Hay quienes piensan que el miedo es típico de las personas inseguras pero en realidad se trata de una emoción que todos hemos experimentado. De hecho, el miedo podría catalogarse como una emoción positiva ya que es una especie de alarma que nos indica que debemos protegernos ante una situación que consideramos peligrosa. El problema comienza cuando el miedo nos paraliza, cuando nos impide avanzar y nos condena a la inmovilidad generando sentimientos de insatisfacción. En ese momento es necesario tomar cartas en el asunto.
Aprender a manejar las emociones, el pensamiento y las sensaciones
7. Revive vivencias reconfortantes. Para vencer las sensaciones que genera el miedo, suele ser de gran ayuda pensar en situaciones en las que te has sentido seguro y cómodo. Cuando imaginas con lujo de detalles una vivencia en la cual te has sentido tranquilo y protegido, la sensación de miedo desaparece y en su lugar se instaura la tranquilidad. Obviamente, no puedes dejar margen a la improvisación y buscar una experiencia cualquiera en el momento en que sientas miedo porque de nada servirá. En vez de eso, elige un día en el que te sientas relajado y busca en tu memoria una experiencia en la que te sentiste a gusto y totalmente seguro. Recrea todos los detalles y haz que sean lo más vívidos posibles. Profundiza en esa sensación y deja que te llene. Ahora ya tiendes tu experiencia reconfortante y podrás recurrir a ella cada vez que la necesites.
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