En ocasiones los publicistas crean anuncios y campañas de marketing con las mejores intenciones del mundo pero… los resultados son desastrosos. En el pasado ya había hecho referencia, por ejemplo, a que los mensajes terroríficos sobre los riesgos de fumar realmente provocan el efecto contrario ya que las personas no se logran identificar con las imágenes espeluznantes que se muestran en las cajetillas de cigarros. Por ende, borran inmediatamente esta imagen de su memoria.
Ahora un nuevo estudio desarrollado en la Universidad de Toronto se mueve en esta misma longitud de onda para afirmar que los mensajes que urgen a las personas a abandonar sus prejuicios realmente podrían desatar un efecto boomerang.
Los investigadores llevaron a cabo dos experimentos con el objetivo de evaluar la eficacia de dos tipos de intervenciones de carácter motivacional. En uno de ellos simplemente se les decía a las personas qué debían hacer y en el otro se les explicaba por qué vivir sin prejuicios nos permite disfrutar mucho más de las experiencias del mundo y nos convierte en personas más valiosas.
En el primer experimento los investigadores le asignaron al azar dos documentos a leer a los participantes con un contenido que promovía la autonomía y otro que incitaba al control. En ambos documentos se abordaba una nueva iniciativa para reducir los prejuicios en la población. Al tercer grupo se les brindaron algunas instrucciones para que redujeran sus prejuicios.
Paradójicamente, los resultados mostraron que a quienes se les incitaba a abandonar sus prejuicios (es decir, aquellos que leyeron el documento donde se apostaba por el control); se mostraban mucho más prejuiciados que antes. En general, quienes mostraron una verdadera reducción en sus actitudes prejuiciados fue el tercer grupo.
Los autores del estudio sugieren que cuando los mensajes son demasiado incitantes, las personas sienten que pierden la libertad de elegir, se sienten coartadas y esto a su vez, hace que aumente la hostilidad hacia el grupo hacia el cual se muestra el prejuicio ya que se comprende que estos son los culpables de esta restricción de los derechos personales. Y es que, obviamente, a nadie le gusta sentirse presionado porque respondemos con un comportamiento mucho más agresivo. Desgraciadamente, muchas de las campañas que se realizan en la actualidad para intentar eliminar las prejuicios siguen esta línea de pensamiento.
No obstante, la buena noticia es que si le brindamos a las personas técnicas sencillas que les permitan reducir los prejuicios en su vida cotidiana y además les damos cierta autonomía para implementarlas, la campaña tendrá mayor éxito.
Fuente:
Legault, L.; Gutsell, J. & Inzlicht, M. (2011) Ironic Effects of Anti-Prejudice Messages: How Motivational Interventions Can Reduce (but also increase) Prejudice. Psychological Science.
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