Hay un viaje, quizá el más apasionante de todos, que debes emprender en algún momento de la vida. Un viaje hacia tu interior, para deshacerte de todas las convicciones erróneas, las creencias que te lastran y las formas de hacer que te limitan.
La filósofa Ayn Rand estaba convencida de que tenemos la obligación para con nosotros mismos de «lograr la más completa percepción de la realidad a nuestro alcance, y una constante y activa expansión de la percepción personal; es decir, del conocimiento personal«. También creía que «nunca se deben sacrificar las convicciones personales por las opiniones o deseos de los otros«.
Por supuesto, ese camino de crecimiento personal es único. Nadie puede recorrerlo en tu lugar y tampoco existen unos pasos preestablecidos que garanticen el “éxito”. Sin embargo, todos los grandes filósofos de la historia lo han emprendido, dejando tras sí una estela de mensajes de crecimiento personal que pueden servirte de pistas para cavar cada vez más profundo, en la búsqueda de tu verdadero «yo».
Mensajes de crecimiento personal de los filósofos para la vida
- “El secreto del cambio radica en centrar toda tu energía, no en luchar contra lo pasado, sino en construir todo lo nuevo” – Sócrates
Sócrates, considerado como uno de los mayores filósofos de la historia, promovió el conocimiento de uno mismo. Su inmenso legado se construye precisamente sobre la duda, afirmaba que aprender no implica acumular conocimientos sino ponerlos en tela de juicio, reflexionar sobre ellos y cambiarlos, si es necesario. Su método de enseñanza era muy peculiar ya que no transmitía verdades absolutas sino que, a través de la mayéutica, animaba a sus estudiantes a descubrir sus propias verdades. Por eso, su mensaje de crecimiento personal es tan poderoso y se convierte en una exhortación a abrazar el cambio, dejando ir el pasado para centrarse en el futuro.
- “No hay camino hacia la felicidad: la felicidad es el camino” – Gautama Buda
Si hay un mensaje de crecimiento personal que puede convertirse en un mantra personal, es este. Esas sencillas palabras encierran un poderoso significado, como suele ocurrir en la filosofía budista. Buda consideraba que la felicidad no es un destino, no es un punto al que llegas en determinado momento de la vida ni algo que alcanzas a través de las posesiones o el estatus social, más bien es una actitud ante la vida y, por ende, siempre es una elección personal. Eso significa que no necesitas postergar la felicidad a determinadas metas porque puedes ser feliz mientras te esfuerzas por alcanzar esos objetivos.
- “Vivir es sufrir, sobrevivir es encontrar algún significado en ese sufrimiento” – Friedrich Nietzsche
El nihilismo de Nietzsche se deja entrever en esta cita, que se convierte a su vez en un mensaje de crecimiento personal. Este filósofo sostenía que estamos sumidos en una profunda frustración que nace de la pérdida del sentido, de la incapacidad para encontrar un significado a la vida y las cosas que nos ocurren. Pensaba que no podemos evitar el dolor y el sufrimiento ya que son la otra cara de la alegría y la felicidad, pero para sobrevivir psicológicamente necesitamos encontrarle un sentido a lo que nos ha ocurrido, aprender la lección e integrar esas experiencias en nuestra historia vital. Si no lo hacemos, nos quedaremos estancados en el pasado, reviviendo constantemente el trauma, que nos impedirá avanzar.
- “Hay más cosas que pueden asustarnos que aplastarnos; sufrimos más a menudo en la imaginación que en la realidad” – Séneca
Séneca, el gran filósofo estoico, examinó hace siglos la tendencia humana a centrarnos en los aspectos negativos de las situaciones y preocuparnos excesivamente por el futuro. Su antídoto para la ansiedad era muy sencillo: “La verdadera felicidad es disfrutar del presente sin dependencia ansiosa del futuro, no divertirnos con esperanzas o miedos, sino descansar tranquilos, como el que no desea nada. Las mayores bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y se encuentran a nuestro alcance. Un hombre sabio está contento con su suerte, sea cual sea, sin desear lo que no tiene”.
- “La angustia es el vértigo de la libertad” – Soren Kierkegaard
Este filósofo danés, padre del existencialismo, resaltaba la importancia del «yo» y la instrospección como una vía para encontrar la verdad. De hecho, llegó a afirmar que “subjetividad es verdad y verdad es subjetividad”, con lo cual quería decir que debemos mirar más en nuestro interior y dejar de guiarnos por que lo que dicen, piensan o hacen los demás. Este mensaje de crecimiento personal hace referencia precisamente a ese momento en el que nos liberamos de las ataduras sociales y la angustia que podemos experimentar. Sé consciente de ello y no permitas que el miedo a volar te corte las alas.
- “La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos” – Platón
El mito de la caverna de Platón es quizá la mejor manera para comprender su postura filosófica. Platón ensalzaba las ideas sobre las posesiones materiales, por lo que no es extraño que nos advierta de que la verdadera riqueza no proviene del aumento de nuestro poder adquisitivo sino de la reducción de nuestros deseos. En una sociedad que nos impulsa al consumismo desenfrenado, debemos tener muy presente ese mensaje de crecimiento personal ya que es la vía más directa hacia la libertad, que nos permite liberarnos de las comparaciones, la envidia y las angustias innecesarias por alcanzar cada vez más.
- “Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz” – Confucio
Este pensador chino que predicaba la tolerancia y el amor, nos advierte que no podemos buscar fuera lo que primero no hayamos cultivado en nuestro interior. No podemos amar plenamente, de forma madura y auténtica, si primero no nos amamos. No podemos aceptar incondicionalmente a los demás, si primero no nos aceptamos. Y tampoco podemos transmitir serenidad, si primero no hemos cultivado la paz interior. Todas nuestras acciones, y no acciones, son un reflejo de lo que se cuece en nuestro interior, por lo que no podemos ser la luz del mundo y la oscuridad de la casa.
- “No ser amados es una simple desventura, la verdadera desgracia es no amar” – Albert Camus
Este filósofo francés, Premio Nobel de Literatura por demás, siempre abordó la condición humana de aislamiento y soledad en una sociedad que, según él, era demasiado individualista y represora. Como resultado, pensaba que terminamos embarcados en una búsqueda frenética de la seguridad a través de las relaciones. Sin embargo, uno de los antídotos, además de “volvernos tan absolutamente libres que nuestra mera existencia sea un acto de rebelión”, consistía en aprender a amar. No se trata del amor posesivo o dependiente, que son los más comunes, sino de un amor que deja libre al otro, porque es capaz de autosatisfacerse. De hecho, suyo también es este precioso consejo: “No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo”. Una vez que lo comprendemos, se trata de un cambio de perspectiva radical que pone patas arriba muchas de las concepciones que siempre hemos dado por ciertas.
- “Ningún viento es favorable para quien no sabe adónde se dirige” – Arthur Schopenhauer
Schopenhauer sostenía que podemos llegar a conocernos si emprendemos un camino de introspección, una idea sobre la cual giró gran parte de su obra, que muchos consideran un punto de enlace entre la filosofía oriental y occidental. Por eso, no es extraño que uno de sus mensajes de crecimiento personal versara precisamente sobre la necesidad de excarbar en nuestro interior para luego poder inflar las velas. Nos alertaba de que si no tenemos objetivos propios y bien definidos, no podremos aprovechar las oportunidades cuando estas toquen a nuestra puerta.
- “Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros” – Jean-Paul Sartre
Este filósofo francés que coqueteó tanto con el existencialismo como con el marxismo humanista para terminar dándole forma a su psicoanálisis existencial. Estaba firmemente convencido de que cada persona se hace a sí misma. También pensaba que somos plenamente responsables de nuestra vida, sin excusas ni pretextos. Por eso, uno de sus mensajes de crecimiento personal más poderosos se refiere precisamente a la importancia de no caer en el victimismo crónico y las lamentaciones inútiles. Debemos ser conscientes de que no siempre podemos controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar cómo reaccionamos. A la larga, eso es lo que realmente cuenta. Son nuestras actitudes, decisiones y acciones las que dan forma a nuestra personalidad.
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