La depresión es uno de los grandes problemas de este siglo. Cada vez más personas pierden el sentido de su vida y se sumergen en las garras de la tristeza y la desesperanza. Según datos brindados por la Organización Mundial de la Salud, actualmente la depresión es la cuarta causa de discapacidad en el mundo y para el 2020 es probable que se ubique en el segundo lugar. Hoy 121 millones de personas padecen depresión, en alguna de sus variantes.
No es extraño que estas personas busquen ayuda, ya sea porque se han dado cuenta de sus problemas o porque les ha motivado un familiar o amigo. Si van al médico lo más probable es que les recete un antidepresivo. En este punto aparece la pregunta: ¿debo tomar el medicamento para la depresión? ¿Provocará reacciones adversas? ¿No existe otra alternativa?
En primer lugar, debes saber que los antidepresivos, como cualquier otro medicamento, pueden provocar reacciones adversas y se recomienda tomarlos solo durante ciertos periodos de tiempo. No obstante, antes de suspender el tratamiento deberás consultarlo con tu médico ya que siempre existe el riesgo de que los síntomas de la depresión regresen o incluso de pasar por un periodo de abstinencia, que provoca mareos, dolor de cabeza, irritabilidad y ansiedad.
En segundo lugar, debes tener en cuenta que si bien los medicamentos para la depresión suelen actuar mucho antes que la terapia, no son milagrosos y es necesario cierto periodo de tiempo para notar las mejorías. Además, en ocasiones el médico tendrá que probar con diferentes compuestos hasta encontrar el más adecuado. Por tanto, hay que tener un poco de paciencia.
Los principales efectos adversos de los antidepresivos
En sentido general, los medicamentos para la depresión no son mejores ni peores que el resto de las medicinas. En algunas personas provocan efectos adversos y en otras no, los más comunes son: náuseas, vómitos, aumento de peso, sueño y problemas de índole sexual.
También hay otros efectos secundarios un poco más graves pero también mucho menos frecuentes: convulsiones, problemas del corazón, desequilibrio de la sal en la sangre o daños en el hígado. En algunas ocasiones puede parecer lo que se conoce como el síndrome de serotonina, que incluye temblores, diarrea, fiebre, convulsiones y entumecimiento o rigidez muscular.
Si percibes alguno de estos síntomas, es importante que se lo indiques a tu médico, probablemente este disminuirá la dosis o cambiará de antidepresivo.
¿Son eficaces?
En sentido general, los medicamentos para la depresión son eficaces. La mejoría casi siempre se comienza a notar a partir de la cuarta semana, aunque algunos son mucho más rápidos. Obviamente, apostar solo por los medicamentos para tratar la depresión es como quitar la mala hierba sin arrancar las raíces. Es muy probable que al cabo del tiempo vuelva a crecer porque no se ha eliminado la causa sino que se han atacado simplemente los síntomas físicos de la depresión.
Por eso casi siempre se recomienda que el tratamiento farmacológico vaya de la mano de la psicoterapia. Con la ayuda de un psicólogo, la persona aprenderá a manejar mejor sus emociones y así evitará recaídas. Debemos tener en cuenta que nuestros pensamientos influyen en el estado de ánimo por lo que sería de gran ayuda aprender a controlar el flujo de ideas negativas.
¿Cómo saber si necesitas tomar medicamentos para la depresión?
La verdad es que hay médicos de recetario fácil. Es decir, que asumen la depresión como un mero desorden de los neurotransmisores que se puede solucionar con una píldora. Lo cierto es que la depresión es un trastorno mucho más complejo y la decisión de si se debe recurrir o no a los medicamentos debe recaer en el psiquiatra o el psicólogo, que son los especialistas mejor preparados para tratar este tipo de trastornos y valorar su gravedad.
Si vas al médico y te recetan un antidepresivo, también deberías indagar sobre otras terapias alternativas con menos efectos adversos. De una forma u otra, antes de apostar por los antidepresivos, valora cuán mal te sientes en verdad, quizás puedes tener paciencia, resistir un poco más y resolver el problema yendo a terapia.
Finalmente, me gustaría puntualizar que este no es un artículo contra los medicamentos para la depresión porque hay casos severos que necesitan esta ayuda farmacológica y sin ella no podrían salir adelante. El objetivo del artículo es hacer reflexionar a las personas que optan por los antidepresivos como una vía “fácil” para resolver sus problemas cuando en realidad existen otras alternativas mucho más ventajosas a largo plazo.
Manuel J.Díaz dice
Hola Jennifer, quiero felicitar una veza más por tus aportaciones en el conocimiento de nosotros mismos. Aunque no suelo hacer comentarios aquí, que sepa que te leo con frecuencia en los email que me llega sobre tus artículos.
Saludos y sigue así.
Jennifer Delgado Suarez dice
Hola Manuel,
Me alegra que te animaras a comentar. Siempre es motivador que las personas que me leen a diario me dejen sus opiniones.
¡Gracias!
Manuel J.Díaz dice
Gracias Jennifer por su respuesta. Perdona por algunas faltas ortográficas. Estoy estudiando psicología y me gustaría saber qué le ha fascinado más de ella.
Gracias y saludos