El trastorno de personalidad histriónico es bastante común en las consultas de psicología, lo que no suele ser muy usual es el tratamiento que se les brindaba a principios de los 1800. Remontémonos un poco en el tiempo:
Aunque en el siglo XVII los puritanos de Nueva Inglaterra veían la masturbación como una especie de blasfemia e incluso desalentaban a las jóvenes para que no montasen a caballo o en bicicleta pues podían encontrar “demasiada estimulación”, lo cierto es que la masturbación llegó a utilizarse como un tratamiento médico.
Maine en su libro: “The Technology of Orgasm” explora la historia de los doctores que utilizaban la estimulación vaginal para tratar la histeria. En aquella época la histeria era un diagnóstico más común que en la actualidad ya que muchas veces se aplicaba indiscriminadamente a todo aquel trastorno que ostentase los síntomas: nerviosismo, insomnio, espasmos, problemas respiratorios, irritabilidad y falta de apetito o de deseo sexual.
Lo cierto es que desde tiempos bien antiguos los doctores prescribían masajes estimulantes en la región pélvica que indujesen un paroxismo histérico y de esta forma la paciente lograba una mejoría pasajera. Inicialmente eran los propios doctores quienes daban los masajes pero posteriormente, a finales del siglo XIX aparecieron los primeros vibradores eléctricos, muy primitivos por supuesto, aunque posteriormente se fueron desarrollando y aparecieron diversos modelos y tamaños. En el 1918 incluso se llegaron a incluir en los catálogos de Sears y se ofertaban como un añadido a la compra de otros equipos electrodomésticos.
Muchas de las mujeres que padecían de histeria y estaban en edad de casarse eran apresuradas al altar ya que masturbarse ellas mismas no fue una opción recomendada hasta principios del siglo XX.
Lo cierto es que en la actualidad los vibradores son el juguete erótico más vendido en todo el mundo. No obstante, ¿cuánto hay de cierto en esta práctica? Aunque hoy existen métodos totalmente diversos para tratar y comprender el trastorno de personalidad histriónico, también se conoce que durante el orgasmo se libera la oxitocina y otras endorfinas que favorecen un estado de relajación y sueño, disminuyendo el estrés. Así, los doctores de la época podían no andar muy desacertados si bien el tratamiento sería más recomendable para otros trastornos.
Nada, que en cuestiones de psicología siempre hay mucho por aprender.Fuente:
Maines, R. P. (1999) The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women’s Sexual Satisfaction. Baltimore: The Johns Hopkins UP.
Maines, R. P. (1999) The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women’s Sexual Satisfaction. Baltimore: The Johns Hopkins UP.
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