El cómo podrían afectar nuestros comportamientos y decisiones es un tema poco investigado y aunque las opiniones de los psicólogos al respecto están muy divididas; las creencias populares establecen una relación lineal causa-efecto entre la emisión del mensaje y el comportamiento de la persona. No obstante, la incidencia de los mensajes subliminales resulta más extraña de lo que sus mismos creadores pueden imaginar y en algunas ocasiones pueden generar efectos contrarios.
El por qué del desconocimiento sobre el fenómeno subliminal se puede comprender acercándonos a su historia, la primera investigación realmente rigurosa en este campo fue llevada a cabo en el 1919 por Poetzle al establecer una relación entre los estímulos subliminales, la sugestión poshipnótica y la neurosis compulsiva. Luego, el estudio de la percepción subliminal no volvió a llamar la atención hasta finales de la década del 1950 porque en el 1957 Vicary, investigador del mercado norteamericano, mostró un taquistoscopio (una máquina que proyectaba en la pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados pero que no llegan a la consciencia).
Durante la proyección de esta película aparecía un fotograma extra con el siguiente mensaje: «Tienes hambre, come palomitas. Tienes sed, bebe Coca-cola». El resultado fue asombroso: La venta de palomitas se disparó un 70%, mientras que la de la bebida tan sólo un 20%. El escaso aumento de la bebida los condujo a una investigación más a fondo descubriendo que en los días del experimento habían bajas temperaturas por lo cual las personas no tenían la necesidad de beber.
No obstante, los resultados controvertidos acerca de la incidencia de los mensajes subliminales continúan apareciendo.
En resumen, era de esperarse que someter a las personas a la imagen subliminal de un símbolo patrio hiciese que sus opiniones fueran más extremas pero los resultados fueron radicalmente opuestos. Las explicaciones al por qué de estas actitudes aún no han sido esclarecidas.
Otro estudio desarrollado en la Universidad de Illionis sugiere que las campañas publicitarias para promocionar los ejercicios físicos tienen resultados opuestos: las personas tienden a comer más. El secreto parece estar en el mensaje subliminal que llega a las personas a través de las palabras ya que idénticos pósters con los mensajes: “has amigos” o “comparte en grupo” no produjeron estos comportamientos mientras que aquellos cuyas imágenes iban acompañadas con las frases “únete al gimnasio” o “da un paseo” provocaron que las personas comieran 1/3 más.
Fuentes:
Hebrew University of Jerusalem (2008, Enero). Subliminal Messages Can Influence People In Surprising Ways. ScienceDaily. En: http://www.sciencedaily.com /releases/2007/12/071227183859.htm
Aaron Segura dice
Entonces, significa que los mensajes subliminales no afectan a todos y que prácticamente hay dichos mensajes por todo lado?
Jennifer Delgado dice
Hola Aaron,
En respuesta a tus preguntas, sin duda, hay muchos más mensajes subliminales de los que la publicidad estaría dispuesta a reconocer.
No obstante, estos no nos afectan a todos y mucho menos nos incitan a comprar como si fuéramos zombies sin conciencia ni poder de decisión.