Cuando las circunstancias nos desbordan…
1. ¿Estás respirando? En algunas ocasiones, lo único que puedes hacer es respirar. Cuando el estrés y la angustia son tan grandes que te paralizan, concentrarse en la respiración es el primer paso para reencontrar la serenidad. De hecho, ¿sabías que a través de una respiración acompasada y profunda puedes incidir sobre el sistema nervioso autónomo y hacer que la presión arterial y el latido cardíaco vuelvan a la normalidad? Si te sientes muy estresado, busca 10 minutos al día y respira profundamente.
Magnífico artículo. Apareció en el momento en que más lo necesitaba y me ha sido de gran ayuda. Lo mantendré siempre a mano. Muchas gracias