La resiliencia es la capacidad que tenemos para sobreponernos a situaciones que generan un gran impacto emocional, que son dolorosas. Hay personas más resilientes que otras pero lo cierto es que la resiliencia no es una cualidad innata sino que se puede potenciar a lo largo del camino, lo cual es muy útil porque aprenderemos a enfrentar los contratiempos sin que estos nos dañen demasiado.
¿Cómo fomentar la resiliencia aquí y ahora?
1. Cultiva las relaciones interpersonales. Las personas resilientes normalmente tienen un sólido grupo de apoyo, amigos, familiares o simples conocidos con los cuales puede contar, no solo para compartir las alegrías sino también los problemas. De hecho, numerosos estudios han demostrado que las redes sociales de apoyo marcan la diferencia cuando se trata de problemas psicológicos.
2. Evita pensar en las crisis como en problemas insuperables. Uno de los secretos de las personas resilientes es comprender las crisis como momentos que pasarán. Es decir, no se ahogan en un vaso de agua, por muy mal que se sientan en el aquí y ahora, son capaces de mirar al futuro y encontrar algo positivo.
3. Acepta que el cambio es parte de la vida. A veces la vida nos pone obstáculos que no veíamos venir y nos impide lograr ciertos objetivos. Las personas resilientes no se regodean en la auto conmiseración sino que aceptan el cambio y continúan el camino.
4. Camina hacia tus metas. Plantéate objetivos y haz algo para alcanzarlos, incluso si se trata de un paso más pequeño. A menudo caemos en el error de ponernos metas que jamás logramos simplemente porque no nos movemos. Pregúntate en qué dirección quieres ir y haz que tu día a día te conduzca hacia allí.
5. Se proactivo, decide. En vez de lamentarte por lo que ha sucedido, pensar en lo desgraciado que eres y en todas las cosas buenas que le suceden a los demás, toma decisiones y llévalas a cabo. Los problemas no se resuelven solos, las personas resilientes lo saben y por eso enfrentan las dificultades en vez de escapar de ellas.
6. Descúbrete. Nadie se conoce completamente a sí mismo y a menudo se asombran de las cosas que serían capaces de hacer ante situaciones límites. La adversidad puede sacar lo mejor de nosotros mismos dándonos una fuerza que no creíamos tener. Aprovecha esos momentos para conocerte y explorar tus capacidades.
7. Cultiva una visión positiva de ti. El desarrollo de la confianza es una de las clave para desarrollar la resiliencia y poder resolver los problemas. Vigila tu diálogo interior y cámbialo por un discurso más positivo.
8. Mantén la perspectiva. Incluso cuando te enfrentes a acontecimientos muy dolorosos, intenta analizar la situación en un contexto más amplio, con una perspectiva a largo plazo. Evita exagerar los problemas y sus consecuencias. Es muy oportuno pedirle a otras personas su opinión porque estas tendrán una visión más objetiva del asunto.
9. No abandones la esperanza. Una visión optimista no es la panacea y no resolverá por sí sola los problemas pero sin duda es de gran ayuda. Intenta visualizar lo que deseas y concéntrate en ello, focalízate en los aspectos positivos que te dan fuerza para continuar adelante.
10. Cuídate. La resiliencia no es un pozo de fuerzas sin fondo, hay ocasiones en que es necesario hacer un alto y expresar el miedo o el dolor. por tanto, préstale atención a tus necesidades y sentimientos. Date tiempo para divertirte y relajarte, cuida de tu mente y tu cuerpo, así estarás mejor preparado para plantarle cara a la adversidad cuando aparezca.
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