El profesor Zeki de la Universidad de Londres ha descrito un extraño fenómeno: la cromatopsia fantasma, fenómeno que viene investigando desde el 1993. En esencia se trata de personas ciegas que ven, episódicamente, colores; normalmente el violeta y el oro. Los colores se van expandiendo y llegan a ocupar por entero el campo visual de la persona.
Entre las tantas áreas del cerebro responsables se encuentran por supuesto, aquellas históricamente relacionadas con la visión y localizadas en el área occipital. Sin embargo, recientemente se ha hallado una nueva área, la V4, localizada en el lóbulo temporal. El daño en cualquiera de estas áreas directamente relacionadas con la percepción del color conduce a la imposibilidad de apreciar los colores como sucede en la acromatopsia cerebral adquirida. Al contrario, la cromatopsia fantasma se produciría por un patrón de actividad cerebral anómalo en ausencia de un estímulo externo.
Recientemente en la Universidad de Texas han descubierto que estimulando con electrodos el área V4 los pacientes refieren un color inexistente en su campo visual: el violeta. Los investigadores aseveran que los electrodos estimularon un área especializada en la percepción del violeta pero que podrían existir otras áreas específicas para el resto de los colores.
El interés común en esta y otras investigaciones radica en el maravilloso hecho de que produciendo una estimulación eléctrica y artificial en el cerebro, el mismo puede producir una percepción totalmente inexistente pero totalmente verdadera para la persona que la vivencia. Las potencialidades son amplísimas.
Sin lugar a dudas, cuanto más aprendemos del cerebro humano más camino nos queda por recorrer.
Fuente
Murphey, D. K.; Yoshor, D. & Beauchamp, M. S. (2008) Perception matches selectivity in the human anterior color center. Current Biology, 18(3): 216–220.
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