Los medicamentos antipsicóticos han estado disponibles desde mediados de la década de 1950 y han mejorado en gran medida el pronóstico que tenían estas personas. Estos fármacos reducen los síntomas psicóticos de la esquizofrenia y permiten que la persona funcione de manera más eficaz y adecuada.
¿Qué fármacos existen en la actualidad?
En la década de 1990 salió a la luz una serie de medicamentos para la esquizofrenia, denominados «antipsicóticos atípicos», el primero de ellos fue la clozapina (Clozaril) y ha demostrado ser más eficaz que otros antipsicóticos, aunque las probabilidades de sufrir efectos secundarios graves también son elevadas. Por ejemplo, la persona puede padecer una condición llamada agranulocitosis (pérdida de las células blancas de la sangre que luchan contra la infección), por eso los pacientes que toman este medicamento deben ser monitoreados con exámenes de sangre cada una o dos semanas.
Los efectos adversos
No obstante, los efectos secundarios a largo plazo de los fármacos antipsicóticos pueden plantear un problema mucho más serio. La discinesia tardía es un trastorno caracterizado por movimientos involuntarios que afectan la boca, labios y lengua y algunas veces el tronco u otras partes del cuerpo como los brazos y las piernas. Se presenta en aproximadamente un 15 – 20% de los pacientes que han estado consumiendo medicamentos antipsicóticos antiguos y durante muchos años, aunque también puede desarrollarse en pacientes que han sido tratados con estos fármacos durante períodos de tiempo más breves. En la mayoría de los casos, los síntomas son leves y la persona no es consciente de esos movimientos.
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