Estás en un contexto relajado con los amigos, tu familia o pareja, todos hablan y ríen, pero de repente te embarga la sensación de que eres invisible. Es como si te hubieras esfumado. Sientes que nadie te escucha, que tus opiniones no se tienen en cuenta e incluso puede que te preguntes qué estás haciendo ahí.
En realidad, se trata de una sensación que muchas personas han experimentado al menos una vez en la vida. Puede durar tan solo unos minutos o puede extenderse a lo largo del tiempo durante meses o incluso años.
Sentirse invisible puede tener diferentes causas, pero su origen común, lo que se esconde en su base, es la falta de lazos que nos conecten con las otras personas. Nos sentimos invisibles y solos porque creemos que no existen lazos que nos unan a las personas con las cuales compartimos nuestro día a día. Puede tratarse de lazos en el plano afectivo (sentimos que no somos suficientemente significativos para los demás) o vínculos en el plano cognitivo (creemos que no tenemos temas de conversación comunes o que no compartimos los mismos valores).
De una forma u otra, nos sentimos invisibles cuando creemos que existe una gran brecha entre nosotros, entre lo que pensamos, creemos y sentimos, y lo que piensan, sienten y cree el resto de las personas.
A veces esta distancia se crea porque hemos cambiado, porque nuestro sistema de valores y/o necesidades se ha transformado y ya no encontramos satisfacción dentro del grupo al que pertenecíamos. De hecho, entrar y salir de determinados grupos forma parte del proceso de la vida.
Si las personas no cambian junto a nosotros, es probable que vayamos perdiendo los puntos de contacto que antes nos unían. Sin embargo, a veces son los otros quienes cambian y nosotros somos los que nos mantenemos apegados a las viejas costumbres y valores.
¿Cómo dejar de ser invisible en tres pasos?
1. Analiza la situación de la manera más objetiva posible
En ocasiones la sensación de ser invisibles es pasajera y no es necesario armar una tormenta en un vaso de agua. A veces se debe a determinada coyuntura en la cual las otras personas están demasiado ocupadas, pero no se ha producido ningún cambio radical y, con un poco de paciencia, las aguas volverán a tomar su cauce.
Otras veces se debe a que necesitas un apoyo adicional porque estás pasando por una situación complicada y los demás no se han dado cuenta. Sea cual sea la causa de esa sensación, lo importante es que intentes averiguar de dónde proviene. Recuerda cuándo fue la primera vez que te sentiste invisible. ¿En qué situaciones la sensación de invisibilidad es más acentuada?
2. Comunica lo que sientes
Si necesitas más apoyo o sientes que tus opiniones no están siendo tomadas en consideración, simplemente dilo. A veces los demás están demasiado ensimismados en sus vidas como para darse cuenta de estos detalles, pero si les pides ayuda probablemente estarán encantadas de ofrecértela.
Lo peor que puedes hacer es rumiar continuamente esa sensación porque así solo acabarás centrándote en los aspectos negativos y aumentarás aún más la brecha. Expresa de manera asertiva lo que necesitas en esos momentos y explícales cómo pueden ayudarte. Para ello, primero es importante que explores cómo te hace sentir ese sansación de invisibilidad. ¿Qué tipo de pensamientos tienes cuando te sientes invisible? ¿Cómo respondes a esos pensamientos? ¿Qué emociones despierta esa sensación de invisibilidad?
3. Busca puntos en común con los demás
Si te sientes invisible porque has cambiado o porque lo han hecho las otras personas, es prácticamente imposible que ya no tengáis más puntos en común. Al fin y al cabo, algo os ha mantenido unidos durante mucho tiempo.
Establecer una conexión con los demás es una manera para dejar de ser invisible. Sin embargo, cuando uno se siente solo e incomprendido, es normal que se centre en los aspectos negativos que nos separan de los demás. Sin embargo, intenta concentrarte en las cosas que tenéis en común y poténcialas.
Sugey Hermosillo dice
Pero que pasa cuando intentas algo y nadie te hace caso que le comunicas lo que pasa y sólo se burlan y te dicen que estas loc@ eso si es ser invisible
Jennifer Delgado dice
Cierto, ser ignorado es otra manera de ser invisible.
Cuando tienes problemas y las personas de tu entorno no te prestan atención, lo mejor es acudir a un psicólogo o un médico.
Marivi dice
Toda mi vida he sido ignorada, relegada y ridiculizada por mi forma de pensar y actuar. No es que algo haya cambiado en mi o en los demás, es que sin importar lo que haga la gente me ignora o se burla de mi por no ser lo que ellos esperan que sea. He intentado de todo, he visto muchos psicólogos y todos intentan cambiar lo que eres. Creo que mas bien lo que necesito es aprender a vivir con el rechazo y la soledad, pero aun no lo he logrado y ya empiezo a cansarme 🙁
Eider dice
A mi hace un tiempo que también me pasa…me siento un poco ignorada…tal vez sea yo…no sé muy bien… Ánimos Marivi!!! A mi me encanta las personas que se atreven a ser ellas mismas!! Tal vez los demás quieren ser como tú pero no se atreven e intentan que seas un autómata más…un abraza bonita
Francisco dice
Hola, llegué a este artículo, porque a menudo me siento ignorado en un grupo Wasap de viejos colegas. Cada vez que opino en un tema o respondo a una pregunta general que alguien del grupo haga, no obtengo respuesta u otra opinión, ni nada. Si yo y otro del grupo, dimos respuesta a la misma pregunta u opinión al mismo comentario, las palabras de vuelta, vienen dirigidas al otro, ni siquiera a ambos, en fin, por eso, entre otras cosas me siento invisible, incluso hasta en grupos familiares!!.
Es que realmente «soy invisible»?????. Si no opinan a este comentario, me declarare «Realmente Invisible». jajaja.
Jennifer Delgado dice
Hola Francisco,
No eres invisible, el problema es que hay muchas veces que no sabemos encajar en determinados o simplemente hay personas que no empatizan lo suficiente.
Maria dice
Yo llevo toda la vida siendo invisible. Desde siempre se me ha dejado bien claro que lo que yo piense o sienta no tiene la más mínima importancia. Amigos, familia, todos. Nunca he podido tener un trabajo decente, nunca nadie ha mostrado ningún interés por lo que tenga que ofrecer. Da igual cuánto se intente, siempre habrá otros mejores, o simplemente «visibles». Moriré y solo se darán cuenta cuando mi cadáver empiece a apestar y el olor moleste a los vecinos.
Jennifer Delgado dice
Hola Maria,
Lamento tu experiencia. No sé qué edad tienes, pero no tires la toalla. Existen muchas formas de establecer conexiones significativas que puedan ser satisfactorias, también en la distancia o incluso con los animales. Hacer voluntariado, por ejemplo, es una manera de conectar y volverse visible.