El cerebro humano es particularmente complejo pero es en sus intrincados recovecos donde reside su belleza. Es como una caja de Pandora que ha mantenido a los científicos ocupados durante siglos y que aún nos mantendrá ocupados durante un buen tiempo pues no hemos hecho sino rasgar la superficie.
Pues bien, en esta oportunidad traigo a colación una pregunta interesantísima que se plantearon neuropsicólogos de la Universidad de Liege: ¿qué pasa en el cerebro de una persona que “cree” estar muerta?
Para quienes no lo sepan, existe un trastorno psiquiátrico conocido como Síndrome de Cotard en el cual la persona está firmemente convencida de que está muerta e incluso percibe (obviamente, a través de alucinaciones) que su carne y sus órganos están descomponiéndose. Sobre este síndrome y otros más hablo en el libro “Psicología Curiosa”.
Regresando al caso que nos ocupa, los investigadores escanearon el cerebro de una persona afectada por este síndrome, desarrollado después de haber intentado quitarse la vida electrocutándose. Ocho meses después del intento de suicidio, llegó a la consulta alegando que su cerebro estaba muerto y que ya no necesitaba dormir o comer.
Después de las pruebas y de comparar los resultados con los escáneres de personas normales, los investigadores descubrieron que existía una afectación en lo que se conoce como “las redes por defecto”. Se trata de regiones del cerebro que se mantienen activas cuando no nos focalizamos en el mundo exterior y el cerebro entra en una suerte de reposo atento. Cuando nos volvemos a focalizar en una actividad, este modo se desactiva.
En resumen, la “red por defecto” sería como una especie de piloto automático con el cual nos desconectamos del medio pero no solo hace eso sino que también tiene otra función muy importante y es la de hacernos sentir nuestro “yo”. Es decir, este modo de funcionamiento del cerebro nos permite centrarnos en nosotros mismos, divagar por nuestra mente y ser conscientes de la misma.
Por tanto, no es extraño que una persona que sufra del Síndrome de Cotard presente una afectación en la “red por defecto”. En práctica, esta persona presenta una distancia muy grande entre sus pensamientos y sus experiencias, por tanto, no es capaz de darse cuenta de que su cerebro está funcionando, de que es está vivo y activo.
Por supuesto, vale aclarar que se trata únicamente de un estudio de caso que ha despertado más preguntas que respuestas. Por ejemplo, ¿existe una afectación cerebral de base que provoca el Síndrome de Cotard o estas ideas son las que “apagan” estas áreas del cerebro?
Fuente:
Charland-Verville, V. et. Al. (2013) Brain dead yet mind alive: A positron emission tomography case study of brain metabolism in Cotard’s Syndrome. Cortex; 49(7): 1997-1999.
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