• Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal
  • Saltar al pie de página

Rincón de la Psicología

Blog de Psicología

  • Quién Escribe
  • Libros de Autoayuda
    • Libro de Ansiedad
    • Libro de Depresión
    • Libro de Manipulación
    • Libro Crecimiento Personal
  • Temas de Psicología
  • Publicidad
Inicio » Crecimiento Personal » Los 3 niveles de autoconocimiento que debes atravesar si quieres conocerte mejor

Los 3 niveles de autoconocimiento que debes atravesar si quieres conocerte mejor

Compartir en Facebook Compartir en X (Twitter) Compartir en LinkedIn Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Email
Niveles de autoconocimiento

Aunque no nos guste reconocerlo, muchas veces nos quedamos estancados en los niveles de autoconocimiento más básicos. Muchos de nuestros pensamientos y acciones funcionan en piloto automático, prácticamente tienen vida propia y actúan por debajo del radar de nuestra conciencia. No es algo malo ya que los hábitos, rutinas y reacciones nos ayudan a simplificar el día a día. Detenernos a pensar cada momento nos tomaría demasiado tiempo y, sobre todo, representaría un enorme gasto de energía mental y emocional.

El problema surge cuando funcionamos en piloto automático durante tanto tiempo que olvidamos que estamos en piloto automático, de manera que ni siquiera somos conscientes de nuestros hábitos, rutinas, emociones, impulsos y reacciones. Entonces ya no los controlamos; ellos nos controlan a nosotros.

Una persona que ha desarrollado un buen nivel de autoconocimiento puede decirse a sí misma: “Espera un segundo… quizá tenga que cambiar este hábito que me está haciendo daño” o se preguntará: “¿Quizá estoy reaccionando de manera exagerada?”. Una persona que no ha desarrollado su autoconciencia seguirá viviendo en pilóto automático, víctima de sus propios hábitos negativos, pensamientos recurrentes y reacciones inadecuadas. Como resultado, puede sumirse en un ciclo autodestructivo.

¿Cómo autoconocerse? Las 3 preguntas de autoconocimiento más importantes

Nivel 1 – ¿Qué estás haciendo? 

A veces evitamos el dolor a través de la distracción. Transportarmos nuestra mente a otro momento o lugar donde nos sintamos más seguros y aislados del dolor de la vida cotidiana. Es más fácil zambullirse en el móvil, la televisión, las redes sociales o dejar que la mente vague hacia un futuro dorado haciendo planes que jamás llevaremos a la práctica. Solo para intentar olvidar. Existen muchos refugios donde podemos escondernos para suponer que todo es perfecto y que no necesitamos cambiar nada.

Obviamente, no hay nada malo en distraernos. La distracción es importante para la felicidad y la salud. Pero debemos asegurarnos de que la distracción no es una cortina de humo que esconde otros problemas que seguirán creciendo mientras miramos hacia otro lado.

No podemos emborracharnos con la distracción. No podemos pasar gran parte del tiempo libre ahogados en un mar de distracción que conduzca a un estado de semiinconsciencia o lobotomía elegida.

De hecho, cuando el objetivo oculto de la distracción es escapar de la realidad, terminamos cansados. Esa distracción no es saludable, no reporta satisfacción y mucho menos felicidad. Es tan solo un remedio fugaz, casi adictivo, al que tendremos que recurrir cada día puesto que los verdaderos problemas no los solucionamos.

PARA TI:  Pedir ayuda: ¿Por qué nos resulta tan difícil?

Por tanto, para superar el primer nivel de autoconocimiento es importante que pases tiempo contigo mismo, que reflexiones sobre tus hábitos cotidianos y te preguntes si realmente te conducen al lugar donde quieres estar o si, al contrario, son un subterfugio que alimenta la insatisfacción. Pregúntate si lo que haces cada día realmente te satisface y contribuye a tu bienestar o se trata de un hábito aprendido que no te aporta nada.

Nivel 2 – ¿Qué estás sintiendo? 

¿Alguna vez has estado molesto y cuando alguien te pregunta por qué estás enojado, respondes que no estás enfadado? Cuando funcionamos en piloto automático y usamos las distracciones para no pensar, es normal que las emociones se acumulen y terminen estallando, aunque no siempre lo reconocemos.

En este segundo nivel de autoconocimiento es cuando comenzamos a descubrir quiénes somos realmente. Conectar con nuestras emociones es un proceso muy intenso que nos revela partes de nosotros que no conocíamos o que estábamos ocultando porque nos asustaban o provocaban una disonancia cognitiva. Si no somos personas hipócritas con nosotros mismos y nos atrevemos a reconocer y explorar absolutamente todo lo que sentimos, descubriremos nuevas facetas de nuestro “yo”.

Por desgracia, en vez de mirar dentro, muchas personas intentan escapar de esas emociones a través de experiencias que las emboten afectivamente. No nos han enseñado a explorar las emociones sino al contrario, a reprimirlas y ocultarlas, haciendo como que no existen.

Por eso, algunas de las peguntas de autoconocmiento más importantes son: ¿Qué estás sintiendo? ¿Por qué lo estás sintiendo?

Se trata de asumir que las emociones son como pequeñas brújulas que nos indican lo que nos agrada y desagrada. No es necesario realizar juicios de valor. No somos mejores ni peores por sentirnos de determinada manera. Lo verdaderamente importante es ser conscientes de esas emociones y gestionarlas de una manera asertiva. La ira y la tristeza, por ejemplo, pueden convertirse en potentes motores creativos. Todo depende de cómo usemos esas emociones.

PARA TI:  10 frases taoístas que todos deberíamos tener presente

Nivel 3 – ¿Cuáles son tus puntos ciegos? 

Es probable que cuanto más profundizas en ti, cuánto más te preguntes cómo autoconocerse y más lejos llegues en ese camino, más cosas descubrirás que no te gustan. A veces ese camino puede ser aterrador, sobre todo si piensas que existe una manera “correcta” de sentir y pensar.

También es probable que te des cuenta de que tus pensamientos, argumentos y acciones son meros reflejos de los pensamientos, argumentos y acciones de quienes te rodean. Es normal. Durante muchos años has estado sometido a su influjo sin cuestionarlo.

En este nivel de autoconocimiento, lo más importante es ser consciente de tus puntos ciegos. Es decir, de esas cosas que te has estado ocultando porque no correspondían con la imagen idealizada que tenías de ti. O también de esas creencias limitantes que has alimentado sobre ti mismo, de los pensamientos negativos recurrentes que has estado cultivando. Reconocer tus puntos ciegos te impedirá convertirte en un esclavo de los mecanismos de defensa.

Se trata de un nivel de autoconocimiento integrador, en el que empiezas a reflexionar sobre tus acciones, pensamientos y emociones para encontrar los patrones desadaptativos que no tienen razón de ser y te hacen daño.

Algunas preguntas de autoconocimiento que pueden servirte de ejemplo son: ¿Cuándo te enojas reaccionas con arrogancia? ¿Cuándo te entristeces lo enmascaras con la ira? Conocer tus patrones te permitirá encontrar maneras más asertivas, saludables y satisfactorias de lidiar con la realidad.

El autoconocimiento debe estar seguido de la autoaceptación

Recorrer todos los niveles de autoconocimiento no servirá de mucho si no conducen a la autoaceptación. De hecho, la autoconciencia en sí misma no nos hace más felices. En algunos casos incluso puede hacer que nos sintamos más miserables, sobre todo si se combina con una crítica despiadada.

Por eso, debes tener claro que ese camino de autoconocimiento tiene como meta final la autoaceptación. Solo entonces habrás dado el salto cualitativo y podrás encontrar la paz interior. La autoaceptación que nace del autoconocimiento es una fuerza increíble, fuente de felicidad y autoconfianza para enfrentar cualquier adversidad.

Compartir en Facebook Compartir en X (Twitter) Compartir en LinkedIn Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Email

Jennifer Delgado Suárez

Psicóloga Jennifer Delgado Suárez

Soy psicóloga. Por profesión y vocación. Divulgadora científica a tiempo completo. Agitadora de neuronas y generadora de cambios en mis ratos libres. ¿Quieres saber más sobre mí?

No te pierdas ni un artículo

Al inscribirte a Rincón de la Psicología aceptas nuestra Política de Privacidad. Pero no te preocupes, ¡odio el spam tanto como tú!

Sigue alimentando tus neuronas

Ser incondicional te hace invisible: el precio oculto de estar siempre ahí

Sabiduría emocional también es mirar, escuchar y decidir que eso no va contigo

Estrés en la menopausia: ¿Por qué se produce y cómo aliviarlo?

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Barra lateral principal

Entradas recientes

  • Ser incondicional te hace invisible: el precio oculto de estar siempre ahí
  • Sabiduría emocional también es mirar, escuchar y decidir que eso no va contigo
  • Estrés en la menopausia: ¿Por qué se produce y cómo aliviarlo?
  • Dormir menos nos vuelve más egoístas
  • Pausas de transición, el hábito que evitará que colapses por estrés

Footer

Contacto

jennifer@intextos.com

Blog de Psicología

Artículos sobre la salud mental y el crecimiento personal, técnicas psicológicas, estudios sobre el cerebro, trastornos mentales y libros de Psicología para comprender cómo funciona la mente.

Sígueme la pista

  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • Telegram
  • Twitter

© Copyright 2009-2024 Rincón de la Psicología · Todos los derechos reservados · Política de Cookies · Política de Privacidad · Publicidad