
Aunque muchas de las teorías de Freud han sido desacreditadas existen algunas ideas que aún hoy continúan siendo particularmente interesantes. Hace algunos años Sigmund Freud propuso un mecanismo denominado represión mediante el cual los deseos y los impulsos más controvertidos de la persona son desplazados al inconsciente. La represión freudiana es un mecanismo de defensa que representa la represión de memorias o recuerdos traumáticos pero aún desde el inconsciente estos contenidos continúan afectando el comportamiento de la persona.
No obstante, ahora se conoce que el mecanismo mediante el cual se intentan borrar algunas memorias no es de naturaleza esencialmente automática sino que los recuerdos indeseados pueden eliminarse de manera consciente. Un grupo de investigadores alemanes reportaron que, anticipando la represión de memorias, se activan determinados patrones de actividad cerebral que podrían preveer el olvido causado por la represión.
Existen varias razones por las cuales una persona desearía reprimir determinados recuerdos. Quizás la razón más obvia es la que se refiere a que algunos recuerdos pueden provocar una reacción emocional muy fuerte y por lo tanto, puede producir, potencialmente, el estrés postraumático. Otra causa, no tan evidente, indica que los recuerdos irrelevantes son suprimidos, sobre todo cuando se debe implementar una tarea de tipo cognitivo, para que ésta información no interfiera en la realización de la actividad.
Investigadores de la Universidad de Oregón, a partir de la utilización de la resonancia magnética funcional, investigaron las bases neurales que intervienen en la supresión voluntaria de los recuerdos. Primero los participantes debían aprender pares de palabras luego les presentaron una tarea del tipo: pensar/no pensar. En cada ítem les mostraban una de las palabras del par previamente aprendido y les pedían que recordaran la palabra asociada o que no activaran la palabra correspondiente.
El estudio mostró que al reprimir los recuerdos se activan las redes difusas de la corteza frontal y se reduce la actividad en el hipocampo, zona crucial para el recuerdo. Estos resultados sugieren que la supresión activa se debe a que los lóbulos frontales inhiben la activación del hipocampo con la consecuente represión del contenido o el recuerdo.
Otro estudio realizado en la Universidad de Regensburg recreó las condiciones del experimento anterior solo que esta vez a los 24 participantes se les mostró en una pantalla 27 pares de palabras y rostros. Posteriormente les mostraron los rostros uno a uno pidiéndoles que recordaran la palabra correspondiente. Los resultados de aciertos fueron de un 81%.
En la fase pensar/no pensar los participantes se centraban en una pequeña cruz negra que aparecía en la pantalla justo antes que se mostrase el rostro. Cuando la cruz se volvía verde los participantes podían recordar la palabra, cuando tomaba el color rojo no debían recordarla. En este caso la cruz les permitía prepararse antes de la actividad de represión.
Curiosamente cuando se sometió una vez más a los participantes a la prueba original los resultados fueron más bajos ya que tenían la tendencia a olvidar aquellas palabras que le indicaron debían ser reprimidas.
Así, se pudo observar con mayor precisión como, 300 milisegundos después de la presentación de la cruz roja, se activaban áreas de la zona frontal derecha y el lóbulo parietal izquierdo, las responsables de inhibir el recuerdo.
Esta investigación confirmó que el intento consciente de intentar reprimir una información puede conducir a su olvido real y esto despojaría a la represión de su velo eminentemente inconsciente al mostrar otra variante a partir de la cual pueden olvidarse algunos recuerdos.
Sin dudas una teoría interesante sobre la que falta aún mucho por develar.
Fuentes:
Hanslmayr, S. et al (2009). Anticipatory signatures of voluntary memory suppression. Journal of Neuroscience, 29: 2742-2747.
Anderson, et al (2004). Neural systems underlying the suppression of unwanted memories. Science, 303: 232-235.
Flor Barrios dice
Hola, el artículo me interezó mucho ya que yo estoy viviendo una represión de mi infancia, no importa si tengo buenas vivencias de igual manera no las recuerdo muy bien. Sólo puedo pensar que, o tengo una mala memoria, o acerté con miconclusión de haber reprimido mis recuerdos. Aclaro que esto me ayudó a pensar sobre lo que me pasa, no es nada grave. Gracias.
Jennifer Delgado Suarez dice
Flor:
Me alegro que esta investigación te haya sido de utilidad. Existen esencialmente dos formas de olvidar o desdibujar un recuerdo: a través de la represión más o menos consciente o mediante la represión totalmente inconsciente.
Considero que un punto clave para enfrentar los recuerdos reprimidos es ser capaces de aceptarlos, comprender cómo nos sentimos respecto a los mismos, aceptar estos sentimientos y después, dejarlos ir. Por supuesto, es más fácil escribirlo que hacerlo y a algunas personas este proceso les puede llevar años mientras que otras jamás lo enfrentan.
Me alegro que en tu caso no sea nada grave.
Un saludo
Taekwondo Activity dice
Realmente creo que calificar totalmente de falsas ciertas afirmaciones del doctor freud, es sacrificar material teórico. Importantísimo para el desarrollo de nuevos estudios y nuevas soluciones a problemas de índole mental. Freud como neurólogo también era consiente de las entramadas acciones del cerebro, lo que complemento eficientemente con sus teorías. No digo que creamos en todo lo que afirmó, sino que lo tengamos muy en cuenta en experimentos de esta clase
Jennifer Delgado Suarez dice
Taekwondo,
Si lees atentamente al inicio del artículo, especifico que algunas de sus teorías son válidas y hoy la neuropsicología las está demostrando, otras son menos válidas y se pueden obviar.
Cada psicólogo, al menos todos los que han fundado escuelas de pensamiento, tienen teorías muy valiosas y otras que no lo son tanto. Lo importante es aprender a beber de todas las fuentes.
PACHI dice
Freud tiene razón el ser humano puede borrar recuerdos para seguir adelante