A menudo, cuando vemos a una persona exitosa, pensamos en lo afortunada que es. De hecho, tenemos la tendencia a asociar el éxito con la suerte, quizás no lo hacemos de una forma consciente pero lo cierto es que jamás pensamos en cuánto tuvo que esforzarse esa persona o a cuántas cosas tuvo que renunciar.
Winston Churchill se refirió magistralmente a este tema afirmando que “el éxito consiste en aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. Y lo cierto es que casi todos los casos de éxito esconden un pasado marcado por la perseverancia.
Los triunfos no nacen de la nada, es necesario subirse las mangas y ponerse manos a la obra. Mientras tanto, te esperan muchos retos, tareas difíciles que probablemente nadie quiere enfrentar, cosas que te asustan y que te llevarán al límite de tus fuerzas.
1. Tendrás que dar más de lo que recibes a cambio. Los inicios son difíciles, cualquier emprendedor lo sabe. Tendrás que invertir tanto en tu proyecto (entiéndase tiempo y esfuerzo) que a veces te parecerá que todo cae en un pozo sin fondo y te desmotivarás. Hasta que llega ese momento en que comienzas a ver los primeros frutos.
2. Tendrás que renunciar a muchas cosas. Los grandes proyectos consumen mucho tiempo y energía por lo que en algún momento tendrás que renunciar a cosas que te apetecería hacer, como pasar más tiempo con la familia, irte de vacaciones o dedicarte un día entero al “dolce far niente”.
3. Pasarás por tonto cuando te equivoques. Es probable que muchas personas no confíen en ti o en tu proyecto, por tanto, magnificarán los pequeños errores y te harán pasar por tonto. No desfallezcas, recuerda que la sociedad cree que todo es una locura hasta que se lleva a cabo con éxito.
4. Tomarás decisiones que jamás hubieses tomado. Los proyectos exitosos a menudo cambian a lo largo del tiempo, es algo normal, de hecho, es imprescindible para adaptarse a las exigencias cambiantes del medio y sobrevivir. Por tanto, en algún momento te verás obligado a cambiar rumbo y tomar decisiones dolorosas, son parte del crecimiento.
5. Tendrás que continuar aunque caigas. Cuando tienes un gran proyecto a menudo no puedes darte el lujo de dejar que las heridas sanen naturalmente. Tendrás que apañarte con un remedio improvisado y continuar adelante. La desmotivación, la falta de confianza y los fracasos no pueden sentar casa porque si no, todo estará perdido.
6. Tendrás que preocuparte por personas que no se preocupan por ti. A lo largo del camino te verás obligado a tratar con personas que realmente no se interesan por ti, quizás son rudas y solo intentarán sacar provecho. No obstante, el éxito no se logra en solitario, necesitarás hacer concesiones y buscar aliados, incluso si no te agradan mucho.
7. Harás de la incertidumbre tu compañera cotidiana. Cuando los demás apuesten sobre seguro, tú continuarás apostando por la opción más arriesgada por lo que el grado de inseguridad e incertidumbre siempre será más elevado.
8. Tendrás que invertir en ti mismo cuando nadie más lo haga. Quizás al inicio, encontrar a personas que confíen en tus potencialidades no es muy difícil pero es probable que te abandonen al primer fracaso. En ese momento es cuando necesitas armarte de valor y apostar por ti, incluso si todos piensan que no lo conseguirás.
9. Tendrás que dar muchas explicaciones. Cuando las personas no entienden qué estás haciendo o por qué, tendrás que explicarle, una y otra vez, con mucha paciencia. Y si trabajas en equipo, también tendrás que explicar continuamente tus decisiones. No puedes encerrarte en ti mismo porque necesitas el apoyo de las personas para continuar así que tendrás que intentar que entiendan lo que estás haciendo y tus motivos.
10. Tendrás que asumir mucha responsabilidad. Los errores forman parte del camino al éxito y a veces provocan daños que no esperábamos, te tocará asumir esa responsabilidad, probablemente más de una vez.
POSDATA: Nadie dijo que el camino al éxito fuera fácil, pero si estás preparado para los contratiempos, estos no te tomarán por sorpresa.
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