Aunque el título parezca de ciencia ficción, lo cierto es investigadores del University College of London han logrado leer los recuerdos de las personas.
Históricamente hemos comprendido los recuerdos como «trazas» en el cerebro sustentadas en patrones de actividad eléctrica que estimulan conexiones entre las redes neuronales. Estas conexiones se reactivarían cuando el recuerdo es recuperado. Este concepto fue propuesto en el siglo pasado pero lo cierto es que la naturaleza de estas «trazas» y la localización de las mismas en el cerebro se habían mostrado bastante elusivas hasta que ahora, con el uso de la resonancia magnética funcional, se han decodificado «trazas» de recuerdos e incluso se ha llegado a predecir cuáles de estos recuerdos recientes acudirá a la memoria en un breve espacio de tiempo.
Estos espectaculares resultados se sustentan en investigaciones anteriores desarrolladas por el mismo equipo de neurocientíficos en las cuales mostraban la posibilidad de predecir la posición que asumirían las personas en un entorno de realidad virtual a partir del análisis de su actividad hipocampal.
El estudio que ahora traigo a colación contó con 10 voluntarios a los cuales se les presentaron tres filmes cortos, cada uno compuesto por mujeres diferentes que realizaban una serie de acciones. Los voluntarios vieron cada una de estas secuencias un total de 15 veces y posteriormente fueron sometidos a un escaneo cerebral donde se les pidió que recordaran las escenas que habían visto de la forma más vívida posible.
En el primero de los intentos, una pequeña pista sobre la imagen a recordar se mostraba en un lado pequeño de la pantalla para indicarles a las personas cuál de las secuencias debían rememorar. Los investigadores simplemente se limitaron a grabar los patrones de actividad cerebral.
En el segundo intento, los participantes decidieron por sí mismos qué secuencia recordar y posteriormente indicaban qué filme habían recuperado. Esta operación se repitió 30 veces mientras se grababa la actividad cerebral.
Así, los investigadores hallaron que las «trazas» de las memorias podían ser detectadas, decodificadas y distinguidas de las otras. Estos datos y el análisis de la actividad hipocampal, les permitieron además, predecir con gran minuciosidad cuál de los tres recuerdos iba ser recuperado.
Por si estos resultados fueran insuficientes, los neurocientíficos también hallaron que realmente la actividad del recuerdo era bastante consistente entre todos los participantes y en cada uno de ls intentos, lo cual les permitió establecer un mapa de las frecuencias de heat.
Vale aclarar que, si bien los experimentos de este tipo son conocidos en los medios de comunicación bajo la conocidísima etiqueta de «leer la mente», en realidad estas predicciones son posibles a partir de un sistema algorítmico computarizado que distingue entre un número muy limitado de patrones de actividad cerebral.
Como ya podremos presuponer, la cantidad de recuerdos que alberga una sola persona; hasta el momento no podrían leerse con este procedimiento ya que la tecnología aún no posee esta capacidad. Además, supondría un procedimiento en extremo engorroso donde la persona debería activar cada uno de sus recuerdos obtenidos recientemente para así poder crear una suerte de copia de la memoria. No obstante, quizás con el desarrollo de la tecnología lo que hoy se perfila como un sueño, pueda convertirse en una realidad, los primeros pasos ya están dados.
Fuente:
Chadwick, M. J., et al. (2010) Decoding Individual Episodic Memory Traces in the Human Hippocampus. Curr. Biol; 20(6): 544-547.
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