La inteligencia es la capacidad para resolver problemas, la sabiduría implica resolver esos problemas de la manera más eficaz y sensible posible. Una persona sabia no es necesariamente aquella que acumula más conocimientos sino quien los sabe usar de la manera más positiva y eficaz. Albert Einstein lo resumió a la perfección: «Una persona inteligente es aquella que resuelve un problema, una persona sabia lo evita«.
La sabiduría está profundamente vinculada a la capacidad para desarrollar una intuición profunda y un juicio correcto sobre la esencia humana. Una persona sabia no se guía por las normas sino por una convicción mucho más profunda. Al respecto, Aristófanes dijo que «aunque todas las leyes se abolieran, la persona sabia seguiría comportándose de la misma manera«, porque se guía por sus principios.
¿Cuáles son las características de las personas sabias?
- No culpan a los demás por sus errores
Una de las principales características de las personas sabias es que asumen la responsabilidad por sus decisiones y errores, no intentan culpar a los demás por sus equivocaciones. La persona madura y sabia es consciente de que los errores son oportunidades de aprendizaje y sabe que buscar chivos expiatorios no tiene ningún sentido. Esta perspectiva le permite seguir creciendo, en vez de quedarse atascado buscando culpables externos.
- Reconocen su ignorancia
Las personas sabias suelen ser humildes, no se vanaglorian de su sabiduría y, sobre todo, son conscientes de su ignorancia. No temen reconocer su incompetencia o desconocimiento en ciertos ámbitos porque tienen suficiente autoconfianza. Es precisamente esa humildad intelectual lo que les permite ser más sabios pues si no reconocemos lo que no sabemos, no podremos aprender, como les ocurre a quienes padecen el “efecto Dunning–Kruger”, personas incapaces de reconocer su propia ignorancia.
- Son curiosas
Ante lo desconocido, incierto o diferente, las personas sabias no se cierran ni se parapetan detrás de estereotipos sino que reaccionan con curiosidad y con la mente abierta. Estas personas se caracterizan por tener una mentalidad flexible y mostrarse dispuestas a explorar, lo cual les permite abrirse a nuevas ideas y formas de hacer que, al final, les ayudan a desarrollar una visión más global, madura y sabia del mundo. Beben de diferentes fuentes, y esa es una de las claves de su sabiduría.
- No se dejan dominar por las emociones
Psicólogos de la Universidad de Michigan descubrieron un vínculo entre las reacciones violentas y la ira con un bajo cociente intelectual. Todo parece indicar que emociones como la rabia y la ira obstaculizan el desarrollo intelectual. Las personas sabias lo saben y valoran su equilibrio mental, por lo que no permiten que los demás o las circunstancias dicten sus respuestas emocionales. Estas personas desarrollan un locus de control interno, por lo que son capaces de mantener bajo control sus emociones en diferentes circunstancias.
- No creen que son mejores que los demás
Los prejuicios son un signo inequívoco de falta de madurez y sabiduría. De hecho, muchas personas intentan esconder sus propias inseguridades intentando “aplastar” a los demás, es lo que se conoce como “Efecto de Compensación”. No es casualidad que un estudio realizado en la Universidad Brock haya descubierto que las personas con tendencia a la homofobia o el racismo tengan un cociente intelectual más bajo. Al contrario, una de las características de las personas sabias es que no creen que son superiores a los demás. Estas personas comprenden que todos somos únicos, y que hablar en términos de mejores o peores no tiene ningún sentido.
Fuentes:
Hodson, G. & Busseri, M. A. (2012) Bright Minds and Dark Attitudes. Lower Cognitive Ability Predicts Greater Prejudice Through Right-Wing Ideology and Low Intergroup Contact. Psychol Sci; 23(2): 187-195.
Huesmann, L. R. et. Al. (1987) Intellectual functioning and aggression. J Pers Soc Psychol; 52(1): 232-240.
Deja una respuesta