Puede parecer una pregunta de Perogrullo pero lo cierto es que en nuestro día a día asumimos diferentes máscaras sociales para relacionarnos con las personas. No nos comportamos de la misma manera en el trabajo que entre los amigos, con la pareja o quizás cuando estamos solos o conocemos a alguien que comparte nuestros mismos intereses. El problema es que a fuerza de utilizar estas máscaras diferentes podemos olvidar quiénes somos en realidad y comenzamos a sentirnos mal, a experimentar una sensación de vacío.
Ser uno mismo no implica comportarse de la misma manera en los diferentes contextos porque esos cambios forman parte de la adaptación social. Sin embargo, significa ser más natural y espontáneo, encontrar la manera de expresar nuestra identidad en cada uno de esos contextos, sin sentirnos cohibidos. ¿Cómo lograrlo?
5 claves para ser uno mismo
1. Potencia el autoconocimiento. No puedes ser auténtico si no te conoces, es una verdad tan simple como desestimada. Muchas personas usan esas máscaras sociales simplemente porque no tienen claros cuál es su sistema de valores, cuáles son sus aptitudes y qué quieren de la vida. El autoconocimiento es la vía para poder ser uno mismo, para sentirse a gusto y expresarlo en cada uno de nuestros ámbitos de actuación. ¿Qué te gusta? ¿Qué te motiva? ¿Qué quieres lograr? ¿Cuáles son tus mejores habilidades?
2. Trabaja la autoconfianza. La mayoría de las personas que no logra ser auténtica es porque no confían en sí mismas, no creen que mostrándose tal cual son recibirán la aceptación que necesitan. Por eso, un pilar fundamental de la autenticidad consiste en confiar en uno mismo, lo cual no significa que debes creer que eres un Superman, todos tenemos defectos y es importante conocerlos pero debe primar una visión positiva de tus habilidades y de tu capacidad para mejorar día a día.
3. Acéptate como eres. ¿Cómo puedes pretender que los demás te acepten si primero no te aceptas a ti mismo? Uno de los secretos de las personas que se comportan de manera desprejuiciada y auténtica radica en la aceptación incondicional. Estas personas son conscientes de que tienen defectos y cometen errores pero, aún así, se aman por sus potencialidades y se aceptan sin sentirse culpables y sin menospreciarse.
4. No busques la aprobación. A todos nos encanta ser aceptados y encontrar a personas que nos abren los brazos allí donde vamos pero no siempre será así, mientras antes lo asumamos, más rápido podremos desligarnos de la necesidad de aprobación. Esto no significa que seremos inmunes a las críticas negativas o al rechazo porque, en lo más profundo, seguimos siendo seres sociales. Sin embargo, los encararemos desde una perspectiva más madura y aprenderemos a encontrar el equilibrio entre la necesidad de encajar en el medio social y la posibilidad de expresarnos como somos.
5. Abandona el perfeccionismo. Ser uno mismo y, a la misma vez, intentar comportarse de manera perfecta, son dos conceptos que no van de la mano. Ser uno mismo implica ser más natural, más auténtico, actuar poniéndonos menos barreras y, obviamente, eso nos puede llevar a equivocarnos. Por tanto, en el proceso de ser auténticos debemos aprender a abrazar los errores como enseñanzas de vida y abandonar el perfeccionismo que se convierte en una caja que limita nuestras potencialidades.
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