“La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene”, dijo Jorge Luis Borges. El escritor argentino que marcó la literatura del siglo XX tenía profundas inquietudes filosóficas que permearon muchas de sus obras. Hizo referencias precisas a Platón, Nietzsche, Berkeley, Hume y Schopenhauer, pero también sentía una gran atracción por la filosofía budista.
Fruto de esa mezcla de filosofías occidentales y orientales desarrolló un punto de vista tan ecléctico como único que le permitió dibujar con palabras la complejidad que encierra nuestro universo mental. A los 120 años de su nacimiento, nada mejor que recordar algunas de las mejores frases de Jorge Luis Borges sobre la vida, frases que conducen al empoderamiento y son una oda a la autenticidad.
Frases de Jorge Luis Borges sobre la vida, la libertad y la autenticidad
1. “Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”
Gran lector de filosofía, es probable que Jorge Luis Borges haya leído a los grandes estoicos como Epícteto y Séneca, que enseñaban cómo responder a un insulto inteligentemente y afirmaban que la mejor venganza es no ser como la persona que nos hizo daño. Hombre inteligente, también sabía que alimentar el odio y el rencor es como beber veneno esperando que sea el otro quien sufra. Por eso estaba convencido de que lo mejor es olvidar y pasar página. Solo así nos liberaremos realmente del influjo de la persona que nos dañó.
2. “Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?”
Esta cita de Borges es un llamado al despertar de la conciencia individual, una alerta para que cada persona construya su propia fe y dé forma a sus creencias. El escritor se distanció reiteradamente del catolicismo porque consideraba que se trataba de una religión dogmática. ¿Su alternativa? Buscar la verdad en nuestro interior, lo cual consiste en plantearnos preguntas y buscar las respuestas con nuestras propias herramientas, no conformarnos con las respuestas preestablecidas cuyo único propósito es narcotizar la mente y fomentar la idiotez.
3. “Planta tus propios jardines y decora tu propia alma, en lugar de esperar a que alguien te traiga flores”
Con esta frase, Borges enfatiza la necesidad de asumir un papel proactivo en nuestras vidas, no convertirnos en meros espectadores, mientras los demás – entiéndase las personas más cercanas o la sociedad – toman las decisiones en nuestro lugar. Debemos asegurarnos de cultivar nuestro “yo” o terminará convirtiéndose en un terreno baldío, condenándonos a un profundo vacío interior que da paso al peor tipo de soledad, como dijera Séneca: «la soledad no es estar solo, es estar vacío«.
4. “Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos»
Que terminamos pareciéndonos a nuestros amigos no es un secreto, pero Borges nos alerta de que también podríamos terminar pareciéndonos a nuestros enemigos, adoptando precisamente aquellas características y comportamientos que más detestamos. Cuando comenzamos a pensar que todo vale, y nos vemos tentados a responder de la misma manera, cometiendo las mismas ofensas que sufrimos y devolviendo el golpe con la misma intensidad, terminamos introyectando lo que inicialmente repudiábamos. Por eso debemos ser muy cautelosos a la hora de responder a los agravios.
5. “La duda es uno de los nombres de la inteligencia”
La inteligencia no es sinónimo de certezas. Una persona llena de certezas se cierra a cal y canto al aprendizaje y se condena al inmovilismo. Por eso Borges nos anima a dudar – de todo y de todos – de las certezas absolutas, de las cosas que damos por sentadas y de las creencias que nos han transmitido. No es el único, Aristóteles también había dicho que “el ignorante afirma; el sabio duda y reflexiona” y Descartes afirmó que “la duda es el principio de la sabiduría”. Preguntarnos el por qué de las cosas es la llave mágica que abre las puertas de la libertad interior.
6. “He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz”
Borges también dijo que “la felicidad se justifica por sí sola”, es un fin en sí mismo, no es necesario buscar excusas para salir en la búsqueda de lo que nos hace felices. Porque al final del camino, es probable que de lo único de lo que nos arrepintamos es de no haber vivido más siguiendo nuestras propias reglas, disfrutando de aquello que nos hacía realmente felices.
7. “Las herejías que debemos temer son las que pueden confundirse con la ortodoxia”
Borges era un “escritor insurgente” que se amotinó contra las reglas de su época que determinaban cómo se debía escribir, por lo que no es extraño que sintiera pavor por la ortodoxia, esa que equiparaba a una camisa de fuerza. No era el único, Mark Twain también había dicho: “cuando encuentres que estás del lado de la mayoría, es hora de hacer una pausa y reflexionar profundamente”. En la vida, si deseamos encontrar nuestro auténtico «yo», ese que suele esconderse tras capas y capas de mandamientos sociales, necesitamos atrevernos a equivocarnos, a desafiar las reglas y buscar nuevos caminos.
Alicia Delahoz Ocampo dice
Holaaaaa gracias por estas enseñanzas de Borges. Me encanta todo los que recibo y estoy muy agradecida de seguirle.!
Exitos te deseo!