
Un simple toque puede ser muy persuasivo, incluso mucho más que un discurso bien hilvanado. Se conoce que un ligero roce en un brazo puede hacernos más receptivos y nos motiva a ayudar a los extraños. Por eso, en la literatura se ha venido comprendiendo el toque humano siempre desde una perspectiva positiva.
Sin embargo, ahora un estudio realizado en Bélgica nos demuestra que el toque social también tiene su lado más oscuro. Esta nueva investigación nos desvela como una simple palmada amistosa en el hombro puede tener un efecto negativo si se realiza en un contexto inadecuado.
Los investigadores reclutaron a 74 estudiantes. Cada uno debía competir con otra persona para ver quién resolvía un rompecabezas en el menor tiempo posible. Todo estaba arreglado para dejar que el participante ganara por un pequeño margen.
Después, el estudiante entró en una habitación donde encontró a su contrincante. En algunos casos el contrincante les daba tres palmadas amistosas en el hombro y le deseaba buena suerte en la nueva tarea. En otros casos, el contrincante simplemente les deseaba buena fortuna pero no les daba las palmadas en el hombro.
Acto seguido, la pareja se enrolaba en el “juego del dictador”, en el cual el estudiante debía decidir qué cantidad de dinero le daría a la otra persona.
¿Qué sucedió?
Los estudiantes que habían recibido las palmadas en el hombro compartieron menos dinero con la otra persona, lo cual sugiere que un toque en un contexto competitivo, lejos de calmar los ánimos, podría exaltarlos. Probablemente porque unas palmadas amistosas son comprendidas como un gesto de dominio y poder.
No obstante, lo más curioso es que ningún estudiante pareció darse cuenta de que estas palmadas incidieron en su reacción ante el contrincante. De hecho, todos afirmaron que las palmadas recibidas en el hombro eran neutrales. Todo esto podría significar que los efectos del toque inciden en nuestras decisiones pero a un nivel no consciente.
Así, los psicólogos concluyen que un toque social en el momento inadecuado, puede tener consecuencias nefastas, incluso si nosotros lo comprendemos como un gesto amistoso.
Fuente:
Camps, J.; Tuteleers, C.; Stouten, J. & Nelissen, J. (2012) A situational touch: How touch affects people’s decision behaviour. Social Influence; 1-14.
David Fouler dice
Muy interesante, realmente sí que puede ser un gesto condescendiente y de dominación, algo así como dar la mano con la palma hacia abajo. Un abrazo compañero.
Jennifer Delgado Suarez dice
En efecto, a eso me refería. En realidad los gestos, al igual que las palabras, pueden asumir diferentes significados en dependencia del contexto y de las intenciones de base.
Anónimo dice
Muy interesante. Gracias por los datos!
Anónimo dice
Una palmada en el hombro de alguien que concoes y le tienes cierta confianza es positiva.
sin embargo si es de un desconocido y es inesperado, resulta incomodo.
FUENTE : EXPERIENCIA PERSONAL
Jesús Gómez dice
Suena plausible. No he podido ver el estudio original, pero habría que descartar que se deba a la artificialidad del toque. El "compinche" que da las palmadas tiene que forzar la situación para cumplir con su rol en el experimento, y eso puede hacerle menos amigable que en la situación sin palmadas.
Habría que ver si el diseño lo tuvo en cuenta, algún control que separe las dos variables
Jennifer Delgado Suarez dice
Jesús,
A nivel de laboratorio nunca se podrán recrear las condiciones al 100% de la vida real pero creo que en este experimento están muy bien representadas.
Si te interesa el experimento, al final del artículo está la fuente, siempre puedes leerlo directamente y aclarar tus dudas.