Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos enfrentado a un cambio, ya sea en el ámbito profesional, en nuestro estilo de vida o en la relación de pareja. De hecho, los cambios forman parte de la vida, la vida está en continua transformación y no me refiero únicamente a los cambios trascendentales sino también a esas pequeñas transformaciones cotidianas, como el simple hecho de cambiar la marca de leche o elegir un pan diferente.
Evidentemente, mientras mayor sea el cambio, mayor será nuestra reticencia al mismo, lo cual traerá como consecuencia que lo vayamos aplazando una y otra vez, hasta que no nos queda más remedio que enfrentarlo. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado por qué tenemos la tendencia a aplazar los cambios si sabemos que son necesarios?
En realidad la razón es muy simple: cada cambio de nuestra vida implica que tendremos que salir de la zona de confort y lanzarnos a una situación completamente nueva que requerirá un mayor esfuerzo. Como supondrás, enfrentarse a algo completamente desconocido siempre genera cierto temor pues no sabemos a ciencia cierta qué nos espera y, como resultado, intentamos posponer ese cambio, quizás con la secreta esperanza de que no sea necesario o esperando hasta que nos armemos de valor y nos sintamos más seguros y confiados.
No obstante, recuerda que existe una línea muy sutil entre la necesidad de estar preparados para afrontar un cambio y postergarlo indefinidamente solo por miedo. De hecho, a menudo la perspectiva del cambio suele ser peor que la transformación en sí.
5 pasos para superar el miedo al cambio y seguir adelante
1. Identifica cuál es tu principal miedo
Muchas veces posponemos una y otra vez un cambio porque no nos sentimos seguros pero se trata de una sensación muy difusa y, si te preguntase ahora mismo a qué le temes, probablemente no sabrías especificar la causa de ese temor. Por tanto, el primer paso consiste en determinar qué te impide avanzar, cuál es tu peor pesadilla.
2. Evalúa si es un miedo real o irracional
Hay demasiadas cosas que damos por sentado y que no cuestionamos, ideas que determinan nuestro comportamiento y que probablemente no son del todo ciertas. Una vez que identifiques tu miedo, pregúntate si es fruto de tu imaginación, de la educación que has recibido o si se trata de algo real. Si es un temor real, evalúa cuánto daño te puede hacer. Te sorprenderás al descubrir que la mayoría de los obstáculos que nos planteamos están solo en nuestra mente, en las limitaciones que otros nos han transmitido.
3. Determina los beneficios del cambio
Cuando tenemos miedo lo más usual es que nos enfoquemos en los aspectos negativos y dejamos de lado los beneficios que lograremos con el cambio. Para motivarte a actuar, una excelente estrategia es poner en claro las ventajas que alcanzarás con esa transformación.
4. Identifica los recursos con los que cuentas
En ocasiones el miedo es real porque tienes mucho que perder. En esos casos, es conveniente que hagas un inventario de los recursos con los que cuentas para hacerle frente al cambio. No me refiero únicamente a los recursos económicos sino a tus habilidades y capacidades así como a las de las personas que te pueden ayudar. Tener claro los recursos que tienes a tu disposición te dará fuerzas y te animará a dar el primer paso, que normalmente es el más difícil.
5. Busca apoyo en las personas que te rodean
Pedir ayuda para enfrentar un cambio no es una razón para avergonzarse, al contrario. Todos necesitamos apoyo en determinados momentos y tener la humildad de reconocerlo es fundamental. Recuerda que nadie es una isla completa en sí mismo, nadie ha llegado demasiado lejos sin el apoyo de otras personas.
No temas dar el gran salto, recuerda que un abismo no se puede cruzar de dos saltos. Si las cosas salen mal, al menos tendrás la satisfacción de haberlo intentado. Ten siempre en mente que no hay nada peor que pasarse toda la vida preguntándonos: ¿qué habría pasado si hubiese tenido el coraje de intentarlo?
Marjorie Silva dice
Jenifer siempre te leo porque te tengo suscrita a mi email. Este artículo sobre los cambios me parece extraordinario, en especial, por las recomendaciones que nos das para afrontarlos lo mejor posible. Ya algunas las he aplicado y me han ayudado a no resistirme a los mismos con la misma intensidad que en el pasado. Siempre me pregunto ¿Qué es lo peor que puede pasar? Es decir, veo el peor de los escenarios, pero me da el ánimo para lanzarme y darme cuenta que tan sólo era una exageración mía. Gracias por tu brillante trabajo y brindarnos lo mejor. Un abrazo
Jennifer Delgado dice
Marjorie,
Un placer tener noticias tuyas. Gracias por dejarme tu retroalimentación.
En general, creo que todos, quien más y quien menos, tiene un poco de miedo al cambio pero como siempre digo, a veces suele ser peor el miedo que el problema que tenemos que enfrentar.
Nos pasamos demasiado tiempo siendo víctimas de nuestras emociones en vez de analizar racionalmente, como tú indicas, ¿qué es lo peor que nos podría pasar?
Un abrazo
Libra 1965 dice
Jenifer encantada como siempre de recibir tus artículos que son lecciones de vida para mi. Éste en concreto, me sirve de gran ayuda para afrontar un cambio importante en mi vida, que tendré que realizar la semana próxima. Después de mucho pensarlo, y pedir consejo a una gran amiga, es la única opción, siento no poder extenderme más en el problema que me preocupa y que debo erradicar, al ser público. Gracias por compartir tu sabiduría conmigo.
Jennifer Delgado dice
Libra,
Me alegra que este artículo te haya sido de ayuda. Antes de tomar una gran decisión que conduzca a un cambio, es importante contar con la opinión de los demás, como has hecho tú.
Tener otras perspectivas nos ayuda a enfrentar los problemas con más seguridad y podemos lanzarnos al cambio sintiéndonos más confiados.