La dependencia emocional es un problema cada vez más común pero muy pocas personas son conscientes de ello. A menudo sale a flote cuando la persona sobre la cual recae el peso de la relación se queja, pide más espacio o se niega a seguir siendo el punto de apoyo incondicional del dependiente.
La dependencia emocional se convierte en un problema cuando la persona pretende llenar el vacío de su vida con su pareja, cuando deja de tener objetivos y se concentra única y exclusivamente en la relación. En ese momento se crea una relación enfermiza, tanto para quien recibe las atenciones como para quien las da.
Detectar la dependencia emocional es muy sencillo, siempre que no se ponga en marcha un mecanismo de autoengaño. Los signos más evidentes son:
– Cuando la persona tiene una necesidad casi enfermiza de estar con su pareja puesto que no tolera la soledad.
– Cuando necesita aprobación constante de su pareja y los demás mostrando un miedo desmedido ante el rechazo social.
– Cuando su autoestima se encuentra por los suelos, normalmente debido a que la persona ha anulado su individualidad para satisfacer los deseos del otro.
El círculo vicioso de la codependencia
Cuando en una relación de pareja se instaura la dependencia emocional es porque, de cierta forma, ambos miembros están proyectando sobre el otro sus propios miedos. La persona dependiente se siente incapaz de tomar decisiones y de encontrarle un sentido a su vida más allá de la relación, mientras que la otra parte puede tener miedo a ser abandonada o incluso necesita ser exaltada, por eso alienta la dependencia.
De hecho, a menudo la persona dependiente busca a una pareja dominante, que tenga un carácter más fuerte y que sea mucho más egocéntrica y posesiva. De esta forma se crea un equilibrio donde cada miembro recibe lo que busca. Obviamente, el hecho de que exista un equilibrio no significa que este sea positivo o saludable para las partes.
De hecho, a largo plazo la dependencia emocional es como una adicción. La vida de la persona dependiente se restringe a su relación de pareja y sus sentimientos oscilan en dependencia de los cambios de humor del otro. Poco a poco, la persona dependiente va perdiendo su personalidad, a medida que cede ante los deseos del otro y se desvive por complacerle, anteponiendo en todo momento las necesidades de su pareja a las suyas.
Lo curioso es que, al igual que sucede con los adictos, la persona dependiente nunca llega a ser feliz. Al contrario, vive continuamente en vilo, preocupada porque la relación pueda terminar y despreciándose a sí misma por esa conducta sumisa. Como resultado, la ansiedad, la depresión y la angustia no tardan en sentar casa.
Lo peor de todo es que la persona dependiente se va alejando cada vez más de sus familiares y amigos, a los que considera “peligrosos” pues le hacen notar su problema. De esta manera, cuando persona se queda sola, se apoya cada vez más en su pareja, haciendo que la dependencia aumente.
La buena noticia es que la dependencia emocional se puede superar.
Superar la dependencia emocional en tres pasos
Reconocer la existencia del problema.Puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que normalmente tendemos a mentirnos porque de esta forma todo se nos hace más fácil. Pensamos que si ocultamos el problema, este no existe pero en realidad no desaparece sino que sigue determinando nuestro comportamiento y decisiones. Por eso, el primer paso para superar la dependencia emocional es identificarla. Para ello, plantéate las siguientes preguntas e intenta responderlas con sinceridad:
– ¿Tu felicidad se centra en una sola persona?
– ¿Tu felicidad depende de cómo te traten los demás? ¿Sientes que el mundo se te viene encima si alguien te critica o rechaza?
– ¿Sueles anteponer las necesidades y deseos de los demás a tus propias necesidades?
– ¿Te sientes bien contigo mismo incluso solo cuando los demás te demuestran aceptación?
Vale aclarar que es normal que el rechazo nos provoque cierto malestar y que tengamos a personas muy importantes en nuestra vida y que a veces antepongamos sus necesidades a las nuestras pero la persona dependiente muestra estos comportamientos siempre llegando a niveles patológicos.
- Reconocer los daños provocados por estos comportamientos.En este caso, el objetivo es que la persona se percate de los perjuicios que se ha infringido con este tipo de comportamientos. Para lograrlo, lo mejor es hacer una lista con todas esas cosas que has hecho (supuestamente por amor o cariño) pero que a la larga te han causado problemas.
Probablemente en un primer momento te quedes en blanco sin saber qué escribir, aquí van algunas preguntas que te pueden ayudar a confeccionar esta lista:
– ¿Qué pasión has dejado de lado para satisfacer a los demás?
– ¿Qué sueño u objetivo no pudiste cumplir porque te entregaste a los demás?
– ¿Qué cosas negativas has tenido que sufrir con tal de que la otra persona no te abandonase?
El principal objetivo de este paso es que concientices todo el sufrimiento que has vivido solo porque tienes una dependencia emocional. De esta forma te sentirás más motivado a cambiar y tomar las riendas de tu vida.
- Reforzar la autoestima.El factor principal que suele subyacer en la base de la dependencia emocional es una baja autoestima. Normalmente se trata de personas que nunca se han amado suficientemente o de personas que han perdido su autoestima a lo largo del camino.
Por eso, la clave para superar la dependencia emocional está en recuperar la autoestima. En primer lugar, debes convencerte de que tú vales mucho como persona y de que la aceptación social es un aspecto importante pero no es trascendental. Cada persona puede tener sus propios criterios y tú no tienes por qué satisfacerlos todos.
Un excelente ejercicio es recordar aquellos momentos en que te sentías realmente bien contigo mismo, cuando te sentías seguro y confiado. Rememora vívidamente todos los detalles y, sobre todo, las sensaciones que experimentabas. De esta forma estarás activando emociones y sentimientos que creías perdidos pero que realmente están ahí.
Finalmente, otro detalle importante es que aprendas a diferenciar entre “necesitar” y “desear”. Normalmente en la mente de la persona que tiene una dependencia emocional estos conceptos se entremezclan como si fuesen uno solo.
Pongamos un ejemplo, cuando tenemos hambre, no necesitamos una magdalena o una deliciosa hamburguesa porque podemos saciar el hambre con un alimento más sencillo y natural, como por ejemplo, una ensalada. En realidad, deseamos la hamburguesa o la magdalena pero no las necesitamos.
Algo similar ocurre en el amor, este no se basa en la necesidad enfermiza sino en el compromiso consciente. Es decir, aún sabiendo que no necesitas a tu pareja, has decidido compartir la vida con ella.
Recuerda que la persona que amas es una parte importante de tu vida pero no la única. Cuando tienes pasiones y opiniones enriqueces la relación, cuando te anulas la empobreces.
Jennifer Delgado dice
Hola Alicia,
Estás pasando por una fase de confusión, es lo que se llama un conflicto ambivalente. Te recomiendo que acudas a un psicólogo, en pocas sesiones podrá ayudarte mucho, sobre todo a clarificar qué es lo que deseas en realidad y te dará herramientas para que puedas lograrlo.
Unknown dice
Hola estoy pasando una mala racha con una persona bastante complicada( sufre depresión, ansiedad y TOC) y también como yo también dependencia emocional.. Hemos tenido una relación de 7 meses y se ha agobiado por un tema familiar mio(cuidar a un tio y mi hermana no tienen más familia), ha habido varias ocasiones en querer romper primero yo, me dijo que haber si cambiaba la situación, es muy difícil. yo en mi opinión lo veo muy egoista conmigo, me dijo incluso se sentía que eramos 4 en la relación, x otro lado le dije un dia de estar solos dos, me dijo que NO.. No lo le veo las ideas claras. Pensando en estas fechas tampoco me gusta cerrar puertas, bueno una amistad ni como amigos, tampoco porque me dijo las amistades se distanciarían, y por otro lado se encierra en su casa y se mete en su cibermundo.. Esta mañana decidí bloquearlo del Facebook.Yo no quiero eso para mi lo tengo muy claro.. Mejor dejar la cosa como está tener esa experiencia de aprendizaje.. Feliz Año y gracias
EMMANUEL dice
Pués llegué aquí porque escribí en el buscador "como puedo despegarme de alguien", ya que me está costando muchísimo, hace dos años nos hicimos novios un 19 de sept, y duramos año y medio, viajo a otro lugar y todo se empezó a derrumbar, a parte me mentía mucho hasta que un día le puse entre la espada y la pared y toda la verdad salió a luz, así que yo tenía razón en todas mis sospechas, no me amaba como yo le amaba y aún sufro pues aún le amo y verle online en facebook me parte el alma pese que casi todo el día chateamos y en momentos que no y verle así me intriga, pero ya no somos nada, le he bloqueado mil veces de redes pero termino rendido volviendole a hablar, yo solo quiero ser su amigo y no sernitr ya nada, pués no vale la pena y eso lo sé.
Jennifer Delgado dice
Hola Enmanuel,
Creo que aún estás pasando por la etapa de duelo. Desapegarse de alguien a quien has amado es muy difícil y requiere tiempo. No es recomendable forzar el proceso porque las heridas tienen que cicatrizar a su ritmo, pero tampoco es recomendable mantener un contacto tan estrecho porque ello no te facilitará mirar en otra dirección.