Para poder ayudar a las personas, no solo necesitamos apropiarnos de diversas técnicas, que están en continua evolución, sino que también debemos desarrollar determinadas habilidades terapéuticas que solo se potencian con la práctica.
Recientemente Psicoadapta, un excelente centro de psicólogos en Madrid, realizó una infografía donde recogían los diez pilares fundamentales que deben regir la práctica de los psicólogos clínicos. Ahora lo comparto con vosotros.
Los 10 pilares que sustentan el trabajo del psicólogo clínico
- Mantente actualizado. Prácticamente todos los días se publican nuevos estudios psicológicos, investigaciones que a veces ponen en tela de juicio antiguos paradigmas y que abren un nuevo camino para comprender la psiquis y el proceso de terapia. Cada cierto tiempo, también se descubren nuevas técnicas y métodos que te permitirán mejorar en tu práctica profesional. Por tanto, mantenerse actualizados es una obligación.
- Sé honesto. No somos infalibles pero algunas veces confiamos tanto en nuestra habilidad profesional que nos negamos a admitir un error o a aceptar que no podemos solucionar determinados casos, es lo que se conoce como “Complejo de Dios”. Si no tienes experiencia tratando determinados problemas o si crees que no podrás ayudar a la persona, lo mejor será que la derives a otro profesional.
- Practica la objetividad. La meta de un psicólogo no es imponer su visión del mundo sino ponerse en el lugar de la persona y ayudarle a resolver el problema adoptando su punto de vista. La labor del terapeuta no es dar consejos y transmitir su forma de comprender la vida sino guiar a sus pacientes para que tomen sus propias decisiones.
- No fuerces. La tarea del psicólogo consiste en encontrar el camino más adecuado y menos traumático para promover el cambio. En ese proceso, la persona debe sentirse cómoda y guiada pero jamás forzada. Tu misión es mostrarle diferentes caminos pero la decisión final es suya.
- No juzgues. En una consulta se escuchan muchas historias y es probable que no compartas ciertas creencias o formas de comportarse pero la tarea del psicólogo no es juzgar o criticar al paciente sino comprender sus motivos y sistema de valores. Cuando una persona percibe que está siendo juzgada, no se sentirá cómoda y la terapia no avanzará.
- Respeta a la persona. Hay personas que son reacias a usar determinadas técnicas o enfoques terapéuticos e incluso hay quienes no realizan las tareas que se les recomiendan. Ten en mente que la terapia no es imposición, es diálogo, negociación y consenso. Por tanto, deberás trabajar para comprender que sucede, reevaluar tu estrategia y proponer otras vías de solución.
- Vuelve sobre tus pasos. La terapia casi nunca es un proceso lineal, después de cada sesión deberás analizar los posibles avances o retrocesos. Si es necesario, vuelve atrás y reestructura la línea que te habías propuesto seguir. Recuerda que para enfrentar los problemas más complejos, también existe la posibilidad de pedir una supervisión de casos clínicos.
- Ten mucha paciencia. Las personas que piden ayuda se suelen desesperar, el psicólogo no puede darse ese lujo. La terapia no siempre transcurre tan rápido como desearíamos y es probable que no siga el camino que teníamos planificado. No olvides que cada persona es única y el ritmo de la psicoterapia también, es imprescindible ser pacientes.
- Guarda el secreto profesional. Las personas que piden ayuda a un psicólogo depositan su confianza en este, le cuentan vivencias dolorosas que no querrían que saliesen a la luz. Estas personas esperan que sus secretos estén bien guardados y es tarea del psicólogo cerciorarse de que así sea.
- Enamórate de la Psicología. Aristóteles afirmó que “el placer en el trabajo es lo que lleva a la perfección en él”. Sentir verdadera pasión por la Psicología te permitirá continuar investigando y esforzarte al máximo con cada persona que te pide ayuda. Recuerda que sin pasión no tienes energía, y sin energía no tienes nada.
Manuel J.Díaz dice
Hola, soy Manuel Díaz. Fabauloso artículo. Hace reflexionar también para otras áreas de la vida.
Saludos y ¡enhorbuena! por compartir el artículo.