Sentir que el mundo se nos viene encima y que ya nada tiene sentido puede ser una de las experiencias más angustiantes de la vida. En el mundo, aproximadamente el 5% de las personas saben perfectamente lo que es ya que padecen depresión. En esos casos, contar con el apoyo de las personas más cercanas puede ser providencial para salir del agujero negro que suele tejer la depresión.
De hecho, la comprensión y el apoyo familiar actúan como un factor protector. Por desgracia, los problemas mentales siguen siendo una asignatura pendiente. Nadie nos ha enseñado cómo ayudar a una persona con depresión, de manera que muchas veces minimizamos sus problemas o los reducimos a una mera cuestión de voluntad recurriendo a frases trilladas como “anímate un poco”, “podría ser peor”, “pon de tu parte” o “no es para tanto”.
Aunque estas frases suelen ser bienintencionadas, pueden causar el efecto contrario al que se desea ya que revelan un profundo desconocimiento de la depresión y una falta de empatía, por lo que a menudo hacen que la persona se sienta peor: más sola, más incomprendida, más frágil…
Qué decirle a alguien con depresión: 5 frases para conectar con sus sentimientos
1. No estar bien es humano
En una sociedad que prioriza constantemente la felicidad y la exhibe como un trofeo en las redes sociales, sentirse mal nos hace sentir aún peor. No solo existe una presión por rendir, sino también por mostrar nuestra mejor cara. Por esa razón, muchas personas se sienten obligadas a esconder sus emociones, en particular la tristeza, lo cual puede conducir a lo que se conoce como depresión sonriente.
Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan comprobaron que cuanto más se finge la sonrisa durante el día, peor es el estado de ánimo al caer la noche. Fingir felicidad termina generando irritabilidad, ira y tristeza. De hecho, aproximadamente el 71% de quienes padecen depresión intentan ocultarlo.
Por ese motivo, es importante validar los sentimientos de la persona deprimida y animarla a expresarlos. Todos atravesamos periodos oscuros. Y no deberíamos avergonzarnos por ello. Hablar de cómo nos sentimos o de las cosas que nos preocupan puede ser útil para liberarnos de ese peso o buscar la solución.
2. Eres fuerte, podrás salir de esto
La depresión suele ir de la mano de una autoestima baja, por lo que a menudo convence a las personas para que piensen que son débiles y no pueden hacer nada para salir de ese estado. La fatiga y la anhedonia también se instalan rápidamente, reduciendo la posibilidad de reaccionar.
Sin embargo, el simple hecho de que alguien con depresión sea capaz de levantarse de la cama y seguir adelante, ya es una muestra de fortaleza. Hacérselo notar le ayudará a combatir esa visión pesimista. La depresión puede sentirse como una enorme loza en el pecho que impide moverse en cualquier dirección, recordarle su resiliencia en otros momentos difíciles puede ser alentador.
Se ha comprobado que las personas deprimidas tienen un sesgo que las lleva a interpretar de manera negativa las situaciones ambiguas, su pasado e incluso les impide notar lo positivo de las situaciones nuevas. Por eso, es importante ayudarlas a recordar que, aunque ahora ven todo gris, su mundo ha estado teñido de colores y puede volver a ser brillante. Muchas de las personas que se someten a una terapia para la depresión no solo dejan de estar deprimidas, sino que se sienten felices y plenamente realizadas porque ese episodio de sus vidas las ayuda a ser más resilientes y optimistas.
3. No puedo imaginar cómo te sientes, pero estaré a tu lado pase lo que pase
Muchas personas con depresión se sienten profundamente solas, no porque carezcan de familia y amigos, sino porque se sienten incomprendidas. Explicar los sentimientos de desesperanza, vacío y falta de significado que acompañan a la depresión puede ser extremadamente difícil, por lo que muchos terminan aislándose.
Un estudio de la Universidad de Copenhague sugirió que las experiencias de “nosotros” se erosionan debido a que la persona deprimida se siente profundamente diferente e incomprendida, un sentimiento abrumador que la hace aislarse y conduce al deterioro social.
Decirle a una persona con depresión que quizá no entendemos bien como se siente, pero que a pesar de ello puede contar con nosotros, servirá para reconstruir ese puente imprescindible. De esta forma no asumimos pretenciosamente que sabemos exactamente lo que siente, sino que abrimos la puerta para que pueda hablar sobre sus sentimientos o aceptar nuestra ayuda, sin presiones.
4. Eres muy importante para mí
Son apenas cinco palabras, pero tienen un poder enorme. La depresión es un trastorno insidioso que cambia la percepción del mundo. La persona deprimida puede sentirse como una carga para los demás, creer que nadie la quiere o que incluso estarían mejor sin su presencia.
Cuando alguien está deprimido, suele perder la conexión emocional con los demás. Experimenta una sensación de desesperanza y pesimismo que la lleva a perder de vista cuánto se preocupan por ellos. Por tanto, decirle a alguien con depresión que es muy importante para nosotros, que le necesitamos en nuestra vida y que le queremos puede ser muy reconfortante.
Podemos ser más específicos refiriéndonos a todo lo que apreciamos o amamos. La idea es reconstruir los lazos afectivos que pueden convertirse en una red de apoyo contra la depresión. Esa persona debe saber nos importa y que marca una diferencia significativa en nuestra vida.
5. ¿Cómo puedo ayudarte?
“No hay cosa más fría que un consejo cuya aplicación es imposible”, dijo Confucio. Los consejos no solicitados suelen ser vistos como intromisiones en nuestra intimidad que pueden llegar a ser exasperantes. En algunos casos, incluso pueden tener el efecto opuesto y alejar a la persona a la que queremos ayudar.
Por supuesto, es comprensible que nos sintamos impotentes si no sabemos cómo ayudar a una persona deprimida, en especial cuando se trata de alguien querido, pero asumir que sabemos lo que es mejor para ellos no es la solución.
En vez de decirle a alguien con depresión lo que debe hacer o, lo que es aún peor, hacerles un elenco de todas nuestras desgracias para que no se sienta tan desgraciado, es mejor preguntarle cómo podemos ayudarle. Un simple “quiero estar a tu lado, pero no sé cómo ayudarte. ¿Puedes decirme qué necesitas?” suele ser más beneficioso y respetuoso que “imponer” nuestra solución.
Lo cierto es que no existen las palabras perfectas. Lo más importante es transmitir nuestro apoyo, empatía y compasión, aunque sea con pequeños gestos. La persona deprimida debe saber que no está sola. Debe saber que hay esperanza. Debe saber que estaremos a su lado. Y, sobre todo, debe saber que la depresión se puede superar.
Fuentes:
Osler, L. (2022) “An illness of isolation, a disease of disconnection”: Depression and the erosion of we-experiences. Frontiers in Psychology; 13: 10.3389.
Mennen, A. C. et. Al. (2019) Attentional bias in depression, Understanding mechanisms to improve training and treatment. Curr Opin Psychol; 29: 266–273.
Werner-Seidler, A. et. Al. (2017) The relationship between social support networks and depression in the 2007 National Survey of Mental Health and Well-being. Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol; 52(12): 1463-1473.
Scott, B. A. & Barnes, C. M. (2011) A Multilevel Field Investigation of Emotional Labor, Affect, Work Withdrawal, and Gender. Academy of Management Journal; 54(1): 116-136.
Deja una respuesta