Una gran parte de los pacientes abandonan la psicoterapia antes de que esta llegue a su fin. Los jóvenes son los que más abandonan el tratamiento pero también los que más reinciden, los solteros son menos sistemáticos que los casados y las personas con bajo nivel educativo suelen dejar prematuramente las sesiones de psicoterapia. Curiosamente, quienes presentan patologías más severas o síntomas más intensos, también son los que tienen una menor adherencia terapéutica.
¿Cuáles son los principales motivos que llevan a las personas a abandonar la terapia psicológica?
1. El motivo de consulta ya no preocupa. Se trata de personas que acudieron al psicólogo buscando ayuda para un problema concreto pero este ha dejado de preocuparles, lo cual no siempre significa que lo hayan resuelto sino simplemente que ha dejado de ser una prioridad o que lo han relativizado.
2. Desmotivación por el tratamiento. En psicoterapia se pueden aplicar diferentes enfoques pero algunos terapeutas cometen el error de aplicar siempre la misma perspectiva, sin tener en cuenta las características de la persona que tienen delante. Sin embargo, en algunos casos las técnicas que se utilizan no resultan motivantes para el paciente y este decide abandonar el tratamiento.
3. Expectativas incumplidas. En muchos casos el abandono está provocado por las expectativas demasiado elevadas que no se han satisfecho a lo largo de las sesiones de psicoterapia. Cuando las personas deciden ir a un psicólogo, normalmente tienen una idea de qué quieren conseguir y en qué tiempo. Por eso una de las tareas más importantes del psicoterapeuta durante las primeras sesiones es la nivelación de expectativas. Sin embargo, cuando la psicoterapia no logra satisfacer estas expectativas, la persona se desesperanza y abandona.
4. Tardanza en conseguir los objetivos. Se ha demostrado que se logra una mejor adherencia terapéutica cuando desde el inicio, la persona puede formarse una idea precisa de cuántas sesiones necesitará. La psicoterapia de final abierto acarrea casi el doble de abandonos que las de tiempo limitado. El hecho de tener objetivos bien delimitados ayuda a que la persona se mantenga fiel a la terapia y siga las recomendaciones.
5. Falta de rapport con el terapeuta. En la psicoterapia, la calidad de la relación que se establece es fundamental, si la persona percibe que no existe una conexión con el psicólogo, que este no la comprende o que minimiza sus problemas, el tratamiento estará destinado al fracaso.
6. Incumplimiento de las instrucciones. La psicoterapia, al no utilizar medicamentos, se basa en tareas que las personas deben realizar fuera de la consulta. Sin embargo, muchas personas cierran página y no vuelven a abrirla hasta la próxima sesión, ya sea por pereza o por considerar que los ejercicios no son necesarios. Esto implica que el tratamiento se retrasará y, como resultado, aparecerá la frustración que dará lugar al abandono.
7. Actitudes inadecuadas del terapeuta. Con frecuencia, las personas que interrumpen su tratamiento hacen responsable al terapeuta del abandono, lo cual no significa que siempre sea así pero en algunos casos, determinadas actitudes sí pueden dar al traste con la psicoterapia. La mayoría de las personas refieren problemas como la falta de competencia profesional, la personalidad del terapeuta (demasiado permisiva o muy autoritaria) o la contradicción en el sistema de valores.
8. Negación a tocar algunos temas. Cuando una persona acude al psicólogo, normalmente lo hace con un motivo de consulta, con un problema que pretende solucionar. Sin embargo, lo habitual es que ese problema no sea más que un síntoma de un conflicto más profundo por lo que puede ser necesario abordar otros temas. Cuando el paciente se niega a profundizar en ciertas áreas, la psicoterapia no avanza y genera frustración, tanto en el psicólogo como en el cliente.
9. Tendencia autodestructiva o negación al cambio. Asombrosamente, muchas personas abandonan la terapia cuando comienzan a mejorar, a veces lo hacen porque creen que ya no la necesitan y luego vuelven a recaer en los viejos hábitos. En la base de esta creencia casi siempre se encuentra una tendencia autodestructiva que data de patrones adquiridos en la infancia o una negación al cambio. No podemos olvidar que cualquier tipo de trastorno que se ha arrastrado durante tiempo, llega a formar parte de nosotros y a veces el cambio puede asustar, un proceso que normalmente se da a nivel inconsciente.
10. Consejo de otro profesional de una corriente teórica distinta. La mayoría de las personas no se contenta con el criterio de un profesional sino que busca diferentes opiniones. Sin duda, es importante escuchar varias campanas pero no podemos olvidar que a veces elegimos el sonido que queremos oír y no aquel que nos vendría bien. Es el típico caso de las personas que van de un psicólogo a otro en la búsqueda de que confirmen sus creencias.
Fuentes:
Porcel, M. (2005) El abandono en las terapias psicológicas. Aposta; 14: 1-16.
Muñoz, E. & Ferrándiz, P. (2004) Factores determinantes en el abandono terapéutico en pacientes con trastornos mentales: El papel de la indefensión. Tesis doctoral: Universidad Complutense de Madrid.
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