Diseñar un blog puede ser una tarea divertida que dispare nuestra creatividad y buen gusto; no obstante, para lograr un buen diseño no sólo se necesita retomar nuestros hábitos infantiles sino también conocer un poco de Psicología.
Un buen diseño web es apreciado por todas las personas y no sólo por los especialistas del color y las formas. Lo cierto es que cuando entramos a un sitio web o blog usualmente lo evaluamos muy rápidamente a partir de su diseño, emitimos juicios de valor por aquello que vemos en una inspección rápida. Incluso, a veces cuando los anuncios son demasiado invasivos (generalmente en forma de pop up), ni siquiera leemos el contenido y pasamos al blog o a la página web siguiente. Se afirma que nuestro cerebro toma una decisión en tan sólo 20 segundos sobre la página que tenemos delante, aunque a veces ni siquiera seamos conscientes de ello.
Así, la Psicología esconde algunos trucos para hacer que un blog se convierta en una verdadera experiencia para los visitantes.
Primeramente debe conocerse que las páginas demasiado cargadas fallan totalmente. En el intento de hacer llegar mucha información, el visitante se siente confundido, estresado y no sabe hacia dónde dirigirse para buscar los datos que necesita (existe un estudio muy interesante que afirma que los sitios web mal diseñados aumentan el estrés). Por otro lado, aquellos blogs que son demasiado estériles no suelen brindar confianza ni transmiten un propósito claro a sus visitantes. Como puede presuponerse, lo ideal es hallar un justo punto medio entre la creatividad del diseñador, lo que debe expresar en su blog y lo que está buscando el visitante.
En la Psicología del diseño web existen dos grandes escuelas relativamente antagónicas que responden a la pregunta: ¿nuestras experiencias deben influir en las decisiones del diseño web o éste debe determinarse a partir de las características de los usuarios finales (los visitantes)? Algunos pueden pensar que la respuesta a esta pregunta es intrascendente pero lo cierto es que la misma determinará la posición que adoptemos para diseñar un blog.
Particularmente considero que ningún diseñador puede apartarse de su propio estilo (porque la subjetividad no es un vestido que podemos dejar en una silla) pero a la misma vez, debe saber crear experiencias de navegación positivas; por ello, lo más importante para diseñar un blog o sitio web es quedar satisfechos nosotros mismos con el resultado pero a la misma vez tener en cuenta las preferencias y necesidades del público al cual va dirigido.
Los espacios en blanco: ¿amigos o enemigos?
Muchas personas (sobre todo los diseñadores inexpertos) le temen a los espacios en blanco, considerando los mismos como espacios que no se aprovecharon adecuadamente. Pero lo cierto es que los buenos diseñadores saben que los espacios en blanco son esenciales para transmitir una idea de elegancia, balance y sencillez. Además, el espacio en blanco sirve como una guía para que el visitante focalice su atención en aquello que realmente nos interesa.
Cuando nos insertamos en el mundo del diseño web nuestros primeros productos generalmente aprovechan todos los espacios de la página, ubicando demasiada información y esto hace que el lector se sienta confundido. Probablemente el efecto positivo de los espacios en blanco se debe a que inconscientemente asociamos los mismos a los espacios abiertos, donde generalmente nos sentimos cómodos y libres. Debe recordarse que cuando nos sentimos “encerrados”, tendemos a reaccionar de manera agresiva y experimentamos malestar. En los sitios web sucede lo mismo y esta mala experiencia de navegación hará que la persona no regrese al blog.
Obviamente, decidir cuál es la información más importante y cuál es secundaria no es tarea sencilla y mucho menos lo es determinar en qué parte de la página ubicarla. En este sentido nos puede ayudar los mapas de calor, una herramienta visual que brinda los clic realizados en la página devolviendo las zonas de calor de la misma.
Así, podrás tomar decisiones de dónde colocar los elementos más importantes de tu blog o incluso podrás conocer cuáles de ellos no resultan de interés para los visitantes, por lo que podría prescindirse de los mismos.
La marca: ese gran aliado
La marca desempeña un rol esencial en cualquier empresa, blog o sitio web porque es aquello que lo hace distinto del resto. No obstante, muchos sitios web carecen de una marca o logo y esto los hace menos memorables.
Si estás pensando en crear algo verdaderamente perdurable y que haga eco en Internet debes contar con un logotipo que te identifique y con un slogan. Tanto en un caso como en el otro, la sencillez y la fuerza son los puntos esenciales para que el logo y el slogan sean memorables.
En relación con el diseño del logotipo debe conocerse que éste debe ser sencillo, fácil de reproducir, sin abusar de muchos colores y debe transmitir inmediatamente la información esencial de la empresa o blog que está en la base.
Si nos referimos al slogan, la clave de la eficacia del mismo es: decir mucho en pocas palabras y combinar estas formando una frase que sea memorable, sobre todo por su cadencia. Las palabras rebuscadas y las frases largas no se quedan en la memoria, por lo tanto, es mejor evitarlas.
Algunos ejemplos de slogan efectivos y sus correspondientes logotipos son:
Nike
Apple Macintosh
Jaguar
Si nos referimos a los blogs de Psicología, algunos de los slogan que encuentro con una gran fuerza son:
59 Seconds
Zen Habits
World of Psychology
Otro detalle a tener en cuenta es el uso del favicon (esa pequeña imagen que se muestra en el navegador antes de la dirección del sitio web o blog). Es apenas una pincelada pero en el conjunto, es otro elemento más que nos ayuda a ser diferentes. Si desean profundizar en el diseño de los diferentes elementos de la página pueden leer: «¿Cómo diseñar un blog? Algunos tips desde el Marketing«.
Finalmente, debo puntualizar que por mucho que nos esforcemos en diseñar un blog o sitio web, debemos recordar que su esencia son los contenidos. 😉
Fuentes:
Elliot, A. J. & Maier, M. (2007) Color and Psychological functioning. Current Directions in Psychological Science; 16(5): 250-254.
Stone, N. J. et. Al. (1998) Task Type, Posters, and Workspace Color on Mood, Satisfaction, and Performance. Journal of Environmental Psychology; 18(2): 175-185.
Kwallek, N. et. Al. (1997) Impact of three interior color schemes on worker mood and performance relative to individual sensitivity. Color Research and Application; 22(2): 121-132.
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