La eyaculación precoz es un problema que afecta a millones de hombres en todo el mundo socavando su autoestima y provocando graves daños a la relación en pareja. Por eso, no es extraño que quienes la padezcan se pregunten cuáles son las causas de la eyaculación precoz. ¿Se debe a la genética, a un hábito masturbatorio inadecuado desarrollado en la adolescencia y la juventud o a determinados rasgos de personalidad?
El componente genético de la eyaculación precoz
En el año 2009 un grupo de investigadores de la Universidad de Utrcht reclutó a 200 hombres holandeses que padecían de eyaculación precoz primaria y otros que no tenían ningún trastorno y actuarían como grupo de control. Así, se encontró que quienes sufrían de eyaculación precoz tenían un aspecto en común: una pequeña variación en el gen 5-HTTLPR.
Se conoce que este gen es el responsable de controlar los niveles de serotonina, un neurotransmisor que se ha relacionado con los procesos de inhibición (entiéndase el control de la ira, el sueño, el reflejo del vómito, el apetito y el deseo sexual). Por ende, no sería descabellado pensar que la disminución de los niveles de serotonina podría provocar problemas para controlar e inhibir el reflejo eyaculatorio ya que de esta forma estaría afectada la transmisión de señales nerviosas de inhibición provocando que la persona reaccione más rápido ante los estímulos del medio.
En práctica, estos investigadores descubrieron tres variaciones de este tipo de gen: el LL, el SL y el SS. Los hombres analizados que poseían la primera versión eyaculaban dos veces más rápido que los hombres que poseían las otras dos variantes del gen.
Otras causas fisiológicas
Más allá de este componente genético, también se conoce que algunos problemas urológicos pueden causar la eyaculación precoz. Específicamente, se hace referencia a procesos inflamatorios e infecciosos que atacan la próstata o la uretra (como la verumontanitis, la prostatitis crónica o la uretritis posterior).
Tampoco se pueden descartar los problemas de índole neurológica tales como las neuropatías. Esta patología afecta los filetes nerviosos que intervienen en el reflejo orgásmico y suele convertirse en la causa de los cuadros de «incontinencia eyaculatoria» secundaria.
También se conoce que la interrupción abrupta de algunos psicofármacos y narcóticos puede causar la eyaculación precoz. La efedrina, la fenilpropanolamina, la clorimipramina y la fluoxetina se encuentran entre ellos.
Finalmente, también se hace referencia a una hipersensibilidad en el glande, lo cual haría que los estímulos eróticos desataran inmediatamente una respuesta eyaculatoria.
Soy nervioso ergo Soy eyaculador precoz
Las características de personalidad también desempeñan su papel en la eyaculación precoz. De hecho, quien tenga cierta experiencia en las consultas de sexualidad de seguro se habrá percatado que la persona que sufre este trastorno suelen ser más ansiosas, inquietas e hiperactivas. A estos hombres les resulta bastante difícil relajarse y desconectar de los problemas cotidianos. En resumen, tienen lo que en Psicología se conoce como “ansiedad rasgo”.
Obviamente, estas peculiaridades personológicas se expresan en su vida sexual dando lugar a una sensualidad acelerada, ansiosa y con prisas. Los rasgos obsesivos, las personalidades dependientes y los trastornos en el control de los impulsos también se han asociado con la eyaculación precoz.
El aprendizaje: Cuando las prisas y los miedos se convierten en enemigos
No debemos olvidar que la eyaculación es un reflejo y, por ende, es susceptible al aprendizaje. Por eso, cuando los adolescentes comienzan a explorar su sexualidad, es esencial que adquieran buenos hábitos masturbatorios.
De hecho, cuando el hombre se masturba con prisas poco a poco va creando un reflejo mediante el cual, el más mínimo estímulo excitante del medio, incita el reflejo eyaculatorio. Posteriormente, cuando vive sus primeras relaciones sexuales con prisa y temor, estas reafirman el condicionamiento.
Una vez que esto sucede varias veces, el hombre se ve atrapado en un círculo vicioso que le genera una gran ansiedad. Va a la relación sexual con un miedo anticipado, duda de su desempeño y esto incluso puede dar paso a la disfunción eréctil.
Es importante que los adolescentes conozcan cómo funcionan sus órganos genitales. Debe saber que la eyaculación comprende dos acciones: emisión y expulsión. La emisión es el primer mecanismo donde se depone el líquido seminal de los conductos deferentes, las vesículas seminales y la glándula prostática hacia la uretra posterior. La segunda fase, la expulsión, implica el cerrado del cuello de la vejiga seguido de contracciones rítmicas de la uretra y la relajación intermitente del esfínter externo de la uretra.
Es vital que el hombre aprenda a controlar la eyaculación antes de que tenga lugar la expulsión, para ello debe aprender a centrarse en sus sensaciones y cuando percibe que está a punto de llegar a la emisión, detiene los estímulos excitantes.
¿La solución?
Realmente, son muy pocos los casos de eyaculación precoz debida a causas fisiológicas e incluso, si existe alguna determinación genética, existen ejercicios que te ayudarán a controlar el reflejo eyaculatorio. En el Ebook Eyaculación Precoz: 12 estrategias para combatirla podrás hallar técnicas muy eficaces para tener una vida sexual mucho más plena.
Fuentes:
Sánchez Bravo, C. et. Al. (2010) Perfiles de los indicadores relacionados con las disfunciones sexuales masculinas: trastorno de la erección, trastorno del orgasmo y eyaculación precoz. Salud Mental;33: 237-242.
Safarinejad, M. (2009) Polymorphisms of the Serotonin Transporter Gene and Their Relation to Premature Ejaculation in Individuals from Iran. The Journal of Urology, 181(6): 2656-2661.
Waldinger, M.D. & Schweitzer, D.H. (2006) Changing paradigms from a historical DSM-III and DSM-IV view toward an evidence-based definition of premature ejaculation. Part I-validity of DSM-IV-TR. Journal of Sexual Medicine; 3: 682-692.
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