El sueño es un fenómeno natural y adaptativo y como todo fenómeno con estas características posee funciones importantes para la vida de la persona. Durante el sueño nos reponemos físicamente del cansancio diurno, la mente descansa de un día lleno de innumerables estímulos, se consolida la información aprendida y se elimina la información irrelevante. Las más recientes investigaciones también le confieren un papel esencial para propiciar la creatividad y la imaginación.
Todo esto es posible porque el sueño se organiza en ciclos donde experimentamos diferentes estados fisiológicos. Además, es válido aclarar que durante el sueño no ocurre un cese total de la actividad cerebral sino un tipo de actividad diversa controlada por los núcleos de la formación reticular, el hipocampo y el tálamo.
El sueño ha sido clasificado en cinco etapas. Cuatro de ellas son etapas no NREM (Non Rapid Eyes Movement) y su característica esencial es que se evidencia un movimiento circular de los ojos.
La etapa 1 tiene es una transición de la vigilia al sueño. Nos sentimos relajados y los pensamientos e imágenes son cada vez más difusos. No obstante, en cualquier momento podemos recuperar la atención, como cuando escuchamos un ruido inesperado.
En la medida que se pasa de una etapa a la otra, el sueño se va profundizando. En la etapa 4, la cual se alcanza normalmente una hora después de quedarnos dormidos, estamos completamente relajados y con bastante insensibilidad ante los estímulos externos. Después de un tiempo el sueño regresa a sus etapas iniciales en orden descendente completándose varios ciclos durante la noche.
Alrededor de una hora y media después de haberse iniciado el período de sueño aparece el primer sueño REM de la noche.
En la medida que suceden estos ciclos pasamos más tiempo en el sueño REM, o sea, soñando y menos en las etapas más profundas. Sin embargo, en los últimos ciclos no alcanzamos el nivel más profundo, el de la etapa 4, pasando más tiempo en la etapa REM.
En una noche de sueño normal tenemos 4 a 5 sueños REM, lo que significa que soñamos cuatro o cinco veces todas las noches aunque no solemos recordarlo.
La etapa REM es el período de sueño donde los sueños se manifiestan con más frecuencia por eso si algo nos despierta durante esta etapa la mayoría de las veces podremos recordar lo que estábamos soñando. Algunas personas muy sensibles suelen tener dolores de cabeza ligeros durante gran parte del día si se les despierta en la fase REM.
La etapa REM, sin duda alguna, es la que más ha llamado la atención de los investigadores. El primer sueño que tiene lugar durante esta etapa tiene una duración aproximada de 3 minutos, el segundo de aproximadamente 10 minutos y el tercero tiene una duración aún más prolongada que la del segundo. El último sueño REM de la noche puede durar una hora. No obstante, la mayoría de las veces percibimos que los sueños son extremamente fugaces. Aún así hay investigadores que aseveran que el tiempo que pasamos en sueño REM es mucho mayor, alrededor de dos horas y media durante toda la noche.
El sueño REM, está más relacionado a un proceso de reparación psíquica ya que éste se va haciendo más relevante en la medida en que el cuerpo va recuperándose. Durante esta etapa se registra un tono muscular nulo, una posibilidad de respuesta a los estímulos externos mínima, fluctuaciones del ritmo cardiaco y variaciones en la presión arterial.
No obstante, al despertarnos no podemos recordar ni siquiera el 20% de lo que soñamos pero aún así nos preocupamos por el significado de los retazos de sueños REM.
Fuente:
Munévar, M. C.; Pérez, A. M. & Guzmán, E. (1995) Los sueños: un estudio científico desde una perspectiva multidisciplinaria. Revista Latinoamericana de Psicología; 27(1): 41-58.
Munévar, M. C.; Pérez, A. M. & Guzmán, E. (1995) Los sueños: un estudio científico desde una perspectiva multidisciplinaria. Revista Latinoamericana de Psicología; 27(1): 41-58.
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