“Tal vez puedas permitirte esperar. Tal vez para ti existe un mañana. Tal vez existan mil mañanas, o tres mil, o diez mil. Tal vez tengas tanto tiempo que puedes desperdiciarlo. Pero para algunos de nosotros solo hay hoy. La verdad es que nunca puedes estar completamente seguro”.
Así comienza la película psicológica «Si no despierto», una adaptación de la novela homónima de Lauren Oliver. El filme está dirigido al público adolescente; de hecho, ganó el Teen Choice Awards de la FOX, pero lo cierto es que muchos de los temas que aborda pueden hacer eco en nuestra vida.
Una película que promueve la reflexión, si sabes alejarte de los clichés
No podríamos calificar “Si no despierto” como una película excelente. Sin duda, no es de esos filmes que pasan a convertirse en películas de culto como sí le ocurre a «El día de la Marmota», una de las mejores películas de cine fantástico en la que se inspira. Sin embargo, se agradece que no consienta ni aleccione, evitando convertir a sus personajes en héroes y villanos, abordando temas tan complejos como el acoso escolar, el suicidio adolescente y los cambios en la imagen del yo. Aún así, es cierto que no logra escapar de ciertos clichés y que a veces recurre a la lágrima fácil.
La historia versa sobre Sam y sus tres mejores amigas, el clásico grupo de chicas populares en el instituto. Durante los primeros 15 minutos el cuarteto genera un gran rechazo, pero si sobrepasáis ese momento, la película da un giro inesperado. En la noche del “Día de Cupido”, las chicas tienen un accidente en la carretera y a su protagonista le sucede algo muy extraño: se ve obligada a repetir ese mismo día una y otra vez. A partir de ese momento comienza un viaje interior muy interesante, que no siempre se expresa plenamente en la película pero que se puede intuir.
De hecho, lo más trascendental del filme es que da mucho pie a la reflexión. Aunque no profundiza demasiado en las capas psicológicas, nos deja entrever miedos, inseguridades y pensamientos con los que todos podemos empatizar, sin importar nuestra edad. También se aprecia un recorrido emocional muy interesante en la protagonista por el que todos hemos pasado cuando perdemos algo y no lo deseamos aceptar, desde la sorpresa y negación hasta la ira, el enfado con el mundo y, finalmente, la aceptación.
Frases que encierran grandes enseñanzas para la vida
Este película contiene diferentes frases para seguir adelante en la vida, así como frases que nos hacen reflexionar sobre la existencia y que ponen en duda nuestras creencias más arraigadas.
1. “Muchas cosas se vuelven hermosas cuando las miras de verdad”.
A menudo vamos demasiado rápido por la vida, imbuidos en nuestros pensamientos sin darnos cuenta de la belleza que nos rodea, no solo la belleza física sino la belleza de los pequeños gestos de quienes nos quieren, que muchas veces pasan desapercibidos o no agradecemos lo suficiente.
2. “Es muy fácil estar totalmente equivocado respecto a las personas: ver una pequeña parte de ellas y confundirlas con el todo, ver la causa y pensar que es el efecto, o viceversa”.
Cada día, nos dejamos llevar por las primeras impresiones, aplicamos estereotipos y sacamos conclusiones apresuradas. A veces solo sería necesario detenerse un poco más para tomarse el tiempo de conocer a esas personas que criticamos con tanta rapidez.
3. “Si cruzas una línea y no pasa nada, la línea pierde sentido (…) Entonces dibujas una línea cada vez más lejos, y las vas cruzando. Así es como la gente termina caminando al borde del precipicio (…) Es muy fácil perderte a ti mismo”.
La protagonista hace referencia a ese vivir en un estado de inercia, en el que dejamos de ver las señales de alarma, porque estas pierden su sentido para nosotros. Sin duda, es uno de los mecanismos que se esconden detrás de la adicción, pero todos podemos ser víctimas de ello en diferentes esferas de la vida.
4. “¿Cómo es posible cambiar tanto, sin poder cambiar nada en absoluto?”
Cuando comenzamos un proceso de crecimiento personal, a menudo descubrimos que podemos llegar a cambiar mucho, que para nosotros todo ha cambiado, pero asombrosamente, el mundo sigue siendo el mismo.
5. “Me siento como si hubiera un yo real y un reflejo de mí, y no tengo manera de decir cuál es cuál”.
En la adolescencia los conflictos de identidad son comunes. Llegados a cierto punto, nos olvidamos de ellos. Sin embargo, si reflexionamos desde el punto de vista social, podríamos preguntarnos si esas máscaras que comenzamos a usar en la adolescencia se han apropiado de nosotros, hasta el punto que es difícil precisar donde comienza el “yo” auténtico y donde termina el “yo” social.
6. “Es sorprendente lo fácil que es cambiar las cosas, lo fácil que es comenzar por el mismo camino que recorres cada día y terminar en un lugar nuevo. Basta un paso en falso, una pausa, un desvío…”.
Cada decisión, por pequeña que sea, nos conduce por un camino y no por otro, es una de las enseñanzas básicas de la filosofía budista. Eso significa que en muchas ocasiones, para mejorar las cosas, bastarían pequeñas decisiones cotidianas, muchas de las cuales no tomamos porque estamos atados a nuestros hábitos y nos da miedo a salir de la zona de confort.
7. “La esperanza te mantiene con vida”.
Viktor Frankl afirmó que lo que mantenía con vida a los prisioneros en los campos de concentración nazis era el sentido de la vida, la esperanza de que habría vida más allá de aquel infierno, un motivo al que aferrarse para soportar todo.
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