Somos cada vez más conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud mental, pero a veces la vida no nos lo pone fácil. Desde la pandemia, los casos de depresión y ansiedad han aumentado más de un 25%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, el actual ritmo de vida y al nivel de estrés al que nos vemos sometidos no hacen sino acrecentar una “pandemia” invisible que afecta cada vez a más personas.
Para plantarle cara a esos problemas, es necesario contar con personal especializado. Y no se trata solo de psicólogos y psiquiatras, sino también de profesionales de la enfermería, quienes desempeñan un rol importantísimo en el cuidado y la atención de los pacientes con trastornos mentales.
Un viaje a los orígenes de la Enfermería Psiquiátrica
Las raíces de la Enfermería Psiquiátrica pueden rastrearse hasta la Guerra de Secesión Estadounidense, entre 1861 y 1865. En aquel momento, la maestra Dorothea Lynde Dix se encargó de recorrer los asilos y prisiones elaborando un detallado registro de la situación de los enfermos mentales. Su ejemplo inspiró a otras personas y dio pie al desarrollo de los centros psiquiátricos estadounidenses.
No obstante, fue Linda Richards, la primera enfermera profesional de América, quien más trabajó para difundir la enseñanza del cuidado al enfermo mental dentro de los hospitales de su región. Pensaba que la persona que padece un trastorno mental merecía el mismo cuidado que quien sufre una enfermedad física, algo que solo se podía lograr preparándose mejor. Por eso creó escuelas de capacitación como la del Taunton Insane Hospital en Massachusetts, el Worcester Hospital for the Insane y el Michigan Insane Asylum.
En el otro lado del mundo, Hildegard Peplau, también compartía esas ideas. Considerada por muchos como la madre de la Enfermería Psiquiátrica, trabajó durante la Segunda Guerra Mundial en un hospital neuropsiquiátrico donde tuvo que lidiar con esas afecciones. De hecho, uno de sus mayores aportes a la enfermería es su teoría sobre las relaciones interpersonales.
Peplau afirmaba que cuando el paciente no puede identificar y/o satisfacer sus necesidades, el personal de enfermería es esencial para asistirlos y favorecer su autonomía. Por lo tanto, creía que solo se puede proporcionar un cuidado de calidad cuando existe una buena comunicación y una relación de confianza entre el enfermero y el paciente.
Mucho tiempo ha pasado desde entonces. La Enfermería Psiquiátrica ha seguido profesionalizándose, incorporando los últimos descubrimientos de la Psicología, la Psiquiatría y la Medicina para brindarles a los pacientes la ayuda, los cuidados y el apoyo que necesitan en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.
¿Cómo especializarse en Enfermería en Salud Mental?
Hoy es mucho más fácil especializarse en el cuidado de los pacientes con trastornos mentales que hace décadas. No obstante, hay que seguir un trayecto formativo específico. En España, por ejemplo, el Real Decreto sobre las especialidades de Enfermería del 2005 regula la especialidad de Enfermería de Salud Mental.
Primero debes contar con un grado de Enfermería, una titulación universitaria de cuatro años de duración que incluye entre sus asignaturas la Enfermería en Salud Mental. Sin embargo, esa materia no es suficiente para ejercer.
Tendrás que seguir preparándote con otros cursos de especialización, como el máster en Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental. También tendrás que prepararte y aprobar el examen EIR (Enfermero Interno Residente). Cuando tengas una plaza de residente en esta especialidad, tendrás que realizar un sistema de residencia durante dos años.
Durante esta etapa como enfermero residente, recibirás seguimiento y una valoración a lo largo del proceso formativo para poder adquirir las competencias profesionales necesarias. Una vez finalizado el periodo de residencia y habiendo superado todas las evaluaciones, obtendrás tu título de especialista en Enfermería de Salud Mental.
Constructores de esperanza: la labor del enfermero especializado en salud mental
Los profesionales especializados en Enfermería Psiquiátrica pueden trabajar en los tres niveles de atención brindando cuidados personalizados.
- Atención primaria, fundamentalmente en labores de prevención para proteger la salud mental de la población e impedir que se instauren los trastornos psicológicos. Su labor se enfoca fundamentalmente en informar y dar seguimiento a los grupos y personas más vulnerables.
- Atención secundaria, enfocándose en quienes ya padecen un trastorno mental. Se encargan de detectar los casos y facilitar el acceso al tratamiento para limitar en la medida de lo posible las consecuencias negativas del problema psiquiátrico.
- Atención terciaria, centrada en las personas que han desarrollado una afectación grave debido a un trastorno mental. En estos casos, el objetivo es ayudarles a recuperarse, desarrollar sus habilidades, promover la autonomía y prevenir las recaídas o evitar que se produzca un grado de discapacidad mayor.
Los enfermeros y las enfermeras especializados en salud mental siempre están pendientes de los pacientes para detectar, por ejemplo, los efectos secundarios de los psicofármacos, así como para constatar las respuestas positivas al tratamiento.
Al mantener un contacto más directo e inmediato, se convierten para muchos pacientes en un apoyo invaluable justo en los momentos en que se sienten más frágiles emocionalmente. Son quienes están las 24 horas del día con los pacientes ingresados y dan seguimiento a los que han sido dados de alta.
Gracias a su trabajo cotidiano, su formación y experiencia, muchas personas pueden llevar una vida más independiente sin estar estigmatizadas o encerradas entre cuatro paredes. No solo son esenciales para la estabilización psicopatológica, sino también para intentar que los pacientes no pierdan su funcionalidad o para ayudarlos a recuperar sus habilidades sociales y autonomía.
De hecho, los enfermeros y enfermeras especializados en salud mental desempeñan una labor vital para mejorar la adherencia terapéutica y la calidad de vida de las personas con trastornos psiquiátricos. Por eso, aunque normalmente trabajan “en la sombra”, es fundamental reconocer su entrega cotidiana para lograr que estas personas puedan llevar una vida más plena.
Referencias Bibliográficas:
(2022) World mental health report: Transforming mental health for all. En: OMS.
Phoenix, B. J. (2019) The Current Psychiatric Mental Health Registered Nurse Workforce. Journal of the American Psychiatric Nurses Association; 25(1): 10.1177.
Chávez, B. et. Al. (2018) Enfermería Psiquiátrica: Un pilar en la salud mental. Enfermería Psiquiátrica; 15(65): 75-84.
Hagerty, T. A. (2017) Peplau’s Theory of Interpersonal Relations: An Alternate Factor Structure for Patient Experience Data? Nurs Sci Q; 30(2): 160–167.
García A. (2006) Situación actual de la especialidad de enfermería en salud mental. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría; 26(2): 2340-2733.
Richards, L. (1915) Early Days in the First American Training School for Nurses. American Journal of Nursing: 16; 174-179.
Deja una respuesta