“El amor es ciego”, dice un refrán popular y ahora la realidad científica ha venido a avalar esta idea. Cuando una persona enamorada apasionadamente ve la imagen objeto de su amor grandes partes del cerebro se activan pero curiosamente los lóbulos frontales disminuyen su actividad.
Las Neurociencias explican por qué el amor es ciego
Todos sabemos que los lóbulos frontales son los encargados por excelencia del autocontrol, las valoraciones y los juicios. Así, podríamos comprender por qué cuando nos enamoramos nos mostramos menos críticos para con la persona amada, nuestra capacidad para juzgar se minimiza o atenúa. En algunos círculos a este fenómeno se le llama simpáticamente: la locura del amor.
Vale aclarar que la capacidad de crítica no se suspende para con las otras personas o situaciones sino solo en relación con la persona amada. Además, este estado no se mantiene por siempre, se evidencia solo en las primeras fases del enamoramiento y la pasión; una vez que la relación se hace estable la persona vuelve a asumir su postura crítica.
No obstante, la suspensión de la capacidad critica no se evidencia solo durante el amor de pareja sino también durante el amor maternal como puede observarse en la imagen que da inicio al artículo. Las madres tienden a ser menos críticas con sus hijos que con los niños ajenos.
Este cambio está estrechamente relacionado con variaciones a nivel químico ya que se generan sustancias como la dopamina, responsable de la atracción interpersonal o la serotonina, que desempeña un rol fundamental en los pensamientos obsesivos. También se observa una disminución de la actividad de las regiones relacionadas con las emociones negativas y activación de las áreas relacionadas con la recompensa, una reacción de euforia bastante parecida a la que se puede observar en el cerebro de las personas adictas.
En fin, que mientras estamos enamorados pasaríamos por un estado mezcla de locura y adicción, aunque más allá de lo que digan los resultados científicos es un estado altamente placentero que puede cambiarnos la vida de una forma maravillosa, o… ¿quizás será que también estoy enamorada y no puedo discernir correctamente?
Fuente:
Zeki, S. (2007) The neurobiology of love. FEBS Letters; 581(14): 2575-2579.
Anónimo dice
Muy bueno el artículo!
Mateo dice
Hola Jennifer, es interesante el artículo y la información que nos brinda respecto de lo que ocurre en nuestro cerebro mientras nosotros tenemos sensaciones o cambios en la percepción de nosotros mismos. Y aunque nos indica una relación de los procesos simultáneos: reacciones químicas con sensaciones corporales y pérdida parcial de la capacidad de crítica y juicio, me parece que no es una explicación de "por qué", no es una fundamentación de que perdemos la razón porque en nuestro cerebro ocurren reacciones químicas (entre otras cosas). Creo que desde esa forma de establecer la causalidad, bien podríamos establecer la contraria: en el cerebro ocurren reacciones químicas por que dejamos (o para que dejemos) de tener un sano juicio. Se entiende lo que planteo?
Jennifer Delgado Suarez dice
Mateo:
Entiendo perfectamente lo que planteas, soy yo la primera en afirmar que somos una entidad biológica-psicológica y social por lo cual estas tres esferas siempre están interrelacionadas y es muy difícil establecer una relación causal (prácticamente imposible, diría yo).
Para explicar las relaciones entre emociones, pensamiento, cuerpo físico y cerebro me sustento en las ideas de Damasio donde las señales del cuerpo influyen en el cerebro y los cambios a nivel cerebral tienen su consecuente impacto en nuestra fisiología; el amor seguiría el mismo camino: se evidencia un funcionamiento cerebral característico que determina nuestra forma de relacionarnos y a la misma vez, la forma en la cual nos relacionamos, pensamos y sentimos, determina ese funcionamiento cerebral. Particularmente creo que la dicotomía entre cerebro/emociones que se remonta a Willian James o Lange ha quedado desmontada con las ideas de Luria primero y después las de Damasio.
Aunque he estudiado la Neuropsicología, antes que nada soy psicóloga y defensora de la teoría de la complejidad por lo cual, este artículo tiene un carácter meramente informativo, sustentado en un resultado investigativo concreto. Cosa que resulta muy común en el blog, en ocasiones me limito a sintetizar algunas de las investigaciones interesantes que encuentro y comparto con las personas en un lenguaje muy sencillo. Este blog no es un espacio dedicado exclusivamente a los especialistas de la Psicología sino un sitio plural donde las personas pueden hallar informaciones y sacar sus propias conclusiones al respecto.
No obstante, te agradezco tus precisiones pues creo que enriquecen el artículo y aclaran cualquier posible idea errónea que alguien se haya podido formar.
Mis saludos
sonny dice
hablaste que esas sustancias duran hasta que la relación se haga estable, dime como se que la relación es estable? y si eso afecta para que acabe la relación? y cuanto tiempo es la duración de esas sustancias que fabrica mi cerebro? y por ultimo espero no no molestar, es como se recupera esas sutancias en el cerebro o si haya algo que puedo ingerir , aun que no creo eso, pero puntual como recupero la irracionalidad o bueno que amor siga siendo ciego?
Jennifer Delgado dice
Es difícil responder a tus preguntas ya que ello implicaría una conferencia de Neurociencias 🙂
No obstante, debes saber que la química cerebral también influye en el curso de una relación de pareja, pero sería descabellado reducirlo todo a una serie de neurotransmisores. De hecho, con nuestros comportamientos y actitudes podemos potenciar o afectar la producción de los neurotransmisores.