El pasado está escrito, pero el futuro es un lienzo en blanco. Sin embargo, en nuestras relaciones pasamos demasiado tiempo revisando los errores, repasando lo que falló y recriminándonos o recriminando a los demás por ello. Por esa razón, muchas veces las críticas, aunque bien intencionadas, dejan un sabor amargo.
La sombra de lo que ya ocurrió es tan larga, que a menudo se proyecta sobre el futuro, impidiéndonos darnos cuenta de que solo podemos cambiar lo que viene. Por suerte, existe una técnica psicológica que puede ayudarnos a construir en lugar de reparar: el feedforward.
¿Qué es el feedforward y por qué es tan transformador?
El feedforward o retroalimentación anticipada es un proceso mediante el cual se brinda información enfocada en el futuro para potenciar las oportunidades de mejora. Implica pedir o recibir sugerencias y recomendaciones para el desarrollo venidero, de manera que la otra persona o nosotros mismos podamos mejorar nuestro desempeño, alcanzar nuestras metas o desarrollar determinadas habilidades.
Desarrollado por Marshall Goldsmith en el ámbito organizacional, es una técnica comunicativa orientada a fomentar el crecimiento y una actitud proactiva. De cierta forma, ofrece una especie de guion sobre cómo alcanzar los objetivos de manera más efectiva, ya sea en un proyecto personal o en nuestras relaciones interpersonales.
¿En qué se diferencia el feedforward del feedback?
En nuestro día a día, solemos dar mucho feedback. O sea, evaluamos el desempeño pasado y nos enfocamos en los fallos cometidos. El feedforward, al contrario, se centra en las oportunidades de mejora. Básicamente, propone arreglar el tejado antes de que caiga la gotera.
Por ejemplo, en las relaciones interpersonales:
Feedback: “Tu presentación fue aburrida y no conectó con el público”.
Feedforward: “En la próxima presentación, ¿podrías incluir más ejemplos prácticos o visuales para captar la atención del público?”
Feedback: “Olvidaste nuestra cita, siempre lo haces”.
Feedforward: “De cara a nuestra próxima cita, ¿podrías programar un recordatorio para que no se te olvide?”
Feedback: “Tu informe tuvo demasiados errores de ortografía”.
Feedforward: “¿Has pensado en usar alguna herramienta digital para revisar la ortografía antes de entregar el siguiente informe?”
Feedback: “Ayer fuiste muy negativo en la reunión del grupo”.
Feedforward: “La próxima vez, ¿podrías hacer una crítica constructiva?”
Pero también podemos aplicar el reedforward en la relación con nosotros mismos, por ejemplo:
Feedback: “Siempre dejo todo para el último minuto y no me da tiempo a terminar”.
Feedforward: “En el próximo proyecto dividiré las tareas en bloques más pequeños y las planificaré con antelación”.
Feedback: “Soy pésimo hablando en público, nunca logro conectar con los demás”.
Feedforward: “Practicaré más mi próxima presentación y usaré ejemplos para conectar mejor”.
Feedback: “He vuelto a saltarme el gimnasio, no tengo fuerza de voluntad”.
Feedforward: “En vez de volver a casa, mañana seguiré directamente al gimnasio para evitar la tentación de quedarme tumbado en el sofá”.
Feedback: “Gasto demasiado, nunca llego a fin de mes”.
Feedforward: “A partir del próximo mes, programaré el envío automático del 10% del sueldo a una cuenta de ahorro automático”.
El feedforward se enfoca en lo que podemos hacer para mejorar la situación o abordar desafíos futuros, en vez de limitarnos a señalar el error y hacer leña del árbol caído. En lugar de señalar lo que salió mal, aporta sugerencias concretas y positivas para actuar de manera diferente la próxima vez. Por supuesto, no se trata de ignorar los errores, sino de enfocarse en el aprendizaje y lo que se puede cambiar con la vista puesta en el futuro.
Puede parecer una pequeña diferencia, pero su impacto en las relaciones interpersonales es enorme ya que fomenta un ambiente más positivo y contribuye a estrechar los lazos. A nivel personal, también detiene esa voz recriminatoria e inculpadora, ayudándonos a ver el camino con más claridad.
Los beneficios de aplicar la retroalimentación anticipada
1. Orientación positiva hacia el futuro
Como decía Goldsmith “podemos cambiar el futuro, pero no podemos cambiar el pasado”. La retroalimentación anticipada nos ayuda a visualizar un futuro más positivo y esforzarnos por lograrlo, en lugar de volver la vista atrás hacia un pasado fallido que a menudo solo genera frustración e inseguridad en el presente. Si le damos ideas a los demás sobre cómo cambiar su comportamiento, es más probable que tengan éxito.
2. Es más constructiva
Generalmente es mucho más productivo ayudar a las personas a crecer que demostrarles que estaban “equivocadas”. La retroalimentación negativa a menudo se convierte en un ejercicio desagradable en el que tienes que demostrar que el otro ha fallado. Al sentirse juzgado, eso desencadena una actitud defensiva que no ayuda a nadie. El feedforward, en cambio, suele ser positivo porque se centra en las soluciones, no en los errores, de manera que no se percibe como un ataque personal.
3. Refuerza el cambio
Mientras el feedback refuerza los estereotipos personales y las profecías autocumplidas, el feedforward refuerza la posibilidad de cambio. La retroalimentación sobre el pasado tiende a hacer hincapié en la sensación de fracaso porque saca a colación todos los errores. En contraposición, la retroalimentación anticipada son sugerencias de cara al futuro para impulsar cambios positivos.
De hecho, a menudo es mucho más eficaz porque las personas se muestran más receptivas. En vez de enfadarse o intentar defenderse, escuchan y reflexionan. Por tanto, no es extraño que un metaanálisis realizado en la Liverpool John Moores University comprobara que este tipo de retroalimentación es más eficaz en los estudiantes y promueve más cambios positivos.
¿Cómo aplicar el feedforward en el día a día?
La retroalimentación anticipada, más que una técnica comunicativa, puede entenderse como una filosofía de vida ya que podemos aplicarla en nuestras relaciones para transformar cómo nos comunicamos – con los demás o con nosotros mismos.
Las reglas básicas son muy simples.
Regla número 1: no se permiten comentarios sobre el pasado.
Regla número 2: no se puede juzgar ni criticar.
A continuación:
- Identifica la conducta a mejorar. Para aplicar el feedforward, comienza eligiendo el comportamiento que desearías cambiar. Quizá quieras que tu pareja te escuche más, que tus compañeros de trabajo repartan de manera más equitativa las tareas o incluso superar tu tendencia a hacer críticas negativas.
- Refuerza lo que está funcionando. Antes de comentar lo que te gustaría cambiar, comparte los aspectos positivos que has observado. Si tu pareja es cariñosa, díselo. Si tus colegas son simpáticos, reconócelo. Y si eres una persona detallista, parte de esa cualidad. Cuando brindas un refuerzo positivo a las conductas, es más probable que se repitan en el futuro.
- Usa un tono constructivo. No juzgues los errores de la otra persona – tampoco los tuyos – porque así solo lograrás generar una actitud defensiva. Intenta que tus palabras inspiren, no que intimiden. Recuerda que es importante generar una sensación positiva que fomente el diálogo, la apertura y la transformación.
- Propón ideas para la próxima vez. Es diferente decir “nunca me avisas cuando llegas tarde” a “¿qué te parece si la próxima vez me avisas con tiempo de que vas a tardar?”. La idea es la misma, pero el mensaje no genera una respuesta defensiva porque es una sugerencia para el futuro, no una crítica al pasado. Es mucho más probable que una persona te escuche e internalice la segunda afirmación porque le da poder para tomar decisiones.
- Sé lo más específico posible. Cuanto más específico seas, más claras quedarán tus expectativas o sugerencias. En lugar de decir “hazlo mejor”, di “la próxima vez podrías intentar hacerlo así”. En vez de decirte: “tengo que llegar más temprano”, planifica: “la próxima vez, saldré 15 minutos antes para asegurarme de llegar a tiempo”.
El feedforward requiere un cambio de mentalidad. Implica dar un consejo, guía u orientación sin los reproches y las críticas que suelen acarrear y que tanto molestan. En práctica, cambias la culpa por el apoyo. De hecho, la retroalimentación anticipada no es solo una técnica de comunicación, es una forma de relacionarse con los demás y con uno mismo. Implica entender que las personas – tú incluido – están en constante evolución, y que cada conversación es una oportunidad para construir un futuro mejor y más amable para todos.
Así que la próxima vez que sientas la tentación de criticar o señalar algo que salió mal, detente un momento y pregúntate qué impacto podrían tener tus palabras en esa persona o en tu autoestima. Asegúrate de que lo que vas a decir sea positivo y desarrollador para poder cambiar el futuro, en vez de quedarte atado al pasado.
Referencias Bibliográficas:
Sadler, I., Reimann, N., & Sambell, K. (2022) Feedforward practices: a systematic review of the literature. Assessment & Evaluation in Higher Education; 48(3): 305–320.
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