¿Quién no ha experimentado al menos una vez en su vida un bloqueo mental? No importa cuantos documentos abras, de qué color esté pintada la habitación donde trabajas o cuanto te motives… el bloqueo mental llega y amenaza con sentar casa en tu cabeza. En esos momentos, parece que estamos en un laberinto sin salida.
Entonces la solución más simple y también una de las más eficaces es tomarse un descanso. Después de una hora o incluso de varios días, puedes regresar con nuevas fuerzas al trabajo y apreciar perspectivas que antes no eran visibles y ni siquiera se vislumbraban en el horizonte.
Se trata de la maravillosa capacidad de nuestra mente de trabajar en modo de “piloto automático”. Es decir, mientras aparentemente estamos desconectados del problema, nuestro inconsciente continúa trabajando en él hasta dar con la solución. En la Psicología a este proceso se le denomina “incubación”.
La incubación: Ese gran misterio
En el 1926 Graham Wallas, un psicólogo inglés, presentó la incubación como parte de las cuatro etapas de su teoría de la creatividad:
1. Preparación
2. Incubación
3. Iluminación o insight
4. Verificación
El problema radica en que la fase de incubación resulta particularmente intrincada, misteriosa y escurridiza para los psicólogos. En práctica todo sería muy simple: analizas todos los datos del problema, te distancias del mismo para que tenga lugar el procesamiento inconsciente y, después, como por arte de magia, tienes el insight. ¿Suena demasiado sencillo como para ser real?
Lo cierto es que aún hoy, después de varias decenas de estudios, los psicólogos no han llegado a un acuerdo sobre cuál es el mecanismo que se esconde detrás de la incubación. Algunos afirman que se trata simplemente del efecto de descansar. En práctica, cuando nos desconectamos de un problema, dejamos libre a nuestra mente para que divague y retome otras ideas. Precisamente, de este divagar sin rumbo, aparecen nuevas ideas y perspectivas.
De hecho, esta idea no sería tan descabellada ya que, una vez que analizamos un problema, ya estamos circunscribiéndonos a un área del saber y así, poco a poco y sin darnos cuenta, vamos encerrando cada vez más el círculo de soluciones potenciales. Es como si viésemos el problema usando un microscopio. Al contrario, cuando nos desconectamos del problema aprendemos a verlo con un telescopio, con sus múltiples conexiones.
Hay otro grupo de psicólogos que sostiene que esta “ruptura” con el problema no solo sirve para desconectarnos sino para darle tiempo al inconsciente a hallar la solución. Las diferencias entre una postura y otra pueden parecer nimias pero lo cierto es que, si el inconsciente desempeña algún papel en el proceso de incubación, entonces otros factores como la motivación o el entrenamiento podrían cobrar importancia.
Nuevas luces sobre la incubación: El inconsciente sí cuenta
Psicólogos de la Universidad de Sidney han realizado un estudio muy interesante sobre la incubación que nos brinda nuevas luces sobre este fenómeno. En práctica, estos investigadores le aplicaron a los participantes un test estándar para evaluar su creatividad. Una de las tareas de este test consistía en mencionar tantos usos novedosos para un objeto de la vida cotidiana como pudieran, en tan solo dos minutos.
Después de este test, se les hizo pasar una prueba matemática con el objetivo de mantener sus mentes ocupadas y después se les hizo el test de creatividad. Lo curioso fue que a la mitad de los participantes se les dijo que deberían hacer el test una segunda vez y al resto se les tomó por sorpresa.
Quienes volvieron a realizar el test por sorpresa no mejoraron significativamente sus respuestas pero a aquellos a quienes se les dijo de antemano (aunque se mantuvieron todo el tiempo ocupados con la tarea matemática para evitar que pensaran conscientemente en las respuestas) brindaron el doble de ideas novedosas.
Este estudio sugiere que el inconsciente desempeña un papel importante ya que comienza a trabajar en “piloto automático” para generar más ideas. Así, la próxima vez que tengas un bloqueo mental, simplemente toma una pausa, cambia radicalmente de actividad y deja que tu inconsciente haga el resto.
Fuente:
Gallate, J. et. Al. (2012) Creative People Use Nonconscious Processes to Their Advantage. Creativity Research Journal; 24(2-3): 146-151.
Darío dice
Interesante. En varias ocasiones me ha ocurrido develar la solución de un problema unas horas o momentos después de haber abandonado el intento de resolución. Así como también luego de un toda una jornada frustrada, despertarme a mitad de la noche con la solución bien clarita. Da gusto enterarse acerca de las teorías postuladas que confirman lo que uno con la práctica contidiana llega a intuir.
Me encantan tu blog, sigue así, posteando sobre temas interesantes, que debe haber mucha gente leyendote. Habría que comentar más, suerte.
EIDC dice
Entre a su blog para leer sobre esquizofrenia, me gustó tanto la forma de narrar los papers. Respecto a este artículo sobre incubación sucede que cuando llego a una prueba de algún curso, siento que no sé nada pero después de dar una respirada todo fluye.
Jennifer Delgado Suarez dice
Gracias a ambos por sus comentarios tan positivos. Son una motivación para seguir escribiendo.