El trastorno oposicionista desafiante es una psicopatología que afecta aproximadamente al 5% de la población infanto-juvenil. En algunos casos los síntomas se atenúan con la edad pero en otras ocasiones se recrudecen. De esta forma, muchos padres no saben qué hacer ni qué medidas tomar para contrarrestar los comportamientos que le hacen daño tanto al niño o al adolescente como a quienes conviven con él.
Tratamiento del trastorno oposicionista desafiante: 7 consejos prácticos
En primer lugar se debe conocer que existen diferentes aproximaciones terapéuticas ante este trastorno. Casi siempre, la primera opción del psicólogo es optar por la orientación psicoeducativa; es decir, entrenar a los padres para que aprendan cuál es la forma más adecuada de relacionarse con su hijo. En dependencia de la intensidad de la patología, también se puede incorporar la psicoterapia e incluso se puede recurrir al tratamiento farmacológico (se suelen usar, en dependencia de si existen o no otros trastornos asociados, medicamentos como la sertralina, fluoxetina, paroxetina, atomoxetina risperidona y el aripiprazol).
No obstante, los resultados no son inmediatos y el éxito de la terapia dependerá en gran parte de la adherencia terapéutica; en otras palabras, de cuánto se apliquen en la terapia tanto el niño o adolescente como sus padres. Siempre se debe tener presente que el tratamiento del trastorno oposicionista desafiante no es una terapia dirigida exclusivamente al niño sino a toda la familia.
En segundo lugar se debe ser consciente de que cada caso es único por lo que conllevaría un análisis individual que permita implementar, no un tratamiento del trastorno oposicionista desafiante sino un tratamiento de la persona en sí y su entorno familiar específico. No obstante, si hablamos en términos generales podríamos hacer referencia a una serie de pautas o consejos prácticos que podrían ayudarles a manejar en el día a día los comportamientos disruptivos del niño.
1. Prestar atención a los comportamientos positivos y reforzarlos usando el elogio, el reconocimiento o el agradecimiento. En muchas ocasiones los padres se centran en las conductas negativas porque son las que provocan desazón y displacer pero es muy importante focalizarse en todo lo positivo que realiza el niño. Para comprender la importancia de este cambio de actitud basta ponernos por un segundo en su lugar: ¿qué pensaríamos y cómo actuaríamos nosotros mismos si nunca nos alaban cuando hacemos algo positivo sino que, al contrario, nos recriminan constantemente ante los errores?
2. Obviar los comportamientos negativos. A veces los gritos y el enfado actúan como reforzadores de las conductas que desearíamos evitar. Por ende, siempre que sea posible y no se trate de un comportamiento imperdonable, es mejor hacer caso omiso de las conductas disruptivas. De esta forma podrían extinguirse por sí solas con el paso del tiempo.
3. Anticipar las situaciones problemáticas. Si se sabe que existen momentos particularmente tensionantes en los cuales el niño o adolescente suele responder de manera negativa, la mejor opción es anticiparse a su respuesta y proponerle otra actividad u otra manera de enfrentar esta situación.
4. Explique cuáles son los comportamientos inaceptables y por qué. De esta forma ya el niño sabrá qué se espera exactamente de él. Muchos padres cometen el error de castigar a sus hijos sin haberles dicho jamás qué esperaban de ellos. Por supuesto, esto genera inseguridad y rencor.
4. Imparta órdenes y establezca normas de forma eficaz y, lo que es aún más importante, hágalas cumplir. En muchas ocasiones se aprecia que detrás del trastorno oposicionista desafiante se esconde un estilo educativo permisivo. Por supuesto, el niño se percata inmediatamente de ello y asume el control volviéndose dominante y manipulador. Ser constantes es un factor clave para poder eliminar las conductas disruptivas.
5. Utilice el castigo de forma asertiva. Es decir, en vez de pegarle o gritarle, aplique un castigo que le sirva al niño para aprender una lección importante. Recuerda que la violencia genera más violencia por lo que la agresión (ya sea en el plano físico o mental) nunca es la solución más adecuada.
6. Aplique inmediatamente el castigo. No espere a que la conducta negativa se vuelva a repetir sino que debe atajarla en el momento en que tiene lugar. Además, recuerde que el castigo no debe ser proporcional al nivel de frustración que sientas sino que debe adecuarse a la transgresión real. Aplicar castigos desproporcionados es tan negativo como no hacerlo.
7. Hágale notar las consecuencias específicas de su comportamiento. El niño con trastorno oposicionista desafiante necesita normas claras pero también debe saber cuáles son las consecuencias de su comportamiento. No se pierda en elucubraciones sobre el futuro, simplemente hágale notar las consecuencias en el aquí y ahora, desde aquellas en el plano material hasta los daños desde la perspectiva emocional.
Fuente:
Rigau, E.; García, C. & Artigas, J. (2006) Tratamiento del trastorno de oposición desafiante. Revista de Neurología; 42 (Supl 2): 83-88.
fridalaide dice
que tal. soy de Mexico y me gustaria saber si alguien conoce un especialista que pudiera ayudarnos ya que por lo que he estado leyendo, muy probablemente mi hijo de 9 años tenga el trastorno.
al estar leyendo los comentarios, me doy cuenta de que no somos los unicos que sufren de discriminación tanto por parte de maestros, autoridades escolares, papas y compañeros. desde mi punto particular, esto me hace sentir muy triste, ya que como muchos lo mencionaron, los maestros propician la segregación de mi hijo. por favor, si alguien puede sugerirme a donde puedo acudir en Mexico para ayudar a mi hijo, se lo voy a agradecer infinitamente
Jennifer Delgado dice
Hola,
Lo siento, pero no conozco a ningún psicólogo en México. No obstante, supongo que en la misma escuela te puedan informar, o en tu centro de salud. Tendrías que buscar un psicólogo infantil, en tu ciudad.
natalia estrada dice
Hola a tod@s mi hijo de 8 años también fue diagnosticado con Trastorno Oposicionista Desafiante, es complejo y doloroso para mi como madre, cada testimonio que leo me llega profundamente……animo, paciencia y perseverancia con amor todo es posible.
Monserratt jorquera jorquera dice
Ufff…que fuerte. Yo estoy en lo mismo llevo 6 años en este recorrer de especialistas…fiestas y experiencias desagradables por el temperamento y la forma de actuar…creo que a veces quisiera dejar de ser tan conciente. Pero si yo no acepto a mi hijo de 11 años oposicionista…quien?
Mariela Impini dice
Buenos días… observo en uno de mis alumnos muchas de estas características, he hablado con la familia pero no hay apoyo alguno. Me preocupa mucho porque la poca o mucha ayuda que reciba será desde la escuela. No se como ayudar al niño, siempre ataca verbalmente a cualquiera de sus compañeros, a los docentes los interrumpe de continuo, hemos probado muchísimas estrategias pero parece que no alcanza. Cuando le llamo la atención se cierra en si mismo, llora y después de un rato como si nada. Se hace muy difícil dar clases con él. Agradecería me indicará algún material para leer y/o sugerencia que pueda poner en practica. Muchas gracias
Jennifer Delgado dice
Hola Mariela,
La verdad es que estos casos se suelen remitir al psicólogo o psicopedagogo que debería trabajar codo a codo con la escuela. El problema es que no basta con atajar las conductas, es necesario realizar un trabajo profundo para encontrar su causa.