Todos conocemos a alguien que cree que es el centro del universo. Normalmente se trata de una persona arrogante que está convencida de que el mundo gira a su alrededor, y no duda en manipular a los demás para que así sea.
La persona narcisista exagera sus logros con el objetivo de obtener elogios inmerecidos. No vacila en anular los logros de los demás, porque le molesta estar a la sombra. Esta persona no suele ser muy empática, normalmente solo le interesa satisfacer sus necesidades y ven a los demás como un mero reservorio del cual debe extraer admiración.
El problema de lidiar con una persona narcisista es que esta cree que tiene derecho a todo, incluso a tu tiempo, tus emociones y tu autoestima.
Como resultado, muy pronto nos vemos envueltos en un círculo de negatividad y ansiedad, nos sumimos en una espiral donde se mezclan sensaciones como la impotencia, la frustración y la ira. De hecho, tener que lidiar con una persona narcisista día tras día puede ser extremadamente agotador porque tendremos que poner nuestras necesidades en un segundo plano para satisfacer las suyas, y la desilusión y el agotamiento no tardarán en sentar casa.
En cierto punto, es probable que te mires y te preguntes: ¿cuándo me he convertido en esta persona tan triste y amargada? ¿Por qué ya no hago las cosas que antes me apasionaban? ¿Por qué me siento culpable cuando soy mínimamente feliz?
Y es que lidiar con un narcisista te arrebata la energía.
¿Por qué alejarse de un narcisista puede ser una buena idea?
1. Un narcisista no apreciará todo lo que haces por satisfacerle
Cuando debemos lidiar con una persona muy egoísta, a menudo es más fácil dejar que se salga con la suya que intentar que se ajuste mínimamente a las normas sociales. Por ejemplo, si os habéis dado cita a una hora, esta persona puede llegar dos horas más tarde sin dar siquiera una disculpa. Sin embargo, si hubiese ocurrido al revés, tendrías que disculparte hasta el fin de los tiempos, y aún así no bastaría para obtener su perdón.
Sin embargo, como debes lidiar con esta persona y discutir es inútil, simplemente intentas acomodarte a su forma de ser. Como resultado, siempre se sale a los lugares que esa persona elige, ven los programas que a esa persona le interesa y así sucesivamente.
El problema es que el narcisista no apreciará ese esfuerzo porque considera que es tu obligación rendirle pleitesía. Así, la vida de la persona que vive con un narcisista puede ser altamente frustrante porque da todo sin recibir nada a cambio.
2. Nunca recordará lo que haces bien, solo se centra en lo que has hecho mal
La persona narcisista y el perfeccionista tienen mucho en común porque para ambos, nada de lo que hagas será suficiente. Como sus expectativas no son realistas y sus normas son imposibles de satisfacer, no importa cuánto te esfuerces, nunca estarás a la altura.
Esta persona solo se centra en los defectos y errores, pero nunca reconoce las virtudes y las cosas bien hechas. Como resultado, mantener una relación así puede ser muy desmotivador, hasta el punto de llegar a afectar la autoestima de la persona que es continuamente pisoteada y a la que siempre se le pide más.
Un narcisista es intolerante e intransigente por naturaleza, pero lo curioso es que se fija solo en las imperfecciones de los demás, sin tener en cuenta las suyas. Con esta estrategia, logra manipular a las personas que se encuentran a su alrededor, haciéndoles sentir que son inferiores.
3. Un narcisista siempre pedirá más
Las personas narcisistas también suelen ser personas controladoras. Como su ego depende de las personas que lo alimentan, se aseguran de que los demás puedan satisfacer sus demandas, que serán cada vez mayores. De hecho, la relación con una persona narcisista es muy parecida a una adicción porque los niveles de entrega y sacrificio que demanda crecen desproporcionadamente.
De esta forma, es fácil encontrarse atrapado en una tela de araña de la cual resulta difícil salir. El narcisista primero comenzará a pedir pequeños favores, hasta que llegue el punto en el cual puede llegar a consumir todo el tiempo que tienes a tu disposición, haciendo que renuncies a cosas que son importantes para ti, solo para satisfacer pequeños caprichos.
Si no lo haces, te hará sentir culpable, manipulará tu capacidad de empatía para que hagas lo que desea, incluso recordándote aquel pequeño favor que una vez te hizo. Sin embargo, lo curioso es que cuando le pidas algo, nunca estará disponible e incluso te hará sentir mal solo por haberte atrevido a pensar que podías ocupar una parte de su tiempo.
4. Te hará perder el sentido del “yo”
Si llevas mucho tiempo bajo el yugo de un narcisista, es probable que en cierto punto descubras que antes de tomar una decisión, te preguntes qué pensará esa persona. En práctica, dejas de elegir por ti mismo, siguiendo tus gustos y necesidades, porque asumes que los criterios del narcisista y sus necesidades son más importantes que los tuyos.
Entonces se debe encender una señal de alarma en tu interior porque estás a punto de perder el sentido de ti mismo. De hecho, una de las tácticas de manipulación de la persona narcisista consiste precisamente en hacer que el otro pierda su autoestima, en hacerle desconfiar de su criterio para que asuma el suyo y le satisfaga siempre.
Poco a poco, el narcisista logra que las personas que tiene a su lado comiencen a verle como una prioridad. Dejas de pensar en ti, para pensar en lo que le agradaría al otro y tomas las decisiones solo para agradarle o para evitar una discusión.
5. Te hará sentir culpable por ser feliz
La persona narcisista no espera que seas feliz, al contrario, la máxima prioridad es su felicidad. Por eso, te manipulará y no dudará en aplicar el chantaje emocional para que antepongas sus necesidades y generará un sentido de culpa si te sientes feliz. De hecho, después de pasar mucho tiempo junto a un narcisista, incluso puedes llegar a pensar que no tienes derecho a ser feliz, por lo que te sientes extremadamente culpable cuando, por alguna razón, te sientes alegre.
El problema es que, contrariamente a la percepción común, las persona narcisistas no son felices, porque no se sienten bien consigo mismas. El hecho de que siempre busque el elogio y la atención desvela que tiene una autoestima artificialmente elevada y que necesita la aprobación de los demás para sentirse bien.
Como resultado, un narcisista te necesita más, de lo que tú le necesitas. Y por ello castiga a quienes están a su alrededor, proyectan sobre los otros sus insatisfacciones y no quieren que sean felices, si ellos no pueden serlo.
¿El narcisismo tiene solución?
El narcisismo no es una característica inmutable. Sin embargo, no esperes que un día el narcisista se despierte y finalmente se comporte de manera considerada. No te llamará para darte las gracias por todo lo que has hecho y no va a mover montañas por ayudarte y probablemente nunca se pasará toda la noche escuchando tus problemas.
Por eso, la única estrategia para lidiar con un narcisista es establecer límites sanos en la relación y saber priorizar tus necesidades. También puedes aconsejarle que visite un psicólogo, después de todo, su vida no es tan fenomenal como la pinta.
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