Me gusta Star Trek. Lo reconozco. Una vez que logras abstraerte del lenguaje espacial y de las escenas de batallas, descubres una crítica descarnada a nuestra sociedad y muchísimas ideas interesantes sobre las cuales filosofar. Sin embargo, existe una línea muy sutil entre la pasión y la obsesión, entre ser un espectador entusiasta y convertirse en un fanático obsesionado.
De hecho, esta serie ha sido una de las que más ha impactado en nuestra sociedad dando lugar a toda una subcultura de fanáticos, los “trekkers”. En algunos casos su interés por la serie es tan grande que cabría preguntarse si se trata de una simple pasión o de una obsesión que colinda con lo patológico.
Una mirada a los casos más excéntricos
Uno de los casos más mediáticos ha sido el de Tony Alleyne, un señor de 58 años que vive en Leicestershire, Reino Unido, y que ha pasado los últimos diez años de su vida transformando su hogar en una nave espacial idéntica al Enterprise, con una cubierta de vuelo computarizada, luces e incluso teletransportadores.
Esta pasión le ha costado al menos £100.000 y comenzó cuando se divorció de la mujer. Como podéis ver en las imágenes, incluso intenta ponerse en la piel del capitán Jean-Luc Picard y lo cierto es que se parece bastante.
Otro caso similar es el de Line Rainville, una señora de 51 años de Quebec, que decidió redecorar toda su casa al más puro estilo del Enterprise. Line afirma que vio la serie por primera vez cuando tenía 9 años y desde entonces se convirtió en una fanática, recuerda que la impresionó el hecho de que los extraterrestres eran más amables y simpáticos de lo que suponía y que enseguida se identificó con los vulcanianos.
Estos últimos años los ha dedicado a redecorar su casa, gastando unos $30.000. El resultado es impresionante y ni siquiera falta el replicador de alimentos.
Steve Nighteagle, un constructor de Colorado, es otro de los fans de Star Trek que se ha animado a decorar su casa siguiendo el estilo de la serie. Afirma que ha pasado los últimos cuatro años convirtiendo su hogar en una réplica de la nave estelar Enterprise. Además, pasa unos siete meses del año engalanando el Salón de la Federación.
El dulce peligro de Star Trek
Ante todo, se debe puntualizar que con unas cinco décadas de recorrido, Star Trek ha tenido tiempo suficiente para llegar a varias generaciones y provocar diferentes niveles de obsesión. Lo interesante es que esta serie utiliza la ciencia ficción como una excusa para realizar un análisis muy profundo de los problemas que enfrenta nuestra sociedad. A través de los extraterrestres nos presenta conflictos que no nos resultan ajenos. Esta forma, un tanto despersonalizada, de presentar los problemas hace que los aceptemos con mayor facilidad puesto que nuestro “yo” no se siente agredido. De esta forma, la serie nos va haciendo reflexionar sobre nuestro estilo de vida cotidiano, nuestras necesidades y nuestro sistema de valores.
No es difícil darse cuenta de que se contrapone la sociedad actual con una sociedad ideal, una ilusión que puede hacer mella en aquellas personas que, por algún que otro motivo, no se sienten satisfechas con su realidad. Star Trek les propone un escape digno, a una sociedad mejor, donde todos somos más conscientes de nuestros actos.
No es casualidad que muchas personas se declaren “trekkers” en la etapa de su juventud, después de los 20 años, que es justo el momento en el cual está consolidándose nuestro sistema de valores y estamos en plena búsqueda de nuestro “yo”. Esta serie, les ofrece un mundo ideal donde les gustaría vivir. Y hasta aquí no hay nada de patológico o negativo, el problema comienza cuando las personas se alejan de su realidad para ensimismarse en un universo irreal. Es decir, cuando prefieren vivir en el mundo de fantasía que les ofrece una serie y evitan o rechazan su entorno real.
Los 5 signos de advertencia
Durante años, los medios de comunicación tildaron a los fans de Star Trek de “chiflados”, “socialmente inadaptados” y “fetichistas”. Esto hizo que muchas personas ocultaran su interés por la serie y se sintieran excluidos socialmente. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, el hecho de que a alguien le apasione algo no significa que sufra un trastorno.
¿Cuándo se traspasa la línea sutil entre la pasión y la obsesión?
1. Cuando la persona rechaza su realidad porque prefiere vivir en un mundo de fantasía
2. Cuando se ve afectado su desempeño en alguna de las áreas importantes de su vida, como el ámbito estudiantil y/o laboral
3. Cuando se dañan las relaciones interpersonales, ya sea con los amigos, familiares o la pareja
4. Cuando el universo de intereses se restringe casi exclusivamente a una pasión haciendo que descuide otras áreas de su vida
5. Cuando la pasión genera pensamientos recurrentes que llegan a molestar a la persona y son difíciles de controlar
Como colofón, ¿sabíais que existe un sitio web de citas dedicado exclusivamente a los fans de Star Trek y las series de ciencia ficción? Así podrán encontrar a su media naranja espacial o, al menos, no corren el riesgo de tener peleas de pareja por su extraña afición 🙂
Fuentes:
Homvak, T. (2013) Relax in this $30,000 ‘Star Trek’ Enterprise basement. En: Cnet.
Khan, S. (2013) Man Creates Star Trek-themed House! En: The Magazine.
Reynolds, E. (2012) To boldly forgo: Trekkie loses his painstakingly recreated Star Trek flat to ex-wife in divorce. En: Daily Mail.
Jindra, M. (1994) Star Trek Fandom as a Religious Phenomenon. Sociology of Religion; 55(1): 27-51.
Jenkins, H. (1998) Star Trek rerun, reread, rewritten: Fan writing as textual poaching. Critical Studies in Mass Communication; 5(2): 85-107.
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