Las actividades diarias en las que ocupamos nuestro tiempo libre pueden decir mucho sobre cada uno de nosotros. Así, algo tan cotidiano como ver la TV, puede ser un indicador de nuestros niveles de felicidad. De hecho, la idea de correlacionar la cantidad de tiempo que pasamos delante de la televisión y los niveles de bienestar psicológico no es nueva. Investigadores del Baker IDI Heart and Diabetes Institute de Melbourne en Australia afirman a partir del análisis de más de 8.000 personas que ver mucha televisión reduce la esperanza de vida.
En los Estados Unidos las personas pasan un promedio de dieciséis horas semanales delante de la televisión; tanto es así que alrededor de la mitad del tiempo libre se emplea en este pasatiempo (si puede llamársele así). De esta forma, un equipo de sociólogos de la Universidad de Maryland ha estado recopilando datos al respecto durante un periodo de treinta años.
¿Los resultados? Las personas que no son felices pasan más tiempo viendo la televisión mientras que las personas que se describen a sí mismas como felices dedican más tiempo a leer y a socializar. Las personas infelices consumen un 20% más de televisión que la gente feliz, con independencia del nivel educativo, los ingresos, la edad y el estado civil.
En este estudio se involucraron alrededor de 30 mil adultos a los cuales se les pedía que llenaran diarios donde evidenciaran cuán gratificantes eran cada una de las actividades cotidianas. Entonces surgió un resultado sorprendente: las cuestionarios de las personas felices y aquellas que se sentían continuamente tristes diferían variaban substancialmente en una tarea: ver la televisión.
Otro resultado curioso es que el tiempo libre de las personas tristes es mucho mayor que el de las personas que se reconocen felices, un 51% frente a un 19% (un resultado que no es del todo nuevo ya que en el pasado se ha demostrado que las personas más ocupadas muestran mayores niveles de felicidad). Sin embargo, extrañamente, quienes estaban más ociosos también experimentaban más prisa que aquellos que carecían verdaderamente de tiempo libre, un 35% en comparación con un 23%. En resumen, que tener mucho tiempo y no saber cómo llenarlo no parece ser muy gratificante. Por si fuera poco, las personas que miraban más la televisión reconocían que: “es una pérdida de tiempo inútil”.
Pero… ¿la televisión conduce a la tristeza o viceversa?
Ver la televisión es una tarea sencilla, que no demanda esfuerzos considerables y que puede compararse con el placer momentáneo que producen las drogas: producen una satisfacción momentánea pero a largo plazo son productores de sentimientos de insatisfacción pues nos alejan del resto de las personas y va disminuyendo paulatinamente nuestra socialización.
A la misma vez, es normal que las personas tristes no tengan deseos de socializar por lo que optan por la actividad que tienen a mano: ver la televisión. Por ende, las relaciones entre televisión y tristeza serían multideterminadas y es que no debemos olvidar que todas las cosas en extremo resultan dañinas.
Fuentes:
Robinson, J. P. & Martin, S. (2009) Of time and television. The Annals of the American Academy of Political and Social Science, 625(1): 74-86.
Tickner, N. (2008) Unhappy People Watch TV, Happy People Read/Socialize. En: University of Maryland.
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