Demasiadas veces he escuchado esta frase a lo largo de mi vida y como imaginarán, también está a la orden del día en muchos de mis encuentros terapéuticos. Yo me pregunto (invariablemente), a veces también le pregunto a los pacientes: «Si estás convencido que no puedes cambiar, entonces… ¿qué haces aquí?» De seguro pueden imaginar la cara de asombro que ponen aquellos que escuchan esta pregunta.
Es un contrasentido, si alguien está seguro que es absolutamente imposible cambiar entonces solo malgastará su tiempo y dinero en la consulta de un psicólogo o quizás exista otra opción… ¡acude al psicólogo para que este lo convenza de que el cambio es posible! Sabe que algo anda mal en su vida y necesita cambiar pero a la misma vez le aterra enfrentar una variación que le supondrá tantísimo esfuerzo.
Desearía advertirle a los fans de la frase: «Yo soy así, no puedo cambiar» que si continuamos por el mundo con las etiquetas rígidas que nosotros mismos nos hemos autoimpuesto, probablemente jamás cambiaremos nada, mucho menos lograremos un cambio superlativo en nosotros mismos. Si negamos el cambio porque sí: «porque así hemos crecido», «así hemos sido siempre», «así nos han hecho ser»… entonces las puertas estarán cerradas de antemano.
Las personas que se dicen a sí mismas que no pueden cambiar generalmente han internalizado todos los epítetos de su medio social convirtiéndolos en etiquetas personales con las cuales se auto definen. Usualmente han crecido en un ambiente donde se fomentaba muy poco su autoestima y se solía minimizar todo bajo categorías dicotómicas: esto es malo o es bueno. Así, una persona que creció bajo la frase estigmatizante: «tú eres un incapaz», probablemente asumirá durante toda su vida que es una persona sin ningún valor ni fuerzas para emprender algún proyecto importante. No obstante, todo no tiene por qué ser así: los estigmas o carteles que erróneamente nos han colgado otras personas no tienen por qué arrastrarse durante toda la vida convirtiéndose en un lastre para el desarrollo personal.
Entonces desearía dejarles con dos frases que nos pueden ayudar a repensarnos como personas:
1. «Somos lo que sepamos hacer con lo que los demás han hecho de nosotros», una idea insuperable de Sartre. Cuando somos pequeños no somos capaces de valorar adecuadamente nuestras capacidades y debilidades por lo que estamos «a merced» de las opiniones del resto de las personas que nos rodean pero una vez que crecemos un poco de auto reflexión es necesaria. Nuestra infancia nos marcará, no hay dudas, pero cuando somos adultos tenemos el poder de decidir qué marca llevar y cuáles eliminar de una vez y por todas porque son un impedimento para seguir nuestro camino.
2. «Ninguna etiqueta te describe a la perfección». No somos personas «incapaces» sino que «somos menos capaces en tal o cual tarea». Absolutamente todas nuestras capacidades, habilidades, aptitudes… son peculiaridades para algo, no existen en el vacío sino que se muestran en uno u otro entorno por lo cual es un sin sentido asumir de manera absoluta que somos «ineficientes», «impulsivos», «incapaces»…
Resumiendo, en muchas ocasiones la frase «Soy así, no puedo cambiar», es simplemente un pobre intento racionalizador cuando realmente lo que deseamos expresar es: «Soy así, no quiero o no me apetece cambiar». Pensémoslo, quizás es hora de desterrar esta oración de nuestro vocabulario.
Carina Sampo Franco, facilitadora de procesos de cambio para tu crecimiento personal. dice
Hola Jennifer. Tu post me ha encantado! Cuentas, de forma muy clara, una realidad de las consultas terapeutas. Y sí, ocurre con frecuencia. Puede que haya otra razón más para estos/as fans del "yo soy asi y no puedo cambiar" como tu lo llamas. Creo que en ocasiones vienen buscando confirmación, que se les diga que está bien lo que piensan y hacen, y si además llegan acompañados de una pareja o un miembro de su familia, puede que el proposito implícito sea conseguir que cambie el otro/a.
Gracias y felicidades por el blog!
Un abrazo
Jennifer Delgado Suarez dice
Hola Carina:
Gracias por compartirnos tu experiencia.
Creo que este artículo ha sido un tanto catártico porque en los últimos tiempos me he enfrentado particularmente con la frase: "Soy así. No puedo cambiar".
También suele ser muy común lo que refieres: la persona que intenta poner la responsabilidad del cambio en el otro. En fin, que muchas veces acudimos a los más variopintos mecanismos solo para no comprometernos con un cambio inminente. Es también cierta forma de resistencia, una manera de mantenerse en la zona de confianza.
La buena noticia para los que lean estas palabras y se reconozcan en esta imagen es que concientizar esta barrera es el primer paso para cambiar.
Un abrazo también para ti.
Arturo ruano garcia dice
Acabo de intentat dialogar con mi pareja. El tema es que he sido quizás más transparente que ella y eso le ha provocado reacción, efecfo espejo. Ha comenzado a ponerser nerviosa y ya todo ha sido contra mí.Me ha dicho: "si yo todo lo negativo que veo en tí to contara estaríamos todo el rato disccutiendo" Esa actitud pienso que es sinonimo de cobardía y a la vez una especiie de imposiciòn referete a que lo que dice está autoconvencida de que es así. Ya para terminar la envdnenada frase: "Yo soy así' ….nada ni naxie me va a cambiar. Con todo esto veo que con esta mujer tengo pocas opciones a un cambio por pafte de ambos porque somos parejas y como patejas debemos luchar por ese amor.
A mi sinceramente me provoca dolor aue una perso.a a la aue amo me responda con "yo soy así….Sufro mucho con eso.
Jennifer Delgado Suarez dice
Arturo,
En muchas ocasiones las personas responden así porque perciben que el diálogo es un ataque contra su "yo". Por tanto, se parapetan detrás de una posición defensiva, listos al ataque.
Quizás deberías hablar con ella en otro momento, cuando esté más receptiva, y sobre todo, puntualizando siempre que deseas lo mejor para la relación.
Además, cuando le pedimos al otro que cambie algo, también nosotros debemos comprometernos, dar muestras de nuestro cambio.