Aunque para muchas personas las relaciones sexuales les reportan una gran satisfacción en el plano físico y psicológico, existen algunas mujeres que experimentan dolor mientras mantienen relaciones sexuales; un dolor que en ocasiones llega a ser tan fuerte que les hace abandonar la práctica del sexo pues no logran tener relaciones satisfactorias. Así, rápidamente se crea un círculo vicioso donde la mujer experimenta el dolor, se asusta y se previene contra el mismo; por lo cual la próxima relación sexual probablemente será aún más dolorosa que la anterior y así consecutivamente, hasta que finalmente decide prescindir del coito.
Muchas de las mujeres que sufren de dispareunia piensan que sólo ellas experimentan este dolor, sufren estoicamente y no acuden a un especialista por vergüenza o por miedo a que la tilden de «frígida». Evidentemente, en este caso se confunde el dolor con falta de deseo sexual o libido. Sin embargo, el dolor femenino durante el coito es más frecuente de lo que podemos imaginar ya que el 96% de los coitos no consumados tienen como causa principal el dolor vaginal. Además, los especialistas afirman que alrededor de un 60% de la población femenina ha sufrido este trastorno o lo sufrirá en algún momento de sus vidas.
Pero… ¿qué es la dispareunia?
La dispareunia es la percepción de dolor durante el coito, aunque en algunas ocasiones las molestias pueden aparecer antes o después del mismo. Usualmente estos dolores se hacen más acuciados después de un embarazo o de la menopausia, ésta última es la principal causa de la dispareunia ya que las féminas sufren una atrofia vaginal que provoca que un 50% de ellas tengan relaciones sexuales dolorosas (entonces es necesario el tratamiento con estrógenos).
Así, algunos especialistas determinan diferentes tipos de dispareunia:
– Primaria: el coito siempre ha sido doloroso para la mujer.
– Secundaria: la mujer ha mantenido con anterioridad relaciones sexuales no dolorosas.
– Completa: el coito resulta doloroso en cualquier circunstancia o postura.
– Situacional: el dolor se experimenta en condiciones específicas o en determinadas posturas.
Las causas de la dispareunia pueden hallarse en la fisiología, entre las más comunes pueden mencionarse: el dolor pélvico crónico, anormalidades congénitas urogenitales, prolapsos y sequedad vaginal.
Algunos de los síntomas asociados con la dispareunia son: deseo de orinar después de la relación sexual, cistitis que se presenta entre las 24 y 72 horas después del coito, intolerancia a las fricciones en la zona genital y disturbios vulvares como comezón, sequedad u ardor.
En la dispareunia, independientemente del dolor físico, también existe un componente psicológico: generalmente las mujeres que sufren esta patología presentan miedos y fobias relacionadas con el conocimiento de su propio cuerpo o la sexualidad y son incapaces de vivir la sexualidad sin experimentar sentimientos de culpa o vergüenza. Debe destacarse que entre un 10 y un 15% de las mujeres que padecen la dispareunia han sufrido algún tipo de abuso sexual.
Vale aclarar que las mujeres con dispareunia pueden disfrutar de los juegos sexuales e incluso alcanzan el orgasmo mediante ellos ya que su respuesta orgásmica y el deseo sexual no presentan dificultades.
Lo esencial en caso de presentar dolores durante la relación sexual es consultar a un especialista para buscar las causas de manera individual y trabajar en su eliminación. Nadie debe privarse de una sexualidad plena, menos aún por estereotipos de género. Una vez que se ha identificado la causa el tratamiento de la dispareunia puede ser un proceso relativamente simple que le permite a la persona desarrollar una sexualidad plena.
Vale aclarar que la dispareunia no es lo mismo que el vaginismo, éste último implica dolor porque se intenta la penetración por un canal cerrado pero si no se intenta la penetración no se evidencia dolor ya que las contracciones de los músculos vaginales no producen la sensación de malestar. Al contrario, en la dispareunia, el dolor puede sentirse antes o después del acto sexual.
En relación con las causas psicológicas generalmente la dispareunia está provocada por un hecho doloroso que desata el miedo mientras que en el vaginismo casi siempre es el miedo quien desata el dolor.
Fuentes:
APA (2002) DSM-IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona: Masson.
Graziottin, A. (2001) Clinical approach to dyspareunia. J Sex Marital Ther; 27(5): 489-501.
Jennifer Delgado Suarez dice
Normalmente la dispareunia es un problema que tiene solución.
Si has presentado sangrado probablemente se debe a un problema físico, el doctor te examinará y podrá diagnosticar con mayor precisión lo que tienes.
Quizás deberás someterte a una pequeña intervención y nada más.
En todo caso, siempre es positivo consultar a un especialista en sexualidad ya que debemos recordar que el sexo tiene mucho de psicológico y la excitación es importantísima para hacer que sea placentero.
Anónimo dice
Yo tengo problemas con la penetracion desde la primera vez. No tengo ningun problema fisico, puesto que fui al ginecologo por este problema y me dijo q todo esta bien. Nunca han abusado de mi y creo q no es psicologico, aunq tb he ido a consulta, y sigo sin ver resultados. Q puedo hacer?Gracias.
Jennifer Delgado Suarez dice
Si el problema no es físico entonces tiene una causa psicológica. No es necesario que haya ocurrido una violación o hechos de este tipo. En realidad una educación puritana o ideas erróneas y demasiado conservadoras sobre la sexualidad podrían tener el mismo efecto.
Mane dice
Iniciamos una relación yo 48 ella 50, plenamente sanos, emocionalmente excelente, sexualmente con dificultades por dolor y resistencia en ella, seguimos trabajando en ello, el ginecólogo solo recomendó gel, pero no soluciono el problema, hay penetración más no satisfacción y placer en ambos, por lo que he leído puedo suponer dispareunia, ¿existe solución?, jamás había experimentado algo así y no se como manejarlo.
Jennifer Delgado dice
Mane,
Cuando la dispareunia es por causas psicológicas, tiene solución. No obstante, tendríais que acudir a un psicólogo especializado en sexualidad ya que el ginecólogo no es el profesional más indicado para tratar los problemas emocionales que pueden estar en la base de este trastorno.