear una conexión más profunda con ello precisamente por su naturaleza breve.
La capacidad para apreciar lo efímero sin aferrarnos
El mono no aware hace referencia a un sentimiento conmovedor ante la fugacidad de las cosas en el que se puede mezclar tanto la maravilla como la tristeza. Es la sensación agridulce de que todo es impermanente. La conciencia de que la vida es fugaz y nada es eterno.
Y si bien el mono no aware está impregnado de cierta nostalgia, también nos anima a abrazar el cambio y lo efímero comprendiendo que su belleza y grandiosidad radica precisamente en su carácter fugaz. A diferencia de la mirada occidental, que vincula lo impermanente con la pérdida y, por ende, con la tristeza, el concepto de mono no aware promueve un estado de calma y serenidad.
De esta forma no nos deshacemos por completo de la tristeza por la pérdida, pero la transformamos en un sentimiento más llevadero, una especie de gozo tranquilo que proviene de ser conscientes de que hemos tenido el privilegio de apreciar la vida en todo su esplendor. Es como si en lugar de llorar por el paso del tiempo, simplemente suspirásemos.
El mono no aware nos invita a concebir lo impermanente desde una nueva perspectiva para comprender que el aspecto más valioso de la vida radica precisamente en su imprevisibilidad. Nos enseña que intentar detener el flujo de la vida no solo es inútil, sino que a menudo genera sufrimiento. Por tanto, nos anima a ser espectadores de ese cambio constante sin aferrarnos a nada, dejándonos conmover por la fugacidad.
Una invitación a vivir el presente
En las vidas ajetreadas que llevamos, tenemos poco tiempo para mirar a nuestro alrededor. Nos falta esa mirada pausada que nos permite captar la belleza y fragilidad de lo que nos rodea. El mono no aware nos insta a detenernos ante la belleza efímera de las hojas de los árboles en otoño, el rayo de luz que se desliza sobre una roca, la risa de la persona que amamos o la mirada atenta de nuestra mascota.
No es casual que en la cultura japonesa el concepto de mono no aware esté profundamente vinculado a su fascinación por la floración de los cerezos, un fenómeno tan increíble como efímero. Eso significa que para aplicar el mono no aware necesitamos aprender a captar los instantes fugaces, intangibles y maravillosos de nuestra existencia.
En el fondo, se trata de concientizar que en la vida nada es permanente, todo pasa. Y si bien esa certeza puede generar cierta melancolía y tristeza, también puede ser vivida con serenidad y paz. Pero para ello debemos estar plenamente presentes pues solo así podremos sentir que hemos formado parte de ello.
El concepto de mono no aware no intenta romper la ilusión de que las cosas, las personas o las relaciones duran para siempre, sino de aprender a apreciar las cosas por su fugacidad y vulnerabilidad, conectar con su esencia y poder disfrutarlas mientras forman parte de nuestra vida.
Lo que vivimos en este instante, no volverá a repetirse. La vida cambia. Dejamos atrás algunas cosas para encontrar otras nuevas con las cuales maravillarnos, como las flores del cerezo que mueren cada temporada, pero también vuelven cada año para regalar su belleza efímera.
Referencias Bibliográficas:
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Chambers, G. (2013) The ‘Mono no Aware’ in Hanami: Re-reading its Festive, Aesthetic, and Contemporary Value. En: Semantic Scholar.
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