
Si miras atrás intentando recordar aspectos de tu infancia, cuando tenías menos de 3 años, es probable que encuentres una inmensa laguna. Los pocos recuerdos que tienes casi siempre provienen de historias que te han hecho tus padres pero no son recuerdos reales sino implantados. A este fenómeno se le conoce como “amnesia infantil” y lo sufrimos casi todos: perdemos nuestros primeros recuerdos autobiográficos.
Se trata de un enigma para la Psicología porque los niños de 3 años son capaces de recordar eventos anteriores pero a partir de algún momento, estas memorias comienzan a difuminarse hasta que se pierden por completo. Ahora investigadores de la Universidad de Emory han intentado seguirles la pista a estos recuerdos.
¿Cómo lo hicieron?
Estos psicólogos grabaron a las madres mientras hablaban con sus hijos de 3 años sobre seis eventos pasados, como una visita al zoológico o el primer día que fueron al jardín de la infancia. Luego, los investigadores volvieron a contactar a estas familias cuando los niños tenían 5, 6, 7, 8 y 9 años. De esta forma pudieron darle un seguimiento personalizado a los seis recuerdos de los niños.
Así fue como descubrieron una interesante paradoja: entre los 5 y 7 años los niños recuerdan más del 60% de los eventos que habían vivido antes de los 3 años. Sin embargo, el recuerdo de estos acontecimientos era inmaduro; es decir, contenía valoraciones poco objetivas y escasas menciones de tiempo y lugar. Sin embargo, entre los 8 y 9 años los niños recordaron menos del 40% de los eventos pero los que se habían fijado en su memoria eran más sólidos.
La amnesia infantil y el olvido por recuperación
Los experimentadores creen la memoria y el consecuente proceso de olvido de los hechos autobiográficos comienzan a tomar forma a partir de los 7 años. Según estos psicólogos, la causa sería el olvido inducido por la recuperación.
Por ejemplo, a menudo olvidamos cosas, como dónde dejamos las llaves del coche o el nombre de un filme. Sin embargo, el olvido no siempre es algo negativo, a veces, cuando nos esforzamos por recordar algo, tenemos que inhibir o impedir la recuperación de alternativas que en realidad solo compiten por entrar en la conciencia y no nos aportan información útil. Por tanto, cuando intentamos recuperar de la memoria un dato específico, eso implica que estamos inhibiendo otros y que podemos relegarlos al olvido.
Este mecanismo podría explicar, al menos en parte, la pérdida de los recuerdos biográficos. Al parecer, cuando comenzamos a ir adelante en el tiempo, algunos recuerdos se vuelven difusos, lo cual es perfectamente comprensible y, en nuestro esfuerzo por buscar más detalles sobre algunas situaciones, lo que hacemos es borrar otros hechos.
Obviamente, esta es tan solo una parte de la explicación. También se afirma que perdemos los recuerdos infantiles porque estos se almacenen fundamentalmente a través de imágenes ya que antes de los tres años no usamos mucho el lenguaje. Sin embargo, cuando el lenguaje se hace dominante, esos primeros recuerdos podrían estar en franca desventaja.
Fuente:
Bauer, P. J. & Larkina, M. (2013) The onset of childhood amnesia in childhood: A prospective investigation of the course and determinants of forgetting of early-life events. Memory; 22(8): 907-924.
Gofioman Toni dice
Me parece interesante, pero sin ser erudito en la nada, yo me decantaría por otra solución: La papelera de reciclaje.
Así como en un ordenador los programas y los datos que los componen son sustituidos por versiones mejoradas y actualizadas, el cerebro, como un ordenador biológico que es realiza la misma función y "manda" a la papelera de reciclaje todo aquello que no le es necesario y/o considera que es irrelevante o simplemente un estorbo (las malas experiencias por ejemplo)
La papelera, en realidad nunca se vacía. Los recuerdos están ahí, pero el bibliotecario que maneja el preconsciente, no le gusta mucho bajar a recuperar "viejos y denostados mamotretos".
Gofioman Toni dice
No estoy de acuerdo de que sólo imágenes conforman los recuerdos primarios. También funcionan el resto de sentidos pero cuando el contenedor de datos (desde un punto de vista informático), empieza a crecer y hacerse más complejo, los datos iniciales ya no son fuente de conocimiento.
Tu ordenador tiene una "caché" para manejar los datos mas usuales de forma muy rápida y accesibles.
Algunos programas de desfragmentación del disco duro, no sólo reagrupan los datos, también los recolocan por orden de uso y/o importancia. Los menos usados, quedan relegados al final del disco o pila de datos.
Pues, volviendo al principio, eso es lo que creo que hace exactamente nuestro cerebro, reorganizar los datos según uso y conveniencia.
Eso de "a partir de los 7 años" … es un poco cogido con pinzas. El proceso seguro que es continuo y progresivo. Quizás es en los 7 años donde podemos observar un cambio cualitativo y cuantitativo mayor con respecto al anterior porque también hay un cambio biológico y en el uso del lenguaje.
Si te das cuenta, al envejecer, pasa justo lo contrario. Siempre tendemos a retener los datos más complejos y que consideremos más importantes en nuestra experiencia y el resto desecharlos a la papelera de reciclaje.
Saludos.-
Jennifer Delgado dice
Hay toda una corriente de la Psicología que intenta explicar nuestros procesos a través de la comparación con el funcionamiento de las máquinas. En realidad, creo que estos teóricos tienen grandes aciertos pero también grandes lagunas.
No obstante, si lees con atención el texto, no se indica que la memoria infantil está formada "solo" por imágenes, sino "fundamentalmente" por imágenes, que es diferente.
nicolasrado dice
¿Y qué hay acerca de lo imaduro del hipocampo en cuanto a formación a la edad de tres años? ¿No será un poco menos rebuscada la explicación y la falta de recuerdos de la niñez temprana se deba a que esta estructura aun no se encuentra completamente madura?
Jennifer Delgado dice
Es cierto que a los 3 años la mayoría de las estructuras cerebrales aún no han madurado lo suficiente, entre ellas el hipocampo. Sin embargo, apunto que lo curioso de la investigación es que alrededor de los 5-7 años había una buena cantidad de recuerdos y después, una gran parte de estos se borraron.