Anatole France, un escritor francés y Premio Nobel de Literatura, dijo: «hasta que uno no ha amado a un animal, una parte del alma sigue sin despertar«. Sin duda, la relación que muchas personas establecen con sus mascotas, sobre todo con los perros, es muy especial y profunda. Los perros no solo nos hacen compañía sino que nos muestran un amor incondicional, además de contagiarnos su alegría.
De hecho, uno de los momentos más bonitos es cuando regresamos a casa y nuestra mascota nos recibe abalanzándose sobre nosotros para regalarnos una buena dosis de amor que es capaz de borrar de un plumazo el cansancio acumulado durante la jornada o el malhumor. Por eso, investigadores de la Swedish University of Agricultural Sciences se preguntaron si nuestras mascotas realmente nos echan de menos cuando no estamos en casa y les dejamos solos.
¿Cómo perciben los perros el paso del tiempo?
Un grupo de investigadores suecosse preguntaron cómo los perros perciben el paso del tiempo. Para ello, analizaron el comportamiento de 12 perros cuando sus dueños los dejaban solos y más tarde, cuando regresaban. Estos investigadores grabaron a los canes en tres situaciones diferentes: cuando sus dueños los dejaban solos durante 5 minutos, 2 horas y 4 horas. También midieron la frecuencia cardíaca de los animales, así como sus reacciones motoras cuando el dueño regresaba.
Los investigadores notaron que los perros no se mostraban particularmente contentos cuando el dueño regresaba al cabo de cinco minutos, pero todo cambiaba cuando habían pasado dos horas. Cuando la separación era más larga y el dueño regresaba, el ritmo cardíaco de las mascotas se aceleraba y daban muestras visibles de alegría. Sin embargo, no se notaron diferencias significativas entre su reacción a las 2 horas y a las 4 horas de ausencia.
¿Qué significa esto? Los investigadores afirman que aunque los perros no son plenamente conscientes de cuánto tiempo han pasado solos ya que su percepción del tiempo difiere de la nuestra, sí echan de menos a sus dueños.
La rica esfera emocional de los perros
Los científicos también han comprobado que, al igual que nosotros, los perros recuerdan mejor los eventos cuando se crea un vínculo emocional. De hecho, cuentan con las mismas estructuras cerebrales en las que se generan las emociones en los seres humanos. Además, poseen las mismas hormonas y están sometidos a los mismos cambios bioquímicos que nosotros experimentamos cuando se producen los cambios emocionales.
Los perros incluso tienen oxitocina, una hormona que en las personas está relacionada con el con amor y el afecto por los demás. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Azabu desveló que los niveles de oxitocina en sangre aumentan cuando los perros interactúan positivamente con sus dueños y se miran a los ojos.
Por tanto, sería lógico pensar que si los canes cuentan más o menos con el mismo sistema nervioso y química cerebral nuestros, sus emociones son similares.
Sin embargo, lo cierto es que las emociones no son estáticas sino que se van desarrollando a lo largo de la vida. La Psicología ha demostrado que los bebés y los niños pequeños experimentan una gama más limitada de emociones que los adultos. Solo con el tiempo, las interacciones sociales y una mayor conciencia de sí van apareciendo estados emocionales más complejos.
Estos datos son importantes para comprender la vida emocional de los perros ya que las investigaciones indican que nuestros amigos de cuatro patas tienen la Inteligencia Emocional de un niño de dos o tres años.
Esto significa que los perros son capaces de experimentar un amplio rango de emociones, que va más allá de la simple tristeza, alegría o miedo. Los perros también pueden estresarse, experimentar asco o satisfacción, enfadarse, sentir amor, ser tímidos o desconfiar de quienes se le acercan e incluso detectar a los mentirosos. De hecho, los dueños de los perros que pasan tiempo con su mascota pueden dar fe de este amplio rango emocional.
Los perros que pasan solos mucho tiempo pueden traumarse
El hecho de que los perros puedan experimentar diferentes emociones por sus dueños y que les echen de menos también tiene un lado negativo. Un estudio realizado en la Universidad de Bristol grabó a 20 perros que se quedaban solos todos los días mientras sus dueños iban a trabajar. Las imágenes mostraron que los canes no se sentían felices sino que daban señales de un gran estrés y ansiedad.
Estos investigadores analizaron 12 camadas que eran dejadas solas y apreciaron que al cabo de un mes la mitad de los cachorros comenzaron a mostrar signos de angustia. Al cabo de un año mostraban comportamientos disruptivos que se pueden comparar con los signos de estrés postraumático en las personas.
El principal problema es que los perros no son conscientes de que su dueño regresará, ni sabe cuándo. Por tanto, al ser dejado solo debe lidiar con la sensación de abandono, a la cual se le suma el hecho de que están encerrados entre cuatro paredes. Y esa situación puede ser simplemente demasiado estresante para algunas mascotas.
Fuentes:
Nagasawa, M. et. Al. (2015) Oxytocin-gaze positive loop and the coevolution of human-dog bonds. Science; 348(6232): 333-336.
Rehn, T. & Keeling, L. J. (2011) The effect of time left alone at home on dog welfare. Applied Animal Behaviour Science; 129(2-4): 129–135.
abish dice
es una gran verdad yo tengo 4 perros y si reaccionan asi son lo mas divino del mundo