¿Alguna vez te has sentido tan nervioso que no atinabas a hacer las cosas bien? ¿Tenías que dar un discurso importante y las palabras no salían de tu boca? ¿Has vivido alguna situación tan impactante que te ha dejado paralizado? ¿Recibiste una noticia tan mala que tardaste varios días en aceptar lo ocurrido? ¿No has logrado reponerte de una ruptura sentimental? ¿Has perdido a una persona importante y no logras seguir adelante? Todos estos son ejemplos de bloqueos emocionales.
Cuando nos bloqueamos emocionalmente, dejamos de pensar con claridad e incluso, en algunas ocasiones, ni siquiera logramos responder físicamente, simplemente nos paralizamos. De hecho, debemos tener en cuenta que en la naturaleza, la parálisis es una respuesta válida a un miedo extremo cuando no es posible escapar de la situación.
¿Qué es un bloqueo emocional?
Cuando una situación nos afecta mucho a nivel emocional, nuestra mente activa un mecanismo de defensa que nos permite sobrevivir al problema, es lo que se conoce como bloqueo emocional. De esta manera logramos amortiguar el impacto de la situación, nos protegemos de esa situación dolorosa.
El bloqueo emocional suele producirse cuando nos vemos obligados a lidiar con una situación con una elevada carga afectiva, pero no contamos con las herramientas psicológicas para hacerle frente. En esos casos, nuestra mente prefiere replegarse, para dejar de pensar en lo ocurrido y no hacerse más daño.
Lo usual es que tras cierto tiempo seamos capaces de sacar a la luz esos contenidos emocionales reprimidos, procesarlos e incorporarlos en nuestra historia vital; o sea, asumimos lo ocurrido y pasamos página. El problema comienza cuando no somos capaces de salir de esa situación de bloqueo emocional porque, aunque esos contenidos que nos molestan no están activos en nuestra mente consciente, interfieren desde nuestro inconsciente y nos impiden alcanzar la paz interior o incluso pueden dar pie a enfermedades psicosomáticas.
El bloqueo emocional defensivo
Desde esta perspectiva, el bloqueo emocional es algo positivo porque nos protege de una situación que consideramos potencialmente peligrosa para nuestro bienestar físico o psicológico. Nos impide seguir adelante y hacernos daño o incluso ser víctimas de un estrés particularmente intenso que genere un trauma.
El ejemplo clásico de un bloqueo emocional defensivo es cuando perdemos de repente a un ser querido o una relación de pareja termina buscamente. Es probable que cuando recibamos la noticia, no la aceptemos sino que continuemos con nuestra vida normal porque nuestra mente ha bloqueado esa información.
Mientras tanto, nuestro inconsciente la va procesando. De esta forma podemos sumergirnos en un periodo de amortiguamiento emocional y, solo cuando estamos preparados, comienza el duelo psicológico propiamente dicho. En este caso, el bloqueo emocional es una herramienta para adaptarnos a la nueva realidad. Ponemos a un lado nuestros sentimientos para enfrentarlos más tarde, cuando seamos capaz de lidiar con ellos.
Obviamente, los bloqueos emocionales no solo ocurren cuando enfrentamos situaciones negativas, también son una respuesta ante noticias tan buenas que resultan increíbles. En estos casos también necesitamos un lapso de tiempo para asimilar la idea y mientras tanto, actuamos como si no la hubiésemos escuchado, podemos quedarnos paralizado o continuar con nuestra vida normal, como si nada hubiera ocurrido.
Obviamente, hay personas más resilientes que otras, lo cual significa que algunas cuentan con más recursos psicológicos para enfrentar las situaciones adversas. Por tanto, una situación que en algunos puede generar un bloqueo emocional, otros podrán asumirla con mayor naturalidad porque tienen más recursos para afrontarla de manera asertiva.
Cuando el bloqueo emocional se convierte en una barrera
No siempre logramos superar el bloqueo emocional, a veces este se convierte en un obstáculo que nos impide continuar por el camino que habíamos trazado, se transforma en una creencia limitante y se expresa a través de dolor, culpa, enfado, miedo y tristeza.
Puede pasar cuando una persona es abandonada por su pareja, pero no termina de aceptar la ruptura, por lo que no logra rehacer su vida sentimental sino que se queda atrapada en un bucle de nostalgias y recuerdos. También ocurre a menudo en quienes sufren estrés postraumático. Aunque muchas veces el hecho traumático ha sido reprimido de la mente consciente, los flashbacks son destellos de lo ocurrido que le impiden seguir adelante con normalidad.
¿Por qué sucede esto? En algunos casos, la persona prefiere quedarse en la zona de confort; es decir, elige permanecer en el pasado, aunque sea doloroso, ya que le asusta mucho más enfrentar el futuro. Creamos un frágil equilibrio en el pasado donde nos refugiamos y terminamos apegados a esa ilusoria seguridad, que preferimos a la incertidumbre del futuro.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que no podemos crecer hasta que no nos enfrentemos a los bloqueos emocionales porque estos actúan como barreras que nos limitan desde el punto de vista emocional y cognitivo.
Los resentimientos, las heridas sin sanar, las cosas que nunca se dijeron y, en sentido general, todo lo que queda guardado y tiene alguna carga emocional, nos hace mucho daño. A veces ese daño se traduce en problemas de salud, pero en otras ocasiones se expresa a través de problemas para relacionarse o mediante la frustración y la falta de autoestima.
Piensa en el bloqueo emocional como si fuera una roca pesada que cargas montaña arriba y te impide caminar libremente. Hay ocasiones en que esta piedra te obliga a hacer un alto en el camino, para reflexionar y recuperar fuerzas. No obstante, llega un momento en el cual, si quieres avanzar, necesitas deshacerte de ella de una vez y por todas.
Es importante comprender que desconectarnos momentáneamente del problema puede ser útil para protegernos, pero si pasado un tiempo prudencial no nos adaptamos al cambio, terminamos muriendo por dentro, prisioneros del pasado.
Los síntomas del bloqueo emocional
Cada persona puede experimentar el bloqueo emocional de manera diferente, aunque en muchos casos es común que aparezca:
- Sensación de fatiga o vacío interior. Ese agotamiento puede ser la expresión de toda la energía psíquica que estás destinando a reprimir las emociones que te dañan. Por eso, si sufres un bloqueo emocional, es probable que te sientas cansado todo el tiempo, o que sientas un gran vacío y una enorme apatía, que no tengas deseos de hacer nada.
- Fingir que un problema no te importa. Las emociones son indicadores de cuanto nos importa algo, por lo que cuando las bloqueamos, perdemos esa “brújula” interior. Por eso, fingir que un problema importante en realidad no nos incomoda, suele ser uno de los principales indicadores de un bloqueo emocional.
- Pensamientos recurrentes sobre una situación pasada. Los bloqueos emocionales no siempre borran lo ocurrido, a veces activan ese recuerdo, de manera que si te has obsesionado con algo del pasado y no puedes dejar de pensar en ello, es probable que te hayas bloqueado en ese capítulo de tu vida.
- Retrasar decisiones importantes. Uno de los síntomas más claros del bloqueo emocional es postergar continuamente decisiones importantes. La procrastinación debe ponerte sobreaviso ya que a menudo indica que te sientes demasiado atrapado o sin fuerzas para seguir adelante.
- Sentimiento de culpa. Los bloqueos emocionales suelen acompañarse de una intensa sensación de culpa. Es probable que, de una u otra manera, te culpes por lo ocurrido. De hecho, la culpa es una sensación paralizante que te mantiene prisionero del pasado.
- Comportamientos adictivos. Muchas veces, intentamos controlar las emociones recurriendo a adicciones, que puede ser desde el tabaco hasta la comida. Esos comportamientos activan el sistema de recompensa en nuestro cerebro, haciéndonos sentir bien y mitigando los efectos de las emociones negativas que experimentamos.
- Problemas de salud. Los bloqueos emocionales suelen manifestarse con síntomas físicos, desde el dolor de cabeza emocional hasta una acentuación de problemas de salud anteriores.
¿Cómo superar el bloqueo emocional?
“La pérdida y el trauma pueden destruir en pedazos nuestra vida, devastar nuestras relaciones y subvertir nuestra identidad”, escribió el psicólogo Guy Winch. Al dolor por lo ocurrido se le suma que esa experiencia a menudo también destruye nuestras suposiciones acerca del mundo, nos damos cuenta de que no es un lugar tan seguro como pensamos. Afrontar esa realidad es difícil. Pero si queremos seguir con nuestra vida debemos hacerlo.
Necesitamos tomarnos el tiempo que sea necesario para sanar, pero no debemos convertir el sufrimiento en un sitio donde acampar y echar raíces. Practicar la aceptación radical es una buena estrategia para superar los bloqueos emocionales y salir adelante, pero en muchos casos, debido a la profundidad de las heridas, quizá sea necesario contar con la ayuda de un psicólogo.
QWERTY dice
Las flores de bach me ayudaron a superar mis bloqueos emocionales
Jennifer Delgado dice
En efecto, he trabajado con ellas y las recomiendo.
Andres Caro dice
Yo tengo bloqueo emocional y no padezco de estos sintomas, es mas, ahora lo controlo y me concentro mas en mis cosas, sin preocuparme por tonterias. Soy feliz asi, y eso no me impide seguir adelante, al contrario, me gusta sentirme asi, y es lo que me impulsa a seguir adelante. Sin miedos, sin baja autoestima, sin nada que me detenga :). Y lo mas importante: sin distracciones estupidas que causan los sentimientos 😉
Susan dice
Muy buen artículo. Geacias
yohn yherenson dice
a mi tambien me pasa lo mismo, jajja es como que las emociones que nos afectan o afectaban ya casi ni las sentimos, jaj es posible esto? yo me siento asi, es como que la empatia tambien ubiera dismiuido