
La depresión es un trastorno mental común que afecta aproximadamente al 3,8% de la población mundial. De hecho, se estima que aproximadamente 280 millones de personas sufren algún tipo de depresión. Aunque existen tratamientos eficaces para la depresión, muchas personas no piden ayuda hasta después de muchos años, de manera que arrastran consigo ese estado de ánimo deprimido y la pérdida del placer o el interés por la vida durante largos períodos de tiempo.
Sin embargo, pedir ayuda apenas se noten los primeros síntomas de la depresión o se comience a estar mal es fundamental para evitar que el cuadro depresivo se consolide y vuelva resistente. Ahora investigadores de la Universidad de Hiroshima han descubierto que existe un rasgo de personalidad que aumenta el riesgo de padecer depresión, por lo que debería ponernos sobre aviso.
Quienes no confían en los demás son más propensos a desarrollar síntomas depresivos
Un grupo de neurocientíficos sometió a más de 500 personas a un estudio de neuroimagen en el que evaluaron el volumen de materia gris en su cerebro para comprender si podían usar rasgos de personalidad vinculados al desarrollo social para predecir la depresión.
Descubrieron que ser capaces de confiar en los demás es crucial. Las personas que no logran confiar en los otros pueden tener un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos. De hecho, encontraron que los cerebros de las personas más desconfiadas tenían un volumen reducido de materia gris en las regiones involucradas en la cognición social.
También descubrieron esa misma reducción del volumen de materia gris en las personas con depresión. En el estudio, no solo replicaron la relación entre baja confianza y depresión, sino que también demostraron que las regiones del cerebro asociadas con la confianza también estaban vinculadas con el grado de síntomas depresivos con un año de anticipación.
Por consiguiente, aunque las personas que no confiaban en los demás no habían recibido un diagnóstico oficial de depresión, sus cerebros ya mostraban signos de este trastorno mental un año antes de que comenzaran a aparecer los síntomas depresivos.
El estrecho vínculo entre la confianza social y la depresión
La confianza es un rasgo de la personalidad social relacionado con la capacidad para analizar las señales sociales y estimar la fiabilidad de las personas. Nos permite estimar las probabilidades de que cooperen y sigan las normas sociales, por lo que desempeña un papel fundamental en la calidad de las relaciones interpersonales.
Estimar la fiabilidad de los demás no solo es fundamental para mantener las relaciones sociales diarias, sino que también tienen un impacto en nuestro bienestar y salud mental. Curiosamente, se ha constatado que las personas que más confían en los demás son más precisas reconociendo y usando las señales sociales para evaluar el riesgo que supone entablar relaciones interpersonales con posibles resultados aversivos.
En cambio, las personas más desconfiadas suelen sobrestimar el riesgo y los resultados negativos de ser engañados por otros, por lo que tienden a evitar las interacciones sociales con resultados inciertos.
Por desgracia, a veces parece que el mundo rebosa de evidencias de que las personas no son de fiar: hay casos de intimidación, acoso, difamación y violencia por doquier. En esa situación, “la confianza social parece casi un acto de fe”, como indicaron los neurocientíficos.
Las personas a las que les cuesta dar este salto pueden aislarse y desarrollar depresión. De hecho, esperar que los demás no respeten las normas sociales se convierte en un sesgo negativo que conduce a las personas a evitar las interacciones.
Las personas desconfiadas también suelen sentir una mayor ansiedad ante la perspectiva que los demás se aprovechen de ellos y, como resultado, su círculo de confianza se reduce cada vez más, de manera que no cuentan con la red de apoyo necesaria para mantener la depresión a raya.
Por supuesto, la depresión es un trastorno multicausal en el que influyen diferentes factores, pero la pérdida paulatina de confianza en los demás puede ser uno de los primeros síntomas de la depresión. Actuar con rapidez puede evitar que la depresión empeore.
Fuente:
Fermin, A. et. Al. (2022) The neuroanatomy of social trust predicts depression vulnerability. Scientific Reports; 12: 16724.
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