Después de recibir un diagnóstico de depresión mayor, quizá te sientas aliviado por tener un nombre para el dolor emocional que experimentas. Sin embargo, no estás solo. Entre el 10 y el 25 por ciento de las mujeres y de 5 a 12 % de las personas tienen un trastorno depresivo mayor en su vida. Y, aunque al inicio parezca imposible, la depresión se trata y tu estado de ánimo y la vida pueden mejorar.
El primer paso: buscar un diagnóstico
Antes de entender cómo funciona el tratamiento de la depresión, es importante asegurarse de que has recibido el diagnóstico adecuado después de una evaluación psicológica integral. Esto tendrás que someterte a una entrevista en profundidad que incluirá preguntas sobre los síntomas y los factores de estrés actuales. La mayoría de los psicólogos también aplican un cuestionario estandarizado y es posible que primero te recomiende acudir al médico para descartar cualquier patología que pueda estar provocando esos síntomas.
¿Cuándo contarle a los demás sobre tu diagnóstico?
Muchas personas se preguntan si es adecuado o necesario contarle a los demás que padecen depresión. En realidad, se trata de una decisión individual. Obviamente, es conveniente contarlo a las personas más cercanas, esas que forman parte de nuestros círculos de confianza.
En el caso de los compañeros de trabajo o cualquier persona, podrías simplemente decir que estás pasando por un momento difícil o que estás yendo a terapia para solucionar un problema. A veces eso puede despertar más empatía y lograr que quienes te rodean sean más comprensivos y te ayuden a superar ese trastorno.
Evita los mitos más comunes sobre la depresión
A pesar de que la depresión es muy común, todavía abundan muchas ideas erróneas sobre este trastorno:
- No es una enfermedad grave. Muchas personas ven la depresión como un simple problema de falta de voluntad, pero no es así. La depresión es un trastorno clínico grave que se caracteriza por un complejo entramado de de vulnerabilidades biológicas y ambientales, acontecimientos de la vida y patrones de pensamiento y comportamiento que conducen a la aparición de los síntomas. La causa puede variar de una persona a otra, pero todas necesitan tratamiento.
- Puedo salir solo con la fuerza de voluntad. En muchos casos, sobre todo cuando se trata de un trastorno depresivo mayor, la fuerza de voluntad no es suficiente para superar la depresión. Dejar que este trastorno siga su curso sin tratamiento con la esperanza de que desaparezca, en realidad puede agravar el cuadro, aumentando además el riesgo de suicidio.
- Siempre será así. El mayor error y el que más desanima a las personas con depresión consiste en pensar que esa fatiga, tristeza, irritabilidad o pérdida de interés va a durar para siempre. Por supuesto, cuando tienes unas gafas grises, es difícil ver la luz al final del túnel, pero existen muchos tratamientos eficaces para la depresión, de manera que estas personas pueden recuperarse y volver a vivir plenamente.
¿Qué puedes esperar del tratamiento?
El tratamiento para la depresión puede limitarse a la psicoterapia o combinarse con la medicación. Es probable que te ayude un equipo multidisciplinario compuesto por psicólogos y psiquiatras o incluso trabajadores sociales.
En el caso de la psicoterapia, existen diferentes enfoques, por lo que es importante que hables con tu terapeuta sobre el que usará. En sentido general, los enfoques cognitivo-conductual y la terapia interpersonal han demostrado ser bastante eficaces.
La duración del tratamiento depende en última instancia de la gravedad de la depresión, pero la terapia cognitivo-conductual suele durar de 12 a 24 sesiones. Generalmente los pacientes comienzan a sentirse mucho mejor después de la décima sesión ya que en ese momento ya se han abordado muchos de los problemas subyacentes y se les han dado herramientas para que aborden diferentes situaciones.
No obstante, recuerda que la medicación, combinada con la psicoterapia, suele ser mucho más eficaz. Los medicamentos para la depresión son eficaces para reducir los síntomas, pero hay que entender que no funcionan al instante. La mayoría de las personas comenzará a sentir sus efectos positivos en una o dos semanas y su plena acción se desarrollará en uno o dos meses.
Sin embargo, la medicación no corrige la tendencia subyacente o la dirección del pensamiento y el comportamiento negativo, por lo que es importante combinarlos con la terapia psicológica.
Mientras tanto, intenta retomar las actividades que antes disfrutabas. Por ejemplo, si te gustaba estar con tus amigos antes de la depresión, intenta retomar ese hábito, aunque sea poco a poco.
Lo más importante es que recuerdes que la depresión es un trastorno que tiene tratamiento. Y que cuanto antes lo busques, mejor.
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