O al menos así lo aseveraba un artículo que apareció en el diario El País. Con mi habitual incredulidad científica, fui a la búsqueda de más información y me topé en Science con el artículo investigativo que dio pie al llamativo titular.
No obstante, existen algunas situaciones en las cuales los olores no pueden actuar como catalizadores del aprendizaje y la memoria: si la exposición se produce durante la fase REM del sueño o, lógicamente, si el olor no existió en la fase de vigilia mientras se sostenía la actividad de aprendizaje. Incluso, se especifica que lo que mejora es la memoria declarativa que depende esencialmente del hipocampo pero no la memoria procedimental que depende de otras áreas cerebrales.
Fuente:
Rasch, B.; Büchel, CH.; Gais, S. & Born, J. (2007) Odor Cues During Slow-Wave Sleep Prompt Declarative Memory Consolidation. Science; 315(5817): 1426 – 1429.
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